En el convencional y sofisticado mundo de la diplomacia las relaciones entre representantes de un Estado monárquico y de una República socialista pudieran resultar paradójicas. No obstante, las normas de convivencia en la comunidad internacional sugieren otra cosa.
En un hecho que confirma la actual política internacional revolucionaria de Cuba, arribó este viernes a Londres el vicepresidente de ese país, Salvador Valdés Mesa, al frente de la delegación cubana que asistirá a la ceremonia de coronación de su majestad Carlos III, fijada para este sábado 6 de mayo en la Abadía de Westminster. En cumplimiento de una abultada agenda, durante su estancia en Reino Unido, el vicepresidente cubano asistirá a las actividades organizadas por la Casa Real y la Cancillería británicas. La delegación cubana integrada, además, por Ángel Villa Hernández, director general interino de Asuntos Bilaterales en el Minrex, y Bárbara Elena Montalvo Álvarez, embajadora de Cuba en la nación europea, prevé asistir como acto central de la visita a Londres, a la ceremonia prevista a la que asistan unas 2000 personas, incluidos un centenar de jefes de Estado y otros representantes oficiales, miembros del Gobierno británico e invitados de otras casas reales.
Vínculos tradicionales
El monarca británico, Carlos III, cuyo ascenso al trono fue oficializado en ceremonia celebrada en el Palacio de St. James en Londres en septiembre de 2022, visitó La Habana en marzo de 2019, entonces como príncipe, junto a Camila, duquesa de Cornualles. En esa oportunidad, fueron recibidos por el presidente Miguel Díaz-Canel en la primera visita de miembros de la familia real británica a la isla y recorrieron lugares de interés económico, científico y social, entre ellos la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, el Centro Histórico de La Habana y el Centro de Inmunología Molecular (CIM). El príncipe Carlos de Gran Bretaña visitó en esa ocasión la escultura a John Lennon, en un parque de El Vedado habanero, manejando un MG descapotable de 1953, de color negro. El heredero de la corona británica arribó al parque conocido por la efigie del ex-Beatle y admiró la estatua de Lennon, una figura de bronce a tamaño natural sentado en uno de los bancos del parque, una obra del escultor cubano José Villa Soberón, que inauguró Fidel Castro el 8 de diciembre del 2000. En tributo a las relaciones internacionales armónicas, Lennon creó Imagine, el himno de paz que aboga en sus versos por «una hermandad de la humanidad… viviendo la vida en paz».
Como antecedente diplomático, el vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés, visitó en septiembre pasado la capilla ardiente de Isabel II en el Palacio de Westminster, para rendir tributo a la monarca británica fallecida el 8 de septiembre pasado a los 96 años.
La joya de la corona, sin duda, es la política exterior cubana que, respondiendo a un principio de no intervención y libre determinación de los pueblos, fomenta relaciones de amistad y diplomacia con todos los Estados y países del mundo. No ha logrado aislar a Cuba el bloqueo norteamericano rechazado por todos los países del mundo en el seno de la ONU, excepto Estados Unidos e Israel.
La joya de la diplomacia hoy, es una relación multilateral de brazos abiertos, de colaboración pacífica y solidaria para unir esfuerzos en erradicar los peores males de la humanidad: la pobreza, las guerras y la injerencia, que suelen ser políticas de los imperialismos y neocolonialismos que contradicen la convivencia humanista internacional.