Por Pablo Salgado J.
No es nuevo, ni sorprende. Es lo de siempre; los temas de cultura ausentes en la campaña electoral. Entramos ya en la recta final y a ninguna de las dos candidaturas le ha interesado presentar al país sus propuestas de gobierno para cultura. Absolutamente ausentes en las narrativas de los dos candidatos finalistas, Luisa González y Daniel Noboa, pues es un tema que no forma parte de las agendas urgentes, ni atraen votos y tampoco interesan a los medios de comunicación. Sucedió en las elecciones del 2021 y también en la primera vuelta. Ecuador es un país fracturado y resquebrajado; un país que se desmorona aceleradamente. La violencia, la delincuencia y el crimen organizado, mas los altos índices de desempleo, de pobreza, de abandono escolar, de ecuatorianos que migran, así como el desmantelamiento del Estado y los servicios públicos han determinado que la mayoría de ecuatorianos tengan que vivir en condiciones de gran precariedad, dolor y sufrimiento; apenas sobrevivir. Todo esto, que tanto nos duele y nos afecta, está atravesado por la cultura. La cultura es un ecosistema que implica a todas las actividades humanas, como lo constatamos durante la pandemia. Sin embargo, los candidatos la han ignorado y la cultura ha sido un aspecto marginal y prescindible.
En los discursos de campaña no se abordan temas de cultura. Tampoco aparecen en las cuñas o spots publicitarios, y menos en los afiches o “flayers.” En los recorridos que por todo el país realizan los candidatos se incluyen reuniones con empresarios, con comerciantes, con asociaciones de ciudadanos, con colectivos de distintos sectores económicos y sociales, pero no con colectivos vinculados a la cultura. Mas bien por excepción, en la primera vuelta el candidato Topic mantuvo una reunión, en Guayaquil, con un grupo de cantantes y artistas. Lo mismo hizo la candidata Luisa González en Quito, en el sur de la ciudad, se reunió con un pequeño grupo de artistas populares. Y nada más.
Una vez más, la cultura está ausente en la campaña electoral de la segunda vuelta. No nos sorprende. Ningún candidato presentó su programa de gobierno para los artistas y creadores, como si lo hacen con los agricultores, los camaroneros, los industriales o los choferes. Apenas si la candidata González dedicó un par de referencias, en una entrevista radial, muy al paso, a la cultura, y escribió un par de mensajes en sus redes sociales. Y pare de contar.
Tampoco en el debate presidencial los temas de cultura y patrimonio fueron incluidos. La cultura para el Comité de debates es un tema sin la más mínima importancia. Así mismo, los medios de comunicación no se interesan ni dan cabida a estos temas. Prefieren vanagloriarse de la mas rancia frivolidad antes que indagar en temas de nuestras identidades, nuestros consumos culturales, o peor la conservación de nuestra memoria histórica, social y patrimonial. Nada. Cero.
Los artistas y gestores culturales y, sobre todo, los ciudadanos no hemos podido conocer en profundidad cuáles son los planes de gobierno para la cultura y los patrimonios. Las instituciones culturales también, hay que decirlo, son cada vez más irrelevantes como para exigir al menos un pronunciamiento público de los candidatos. Así, los trabajadores de la cultura son, una vez más, ignorados y menospreciados.
Decíamos que somos un país fracturado. Y esa fractura es generada, precisamente, porque ignoramos la estructura social y cultural de un país plurinacional y multiétnico. Ya lo decíamos en las elecciones pasadas, al ignorar y prescindir de la cultura, los candidatos no son capaces de generar certidumbres en sus potenciales votantes. Y esa es la otra orfandad que se ha visibilizado en la campaña electoral. Una mayoría de votantes ejercerán su derecho al voto con una profunda incertidumbre, mas aún cuando -al escuchar a una candidata vicepresidencial- están en juego los más elementales derechos, como la salud, la educación, la seguridad social. Incertidumbres que evidencian, justamente, la ausencia de ese eje transversal e imprescindible, la cultura. Los candidatos no entendieron que la cultura es justamente una de las herramientas mas efectivas para generar procesos de paz sólidos y duraderos; procesos para sanar, para curar. Para generar cuidados y procesos colaborativos y cercanos, para recomponer el tejido social y romper esa espiral de violencia despiadada.
