
Mi poética: veinte confesiones y un credo
Cuando llegues a viejo, defiende lo que hayas conseguido. Hemingway. Esto pudo haber empezado cuando tenía cuatro años y mi madre me sentó frente al alfabeto castellano impreso, en una cartulina de hilo, con grandes caracteres negros. O quizá a los diez, cuando una niña inolvidable me explicó, por fin,...