Por Luis Onofa
Este sábado, 13 de mayo, se cumplen 65 años del asesinato del periodista ecuatoriano Carlos Bastidas Argüello (1935-1958), en La Habana, Cuba, a manos de las fuerzas de seguridad de la dictadura de Fulgencio Batista, episodio luctuoso que los periodistas cubanos lo rememoran cada año bajo el liderazgo de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, mientras en Ecuador es poco conocido y reconocido.
Habían transcurrido pocos días que Bastidas había bajado de la Sierra Maestra, luego de entrevistar a Fidel Castro, líder del Ejército Rebelde, que luchaba contra Batista, cuando un agente de seguridad de la dictadura le provocó, le disparó y mató en un café de la capital cubana.
Bastidas, que entonces tenía 23 años, había logrado subir a Sierra Maestra en misión periodística, pero las razones de justicia y legitimidad que encontró en la lucha del movimiento rebelde le llevaron a identificarse con éste, al punto que, bajo el pseudónimo de “Atahualpa Recio”, se convirtió en colaborador de Radio Rebelde, medio de comunicación creado por los insurgentes, que desde la montaña informaba de las operaciones guerrilleras y daba orientaciones al pueblo cubano sobre la lucha. Tiempo después de la muerte de Bastidas, el periodista Jorge Ricardo Masetti, uno de los fundadores de la agencia cubana de noticias, Prensa Latina, quien también estuvo en Sierra Maestra, daría testimonio de la militancia del periodista ecuatoriano. Y más tarde, el periodista cubano Juan Marrero González escribiría un libro sobre Bastidas titulado “Andanzas de Atahualpa Recio”.
El asesinato de Bastidas se produjo apenas siete meses antes del triunfo de las fuerzas revolucionarias lideradas por Fidel Castro. A su muerte, y pese a su juventud, Bastidas había cumplido una trayectoria profesional que lo había llevado a reportear sobre dramáticos acontecimientos políticos del mundo en ese momento: los sucesos de Hungría, de 1956, y las caídas de los dictadores Rojas Pinilla, en Colombia y Pérez Jiménez, en Venezuela.
Los restos de Bastidas reposaron primero en el Panteón de los Periodistas de La Habana y desde 1997 en el Cementerio Colón de la misma capital cubana. En 2018, el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, develó una placa en su sede de la capital cubana, con una leyenda que recuerda que Bastidas fue el último periodista asesinado en Cuba a manos de las fuerzas de seguridad de Batista. Los gremios de periodistas ecuatorianos le deben reconocimiento a Carlos Bastidas como uno de los internacionalistas de América.