Esa ausencia de la cultura en la agenda electoral es aún mas lamentable cuando nos dicen que no abordan estos temas porque no dan votos. Ese es el problema, creer que un proceso electoral o, lo que es más, un proceso de cambio se puede hacer sin tomar en cuenta la cultura y los patrimonios. El resultado será siempre la mas burda confrontación o polarización que nos devolverá, de nuevo, al manido “correismo o anticorreismo.”
Ayer escuchábamos a varios artistas demandar a los candidatos pronunciamientos y solicitar que se incluya en sus planes de gobierno a la cultura. Bueno pues, en sus Planes de gobierno, presentados al Concejo Nacional Electoral, si está el tema de cultura.
Vayamos precisamente a esos Planes de gobierno. En principio se evidencia una gran diferencia; mientras el Plan presentado por el binomio Noboa-Abad es a todas luces improvisado y apenas un bosquejo de una página, el Plan de González-Araúz, está mas organizado, es coherente, y está vinculado a los ejes de economía y gestión social, y a la Ley Orgánica de Cultura.
Los planes evidencian también que se trata de dos modelos económicos opuestos y de dos formas de entender la gestión pública. Y revela además que un binomio está mejor informado y el otro desconoce e ignora el sector de la cultura y los patrimonios.
PROPUESTA DE DANIEL NOBOA PARA LA CULTURA
En el caso del candidato Daniel Noboa, no se ha pronunciado ni sobre cultura y peor sobre temas de patrimonio. En su programa de gobierno presentado al Consejo Nacional Electoral, CNE, si tiene una propuesta para su gestión cultural. Es una propuesta austera, parca, limitada y, probablemente, confeccionada al apuro. El plan contiene apenas 6 puntos, en el eje cultura e innovación, y es una propuesta mas bien básica de lo que será su gestión de gobierno.
Los seis puntos son los siguientes:
- Creación de un Plan nacional de promoción de la cultura: a través de programas de difusión, apoyo de la producción y exhibición de obras artísticas, literarias, musicales y cinematográficas.
- Promover alianzas estratégicas basadas en la cooperación interinstitucional en ámbitos de cultura, innovación, saberes ancestrales, tradiciones y fusiones étnicas, con el objetivo de alcanzar un intercambio integral de conocimientos culturales.
- Generar proyectos de intercambio artístico, conformados por delegaciones que fortalezcan la imagen cultural, artística y ancestral de nuestras costumbres.
- Desarrollar programas lúdicos y pedagógicos enfocado en la formación y capacitación de maestros en diversos conocimientos en arte y cultura.
- Generar espacios de reconocimiento de trayectoria, dignificando la labor de las y los artistas mediante el cual se condecore a los diferentes creadores artísticos que han aportado a preservar el patrimonio y el legado de la cultura en nuestro país.
- Fortalecimiento de las bibliotecas públicas: crear programas de animación a la lectura, talleres y jornadas y actividades culturales que incentiven la asistencia a las bibliotecas, para fomentar en hábitos que permitan incrementar el intercambio de conocimientos. Estos programas y acciones, demuestran el compromiso de un Plan de Trabajo Plurianual para Presidente y Vicepresidente de la Republica del Ecuador que se encuentra direccionado a la promoción de la cultura y la preservación del patrimonio artístico y étnico de nuestras tradiciones y costumbres.
Seis puntos que evidencian un desconocimiento del sector y de la Ley de cultura y patrimonio vigentes. Es confuso en el tratamiento de temas de multiculturalidad, y se ignora la existencia del Sistema Nacional de Cultura, subsistemas, y Redes de bibliotecas, museos, espacios escénicos, etc. Una propuesta bastante pobre e insulsa.
Es evidente y notorio que el candidato Noboa, a pesar que fue Asambleísta, desconoce la institucionalidad cultural y, por tanto, la existencia de los Institutos, IFAIC, INPC, etc. Y, por supuesto, desconoce las necesidades de los artistas y gestores culturales.
Como vemos, es un plan vago, limitado y desarticulado; un champús, como decían las abuelas. Seguro que quienes lo redactaron carecen de mínimos conocimientos sobre la estructura del ejecutivo para la gestión de cultura y los patrimonios; no han leído la Ley orgánica de Cultura y, lo peor, ni siquiera saben redactar correctamente una propuesta de gestión de gobierno.
