Miles de chilenas y chilenos participaron de la marcha del 10 de septiembre, el acto en el Estadio Nacional y decenas de actividades en ciudades de las 16 regiones del país. Cerca de 15 mil mujeres estuvieron la noche del 10/9 en la vigilia en torno de La Moneda. Los territorios se llenaron a expresiones populares. Un emotivo acto conmemorativo de los 50 años se realizó en la Plaza de la Constitución.
Fue multitudinario y emotivo. Extendido por todo Chile. Miles y miles de chilenas y chilenos anónimos, del pueblo, de los territorios, homenajearon al Presidente Salvador Allende a 50 años de su muerte defendiendo la democracia en La Moneda.
Fue, también, masiva la condena al golpe de Estado promovido por los partidos de la derecha, la Democracia Cristiana y los gremios empresariales, y ejecutado por las Fuerzas Armadas y Carabineros con el documentado respaldo del Gobierno de Estados Unidos.
En una cincuentena de países de todo el mundo hubo homenajes a Allende y condenas a la asonada golpista, incluido las declaraciones de jefes de Estado y personalidades internacionales, y actividades políticas y culturales en muchos lugares.
Mientras los partidos de Chile Vamos y Republicanos justificaban el golpe militar, denostaban a Allende, hablaban de división y odio, se restaban de las actividades institucionales, los espacios territoriales, institucionales, sociales, se llenaron de condenas a la dictadura, reconocimientos al legado de Salvador Allende, homenajes a las víctimas, el llamado a no repetición y defensa de la democracia y los derechos humanos.
La mañana del 10 de septiembre, miles de trabajadores, mujeres, jóvenes y estudiantes, pobladores, artistas, agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, militantes de partidos de izquierda y progresistas, colectivos feministas, organizaciones sindicales, ciudadanas y ciudadanos, participaron en la marcha por los derechos humanos que se desplazó desde la Plaza de Los Héroes hasta el Memorial en el Cementerio General. La multitudinaria marcha pasó por la puerta de calle Morandé 80 de La Moneda, cruzó calles de la capital, y mostró colorido y cánticos populares.
En la noche del 10, cerca de 15 mil mujeres, vestidas de negros y llevando el cartel “Nunca Más”, rodearon La Moneda entre las 8 y las diez de la noche, en una vigilia de recuerdo al Presidente Allende y las víctimas de la dictadura, y en un llamado a la defensa de los derechos humanos y la democracia.
El lunes 11 alrededor de mil personas participaron en la actividad oficial de conmemoración de los 50 años del golpe de Estado encabezada por el Presidente Gabriel Boric y realizada en la Plaza de la Constitución, frente al palacio presidencial de La Moneda.
Por la tarde, miles y miles de ciudadanas y ciudadanos, de todas las edades y diversidad de sectores sociales, concurrieron al frontis del Estadio Nacional para rendir homenaje a Allende y a las y los miles de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, a todas las víctimas de tortura, exilio y represión. Un evento cultural donde se reivindicó el proyecto popular del Gobierno de Salvador Allende, se alentó a las batallas sociales y a la promoción de los derechos humanos y sociales.
A partir de las 19:00 comenzaron actos políticos y culturales de homenaje a Salvador Allende y condena al golpe de Estado en cientos de territorios de la Región Metropolitana, principalmente en zonas como Lo Hermida, Villa Francia, La Victoria, La Legua, San Miguel, Estación Central, Ñuñoa, Lo Espejo, Puente Alto, Pudahuel, Santiago, Recoleta, Renca.
Los eventos culturales, políticos, así como foros, conferencias, exposiciones, presentación de publicaciones, se realizaron a lo largo de las 16 regiones del país, en ciudades como Valparaíso, Concepción, La Serena, Valdivia, Copiapó, Temuco, Antofagasta, Viña del Mar, Rancagua, Punta Arenas, entre otras.
El Concejo Municipal de Valparaíso declaró Ciudadano Ilustre al Presidente Salvador Allende. Hubo diversas actividades en la Fundación Salvador Allende, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, en Sitios de Memoria a lo largo de todo el país, en centros de estudio y pensamiento, en muchas universidades de todo el país, en la Fundación Víctor Jara y en las municipalidades de Santiago, Recoleta, Lo Espejo, Huechuraba, entre otras.
Miles de mujeres en torno de La Moneda
Miles de mujeres llegaron hasta el frontis del Palacio de La Moneda vestidas de negro y en silencio para participar de la vigilia “NUNCA+ la democracia bombardeada” que fue convocada por casi cincuenta organizaciones bajo la agrupación “Mujeres por el Nunca Más”.
La participantes ocuparon Alameda con Morandé, pasando por Plaza de la Constitución, para luego volver por calle Teatinos hasta el frontis de la Casa de Gobierno, en la idea de rodear el palacio presidencial y rendir homenaje al Presidente Salvador Allende y a quienes cayeron en la defensa de La Moneda.
