Ya lo dijo Bertolt Brecht, hay hombres imprescindibles, aquellos que luchan toda una vida: Jaime Galarza Zavala fue uno de ellos. Imprescindible para su país que lo vio erguirse como un intelectual comprometido con las mejores causas de la cultura y de la política. El prolífico escritor y periodista cuencano había nacido el 28 de julio de 1930 y fallece a los 94 años la tarde del 20 de julio por una afección pulmonar.
Jaime tuvo una infancia modesta en su Cuenca natal, hijo de Rafael Galarza Arízaga, nacido en Gualaceo y Rosario Zavala Samaniego, natural de Sígsig, profesora rural. Allí, Jaime forjó su espíritu crítico, literario y militante, compartiendo las necesidades de su pueblo. Cursó la primaria en las escuelas fiscales Honorato Vásquez y Luis Cordero. En esta última fundó en quinto grado, con su primo hermano Jorge Córdova Galarza, el periódico manuscrito El Escolar. En el colegio Benigno Malo hizo los tres primeros cursos de la secundaria, dirigió la revista anual Antorcha en la que aparecieron sus primeros poemas y cuentos y presenció la triste situación de la raza indígena, indios semidesnudos y latigueados en las calles de Cuenca. Aquellos serían los inicios del intelectual imprescindible.
Sus primeros poemas aparecen en el diario socialista La Tierra, escritos durante sus jornadas cotidianas en la Biblioteca Nacional donde concurre a realizar lecturas de biografías y versos. En esos episodios conoce al poeta César Dávila Andrade con quien concurre a las tertulias político literarias en Cuenca. Eran días de intensa actividad cultural política, y Jaime decide incorporarse al Partido Comunista. Él mismo evocó alguna vez ese acontecimiento: “En 1948 fui a inscribirme en los registros del Partido Comunista. Nadie me llevó, fui solo, mis jefes locales eran el Dr. Rafael Echeverría Flores y el historiador Oswaldo Albornoz Peralta”
En su vida militante participa de las protestas universitarias de Guayaquil en junio de 1959 contra el régimen socialcristiano de Camilo Ponce Enriquez y es testigo de la masacre de estudiantes. Al año siguiente en unión de otros militantes comunistas fundó la Unión Revolucionaria de Juventudes Ecuatorianas, URJE, de la que fuera su primer presidente.
Entrados los años sesenta, Ecuador vivió la dictadura militar de 1963. Durante el período predictatorial, Jaime Galarza permanece detenido en diversas cárceles o bajo persecución, durante sus periodos de clandestinidad trabajaba en la redacción de la revista Mañana. En noviembre del 1962 publica el primero de sus libros, El Yugo Feudal, ensayo calificado de terrible por ser un patético mural del campo ecuatoriano. Al ascender la Junta Militar de junio de 1963, la dictadura clausuró la revista Mañana. En septiembre de ese año, Jaime Galarza se asila en la sede diplomática de Bolivia y parte al exilio.
Al año siguiente viaja a La Habana y trabaja en la Agencia de Noticias Prensa Latina, posteriormente viaja a Chile y Perú en 1965 y regresa clandestino a Ecuador, pero luego de una denuncia es detenido en Guayaquil como “un elemento de vasta inteligencia, sumamente peligroso”, según el parte oficial.
Su obra
En su trayectoria, Jaime Galarza publicó una veintena de libros, incluyendo poesía y textos de no ficción. Entre sus obras están Los Campesinos de Loja y Zamora, una crítica del fracaso de la Reforma Agraria en el Ecuador a los nueve años de haber sido aplicada. Al inicio de los años setenta editó el poemario El aire del hombre y se hace cargo de la dirección del semanario Orientación, órgano de la Universidad Central. Por esos días la imprenta universitaria fue destruida por una bomba y son asesinados los presidentes de la FEUE de Quito, Milton Reyes y Rafael Brito en Guayaquil, crímenes denunciados por la revista Orientación que salió publicada por otra imprenta.
