Por Leonardo Parrini
La noticia procede de Santiago de Chile, falleció a los 96 años de edad Joan Turner de Jara, conocida como Joan Jara viuda de Víctor Jara. Figura destacada del ámbito político y cultural chileno dedicó su vida a la búsqueda de los culpables de la tortura y asesinato de su difunto esposo. Fue el domingo 12 de noviembre que Joan dejó de existir, la británica nacionalizada chilena que destacara como bailarina y activista por los derechos humanos e inclaudicable y leal viuda del cantautor chileno.
Había nacido en Londres un 20 de julio de 1927 y se afincó en Chile muy joven, ocupando un sobresaliente espacio en la danza y las artes que le significó obtener el reconocimiento de la Academia Chilena de Bellas Artes y ser galardonada con el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales.
El Ministerio de las Culturas difundió ese entonces en un comunicado: “La bailarina, maestra de danza y coreógrafa Joan Turner ha sido elegida Premio Nacional de las Artes de la Representación y Audiovisuales 2021 por su rol como creadora de escuelas de danza fundamentales y su potente trabajo en la descentralización de la disciplina”. Según destacó la institución ante la prensa, se premió por “la sobresaliente trayectoria de esta mujer de la danza, quien durante siete décadas ha aportado con su talento y saber al desarrollo de la disciplina en el país”.
En el ámbito político, Joan Jara, fue una prominente defensora de los derechos humanos como creadora de la Fundación Víctor Jara, organización en la que se dedicó a preservar y difundir la obra del cantautor asesinado por la dictadura militar en septiembre de 1973.
A sus 96 años, Joan Jara, recibió el homenaje como bailarina del Centro Cultural Lo Prado que nombró a su sala para obras teatrales como Teatro Joan Jara, un espacio de difusión de artistas que se iniciaban, como aquellos ya consagrados.
La muerte de la destacada artista deja un espacio vacío en la cultura y la política chilenas al perder el país del sur a una británica que venció fronteras y marcó el quehacer cultural de Chile, país donde danzará por una eternidad en la memoria de sus habitantes. Paz en su tumba.