La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arrendondo, participó del acto de conmemoración y sostuvo que “lo importante de participar de las distintas actividades que se han desarrollado durante estos días, es que quienes asistimos compartimos el sentimiento común de defensa irrestricta de la memoria y de la democracia, en desmedro de los hechos de violencia que marcaron a Chile ese triste 11 de septiembre de 1973”.
Homenaje en la Cámara Baja
En la Cámara de Diputadas y Diputados se realizó un homenaje al Presidente Salvador Allende y en el Senado se dedicó un minuto de silencio a la memoria del mandatario.
El diputado Luis Cuello, jefe del comité parlamentario del Partido Comunista, Federación Regionalista Verde Social, Acción Humanista e Independientes, declaró que “hoy, pese a un acto de mala clase, pese al acto matonesco de la UDI, hemos logrado homenajear, después de 25 años en el contexto de los 50 años del golpe de Estado, al Presidente Mártir, al Presidente Salvador Allende, quien encabezó un proceso democrático, popular y que fue derogado por la fuerza”. Añadió que “hoy este Congreso Nacional ha tenido el valor de realizar un gesto de reparación simbólica, reconociendo a un parlamentario, a un dirigente, a un luchador social, como fue el Presidente Allende”.
Actividades en La Moneda
El Presidente, Gabriel Boric Font, encabezó el acto central realizado en la Plaza de la Constitución, que contó con la participación de más de tres mil personas invitadas, tanto de Chile como del extranjero. El encuentro se inició con el himno nacional interpretado por Valentín Trujillo, para dar paso al baile de la Cueca Sola. Le siguió la declamación de poemas de Elicura Chihuailaf y Elvira Hernández. También actuaron Mon Laferte, Yorka y Pascuala Ilabaca.
Luego de un minuto de silencio realizado a las 11:52 hrs, momento en el cual hace 50 años fue bombardeada La Moneda por aviones de combate de la Fuerza Aérea, subieron al escenario para realizar declaraciones Estela de Carlotto, presidenta de la organización de Abuelas de la Plaza de Mayo, la senadora Isabel Allende, y por último el Presidente. Estaban presentes la senadora e hija del Presidente Allende, Isabel Allende, la nieta del jefe de Estado, Maya Fernández Allende, la expresidenta Michelle Bachelet, el exmandatario, Ricardo Lagos.
En los eventos en la Casa de Gobierno participaron los presidentes de México, Manuel López Obrador, de Bolivia, Luis Arce, de Colombia, Gustavo Petro, Luis Lacalle Pou de Uruguay y el Primer Ministro de Portugal, António Costa. Además, los expresidentes Pepe Mujica (Uruguay), Felipe González (España), Laura Chinchilla (Costa Rica), Ernesto Samper y Juan Manuel Santos (Colombia); el juez español, Baltasar Garzón, el secretario general del Partido Comunista de España, Enrique Santiago, el presidente del Bundesrat de Alemania, Peter Tschentscher, Chris Dood, en representación del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
La Anef y la CUT
Particularmente, dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales de Chile (ANEF), participaron en diversidad de actividades conmemorativas del golpe de Estado y de homenaje al Presidente Allende. Colocaron ofrendas florales en el monumento al mandatario y participaron en la marcha del 10 de septiembre.
El discurso del Presidente Gabriel Boric
Hoy, como han dicho quienes me antecedieron, aunque también con una sonrisa imborrable, Estela, con una emoción inconmensurable, Isabel, conmemoramos una fecha que es dolorosa y que es, sin duda, un punto de inflexión en nuestra historia, en una historia que es compartida, que trajo muerte, que trajo sufrimiento, persecución y pobreza a nuestra patria.
Hoy recordamos a quienes defendieron la Constitución y las leyes cuando hace 50 años el estado de derecho caía avasallado detrás nuestro por la fuerza de aviones, tanques y armas y la insolencia de la traición y la sedición.
Es también, queridos ciudadanos, un día para hacer aprendizaje, qué hemos aprendido en estos 50 años y fortalecer, de esta manera, nuestra convivencia. Por ello es que, tal como recordaba la senadora Isabel Allende, valoro profundamente que, en conjunto con los expresidentes vivos de Chile, Eduardo Frei Ruíz-Tagle, Ricardo Lagos Escobar, Michelle Bachelet Jeria y Sebastián Piñera Echenique, hayamos firmado juntos el Manifiesto por la Democracia Siempre, porque es en la diversidad y entre quienes piensan distinto con quienes podemos construir una sociedad mejor.
Por eso, compatriotas, desde este Santiago refulgente después de la lluvia, proclamamos con mucha convicción que nunca más la violencia sustituya en nuestra convivencia el debate democrático. Y hoy decimos ante Chile y el mundo: Democracia, hoy y siempre.
