
La Semana Santa y el diablo
Quito, como tantas de la Sierra, es una ciudad doble, dividida (hipócrita, dicen los costeños). De un lado, es el escenario de las solemnidades capitalinas, serias y sagradas; la ciudad de los conventos y las huellas místicas: la cara de Dios. De otro, es la ciudad de la envidia, la...