PROPUESTA DE LUISA GONZÁLEZ PARA LA CULTURA
De su parte, la candidata por la Revolución Ciudadana, Luisa González, presenta un plan mejor estructurado, claro y vinculado a la legislación vigente, de lo que se deduce que conoce mejor el tema, el contexto, y las urgencias del sector cultural y patrimonial. Y no olvidemos que el candidato a la vicepresidencia, Andrés Aráuz, fue Ministro de Cultura.
El Plan están estructurado en varios bloques temáticos que van del numeral 429 al 447. Para conocer este Plan de primera mano, lo cito completo y de manera textual y luego me permito añadir un breve comentario en cada bloque:
Expresiones e instituciones Culturales:
- Descentralizar la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
- Implementar el Sistema Nacional de Cultura para articular un Sistema integral de Información Cultural con el Sistema Nacional de la Memoria.
- Rediseñar y ejecutar el Plan nacional de promoción del libro y la lectura.
- Rediseñar el Sistema de Fomento y protección de las culturas desde el ex IFAIC, incluidos los Fondos concursables.
- Establecer un Sistema Nacional Ciudadano, para definir el impacto transversal de la cultura en el país, realizando un informe con diseño de políticas, planes y programas de ejecución, con énfasis en: a) Cultura, educación e innovación tecnológica. b) Políticas para el fomento de las diversidades en el Ecuador con énfasis en los pueblos ancestrales, infancia, jóvenes y género. c) Economías creativas para el Buen vivir.
La descentralización de la Casa de la Cultura es, sin duda, un tema importante. Como sabemos, en la Ley de Cultura su rol dentro del Sistema Nacional es bastante ambiguo. No se explica en qué consistirá esa descentralización ni que rol jugará, mas aún si, como sabemos, la CCE, goza de autonomía administrativa. Pero, la descentralización de las instituciones culturales es un clamor nacional.
Es relevante la conformación del Sistema Nacional Ciudadano, ya que de esta manera se involucra a otros actores en el diseño de líneas de política pública. La participación e inclusión son importantes.
Memoria Social
- Establecer el Sistema Nacional de la Memoria, Archivos y Bibliotecas, tomando como base la reestructuración del Archivo y la Biblioteca Nacional.
- Recuperar bienes patrimoniales con un alto valor simbólico y sentido de pertenencia que consolidan la identidad del país.
- Fortalecer el Sistema Arqueológico, colecciones, parques arqueológicos, museos in situ.
- Activar las bibliotecas públicas del país.
- Aplicar un programa de bibliotecas, archivos y sitios arqueológicos municipales. Por acuerdo ministerial, los municipios deberán consolidar sus capacidades con créditos a través del BEDE.
La Ley orgánica de Cultura contempla ya la implementación de los Sistemas aquí señalados, pero lamentablemente y a pesar de haber transcurrido 7 años, no se han implementado. Hacerlo será un gran avance, tanto para las bibliotecas y archivos como para los bienes arqueológicos del país. El rol de los municipios, que deben estar articulados al Sistema Nacional de Cultura, es también un tema pendiente que debe ser asumido, pues a pesar de tener competencias carecen de presupuestos.
En este bloque hay que destacar la decisión de recuperar bienes emblemáticos patrimoniales, como el Tren de Alfaro, que fueron desmantelados en los últimos años.
Y el acceso a créditos del BEDE será de alto beneficio para los gobiernos locales, siempre y cuando sea un fondo exclusivo para obras vinculadas a la cultura y los patrimonios.
Artes y Artistas:
- Establecer el Estatuto de Artistas para proteger a quienes trabajan en la cultura y hacer sostenible su trabajo.
- Establecer el Sistema de Seguridad Social para Artistas, que considere: a) Plan de salud. B) Plan de empleo y desempleo. c.) Plan de vivienda y d.) Talleres para artistas.
- Impulsar una Red de Centros Culturales Ciudadanos en coordinación con el Sistema educativo y fomentando la cogestión ciudadana.
- Potenciar la industria del cine ecuatoriano, como uno de los espacios de diálogo y construcción de comunidad con mas capacidad para construir una sociedad plural y diversa. Determinar cuotas de pantalla e incrementar las ayudas al sector.