También, es un buen día para recordar que un permanente desafío de la democracia en no dejar de atender las señales de frustración que atraviesan a la sociedad entera, referida a la promesa de mayor bienestar, de igualdad, de justicia, de pensiones dignas para quienes han trabajado toda su vida, de reconocimiento al trabajo no remunerado de las mujeres, de la repartición más justa de la riqueza, del cuidado del medio ambiente, del respeto a nuestros pueblos originarios, del cuidado de los niños y niñas de nuestras patrias.
El Golpe de Estado y la dictadura chilena, La Moneda bombardeada y la muerte del presidente Salvador Allende estremecieron a millones de hombres y mujeres alrededor del mundo. Los que habían visto en Chile una esperanza de cambios profundos en democracia y pluralismo en favor de la justicia social, en donde con esa famosa frase de que nuestro camino, nuestra vía chilena era “con empanadas y vino tinto”, y eso quería decir con democracia, pluralismo y libertad, era un camino de cambios en favor de la justicia social, respetando siempre los derechos de las minorías.
Así como yo, la mayoría de los chilenos que hoy habitan nuestra tierra nacimos después del 11 de septiembre de 1973. ¿Qué sentido tiene, entonces, rememorar algo que pasó hace 50 años? Por eso, desde este podio, quiero hablar a las nuevas generaciones, a las que crecieron o nacieron en democracia y que, por lo tanto, la dan por hecho. Quiero que sepamos, que entendamos, que atesoremos que el sacrificio de quienes nos antecedieron en la historia larga de nuestra patria nos interpela a cuidarla día a día. Y los invito a pensar a cada uno de ustedes no sólo en formato de discurso, sino de verdad a cada uno de ustedes, en sus padres, en sus madres, en sus abuelos o en sus abuelas o incluso en sus antecesores más lejanos.
Hace 50 años ese continuo avance histórico, a veces lento, a veces insuficiente, pero continuo, de conquistas para la dignidad del pueblo se vio amenazado y truncado. Pero aún en la noche más oscura hubo quienes valiente y anónimamente lucharon para que no perdiéramos lo que con tanto esfuerzo habíamos avanzado, los que guardaron un pedacito de historia para contarla, los que grabaron un casete y lo pasaron de mano en mano, los que enterraron sus libros. Eso tuvo un costo que, en muchos casos, fue demasiado alto.
Sabemos que el Golpe de Estado, y seamos capaces de decirlo, el Golpe de Estado, trastocó profundamente la vida de todas y todos los chilenos, no sólo de quienes militaban en los partidos políticos de la Unidad Popular o creyeron en el proyecto que representó esta alianza política. Y es que un proyecto encabezado por un hombre de impecable trayectoria democrática, que fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y las leyes y así lo hizo, ese hombre, Salvador Allende, por ese compromiso y consecuencia, a 50 años de distancia, el mundo le sigue rindiendo homenaje y lo respeta.
Por eso, en un día como hoy, cabe recordar a todos quienes han recorrido aquella historia y hay quienes acompañaron y acogieron el dolor del momento en que ella se truncó porque sabemos que en medio del terror se levantaron organizaciones, con dificultad, con amenazas, a las que hoy les rendimos homenaje como fue, por ejemplo, el Comité Pro Paz, la Vicaría de la Solidaridad, la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas, las agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos que golpearon todas las puertas habidas y por haber, los familiares de los presos políticos, de los ejecutados políticos, de los relegados y exiliados, el Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo, la Fundación de la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia, la Comisión Chilena de Derechos Humanos, el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (Codepu), el Servicio de Paz y Justicia de Chile, la Comisión Nacional de Derechos Juveniles, entre tantos otros y otras no sólo en Santiago, a lo largo de toda nuestra patria.
La reconciliación, queridos compatriotas, no pasa por pretender empatar las responsabilidades entre víctimas y victimarios, sino haciendo todo lo que esté a nuestro alcance por encontrar la verdad, la justicia y comprometernos a, como cantaron con fuerza las mujeres chilenas ayer afuera de La Moneda: Nunca Más.
La dolorosa experiencia del Golpe de Estado y la dictadura marcaron profundamente a generaciones de chilenos y chilenas. Y, por eso, repetimos con fuerza nunca más. Y, por eso, nos violentó cuando hace sólo un par de años, también, en nuestra patria, se violaron los derechos humanos en el marco del Estallido Social.
Para terminar, queridos compatriotas, el compromiso que hoy nos mueve debe ir más allá de la coyuntura del momento, tenemos que ser capaces de pensar en el futuro que estamos construyendo.
Invito, desde acá, a los chilenos y chilenas de todas las generaciones y a quienes nos acompañan desde el extranjero, a seguir soñando con un Chile y un mundo más democrático, más justo, más inclusivo, más igualitario, más sustentable y más amable. Un mundo en donde, como cantaba Violeta, seamos capaces de asumir que el canto de todos es nuestro propio canto.
Tomado de El Siglo (Estracto)