En febrero de 1972 Galarza publica una obra fundamental de su investigación periodística, El festín del petróleo, en la que denuncia la acción de las compañías transnacionales que operaban en el país, especialmente Texaco-Gulf.
Dos años más tarde, en 1974, ve la luz Piratas del Golfo, fruto de la denuncia del reparto de concesiones en el golfo de Guayaquil que realiza el presidente Arosemena a través de adláteres de su régimen. Otras obras suyas son Petróleo de nuestra muerte, Quienes Mataron a Roldós, El amor en armas:poesía revuelta, Eloy Alfaro: líder de nuestra América. En cada uno de estos textos Galarza puso su preclara inteligencia para revelar una verdad sobre el país.
Su producción literaria y periodística le significó a Galarza, años de cárcel. A su arribo en enero de 1973, Julio Cortázar declaraba a diario El Comercio: «Estoy convencido que el escritor Jaime Galarza sigue preso por defender con su libro el petróleo ecuatoriano y la soberanía nacional. Personalmente le admiro”. Por gestión del escritor argentino en Europa, intelectuales de prestigio mundial como Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir Miguel Ángel Asturias, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, y otros, intervinieron ante el mandatario General Guillermo Rodríguez Lara, y Amnistía Internacional. La gestión consiguió que le cambiaran de celda y que no se le siguiera maltratando.
A inicios de 1976, ya en libertad, Jaime Galarza junto a Benjamin Carrión, Pedro Jorge Vera y Milton Alava Hormaza organiza el Frente Amplio de Izquierda, FADI, fruto de la unión del Partido Comunista, el Socialismo Revolucionario, el Comité del Pueblo, el Movimiento Revolucionario izquierda Cristiana y el Movimiento Segunda independencia dirigido por Jaime Galarza, que apoya la campaña electoral de René Maugé Mosquera en binomio con Aníbal Muñoz.
El 1982, un año después de la muerte del presidente Jaime Roldós, el escritor ecuatoriano publica su ensayo Quienes mataron a Roldós. El texto es una contundente denuncia demostrando de que el mandatario había sido asesinado cuando una explosión derribó al avión en el que viajaba, en pleno vuelo. En 1984 editó un ensayo compuesto de una historia y un cuento título de Petróleo de Nuestra Muerte, quedando en evidencia su permanente preocupación por los destinos de nuestros recursos naturales.
En una ocasión Jaime Galarza había dicho de mismo: Soy un caminante pero un caminante del pueblo…de la patria… de la justicia y un caminante de los sueños…para hacerlos realidad.
Reconocimientos públicos
Por su obra en vida obtuvo diversos reconocimientos. En febrero de 2011 la Asamblea Nacional de Ecuador, en sesión plenaria, lo distinguió con la presea Vicente Rocafuerte. También fue galardonado con el Premio Nacional Eugenio Espejo por el Gobierno de Correa, en agosto del 2007. En abril de 2008 el Gobierno Provincial Autónomo del Oro le otorgó la Mención de Honor al Mérito Cultural. El 24 de mayo de 2010 el Gobierno Provincial de Pichincha le confirió el Galardón Batalla de Pichincha por su «actividad cultural y patriótica». En febrero de 2011 la Asamblea Nacional de Ecuador en sesión plenaria, lo distinguió con la Presea Vicente Rocafuerte. Galarza fue también el primer Ministro de Medio Ambiente del Ecuador en el gobierno de Abdalá Bucaram, cargo que desempeñó como uno de los primeros intelectuales ambientalistas del país.
A su deceso el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, expresó: «Ha partido uno de los grandes representantes de la escritura ecuatoriana. Su poesía se convirtió en su arma de lucha convirtiéndolo en un revolucionario. Extendemos a su familia un abrazo, paz y consuelo en estos momentos”.
Con la partida de Jaime Galarza Zavala, el país pierde a uno de sus preclaros intelectuales, luchador imprescindible, poeta comprometido con los destinos de su pueblo, ensayista valiente, cualidades por las que será recordado como un ecuatoriano ejemplar.