Una de las grandes debilidades del sector cultural es la ausencia de gremios que velen por el respeto a los derechos laborales. La creación de un Estatuto del artista, puede contribuir a garantizar los derechos laborales de los artistas y creadores. Un punto fundamental para superar la precariedad laboral imperante en el sector.
El seguro social para artistas es una vieja aspiración que, a pesar de los constantes ofrecimientos, no se ha cumplido. Es un tema clave y un pedido prioritario de artistas y gestores.
En cuanto al cine, determinar cuotas de pantalla también es una vieja aspiración, conseguirlo sería un gran avance para el desarrollo de cine nacional y su vinculación con el público. Recordemos que el 98% de las películas que se exhiben en las salas del país, plataformas digitales y televisión provienen de la industria de Hollywood.
Fomento cultural:
- Establecer un programa de Derechos de autor y creación de Nuevos públicos, en el cual el Ministerio de Educación invertirá en la adquisición de derechos de autor de artistas del Ecuador. Se invertirá en la plataforma de contenidos educativos para consumos de niños, jóvenes, maestros y docentes.
- Establecer un programa de Fondos para el Fomento Cultural a nivel urbano y rural con aplicación de una Ley de Mecenazgo, y con un mecanismo para distribuir estos a través de los Insttutos de Arte, los Núcleos descentralizados de la Casa de la Cultura, municipios y juntas parroquiales. Estos recursos servirán para invertir en prestaciones artísticas, subvencionar las obras por encargo, y para que los Municipios adquieran y exhiban obras de arte.
- Establecer programas editoriales, salas y teatros independientes con planes de créditos para equipamiento, mantenimiento y programación, con subvenciones para lectores y espectadores, especialmente para niños, jóvenes, adultos de la tercera edad y desempleados.
En este bloque lo más novedoso es la creación de la Ley de mecenazgo, para lograr recursos del sector privado. Una Ley que existe en muchos países, tanto de Europa como en Estados Unidos, y permite conseguir recursos para financiar colecciones de arte, mantenimiento de museos, etc. Si estos recursos pueden llegar a la ruralidad, solventaría las carencias de los gobiernos locales. Habría que articularla, o fusionarla, a los incentivos tributarios que expidió el gobierno de Lasso, como la exención del 150% de impuesto a la renta.
El respeto a los derechos de autor es importante, más aún si es el Ministerio de Educación el que puede generar un plan masivo con la adquisición de esos derechos y difundirlo a través de una plataforma virtual.
Educación artística:
- Desarrollar el Sistema de Educación Artística, desde la educación básica, medio y superior.
- Facilitar el establecimiento de Conservatorios como sedes de Universidades Públicas para que ofrezcan títulos de tercer y cuarto nivel.
- Articular los Conservatorios municipales de música con los conservatorios Superiores de música.
- Establecer, en conjunto con los Municipios, Centros de formación y capacitación en artes y artes aplicadas.
- Repotenciar los colegios de artes, facilitar el acceso de los estudiantes a la UArtes
y a las Facultades de Artes de las IES a través de un Sistema integrado.
En este bloque quizá lo mas importante sea vincular este buen propósito de la educación artística con el mandato de la Ley orgánica de cultura que se ha incumplido, el Régimen Integral de Educación y Formación en Artes, RIEFAC. Este Régimen contempla, precisamente, todo el proceso de formación desde la educación básica. Su implementación cambiaría radicalmente el estado de la cultura en el país. Hay en esta propuesta varias ausencias y vacíos, pero, al menos, nos permite visualizar cuál es el camino que seguirá en caso de ser gobierno.
Estas son las propuestas para cultura que las dos candidaturas finalistas han presentado en sus planes de gobierno. El sector cultural anhela que el nuevo gobierno, si bien existen urgencias importantes que deberá gestionar, la cultura y los patrimonios no sean la última rueda del coche.
La situación de la institucionalidad cultural del país es grave, pues viene de un periodo constante de recortes a sus presupuestos, de una permanente ineficiencia en el manejo de los fondos concursables, una indolente ausencia del Ministerio de Cultura, y una carencia de líneas de fomento e incentivos que permitan reactivar y potenciar al sector cultural.
En todo caso, que estas dos propuestas sirvan también para analizar y definir un voto meditado e informado.