
Postal nocturna de Carrera Andrade
Lo vi metido en un largo abrigo negro, parado en la esquina del hotel Embajador, entre la Colón y 9 de Octubre. No hacía nada que no fuera estar allí mirando, al borde de la medianoche, la calle desierta; las manos hundidas en los bolsillos, un extremo de la bufanda...