Un sitio seguro a dónde ir
Éramos jóvenes. Casi adolescentes. Y estaba la música (ya saben, no quisiera regresar a las historias de la vieja casa del barrio de San Roque, pero a veces resulta inevitable, aunque no se preocupen, hoy no se hará). Estaba la música como esa presencia sagrada, sin que importara qué, ni...