Esta semana ha hecho noticia el General (r) Paco Moncayo G,, al constituirse en el flamante Consejero de Seguridad del gobierno de Guillermo Lasso, quien creó el cargo con rango ministerial con dedicatoria para el general Moncayo por considerarlo “héroe del Cenepa” y “hombre con una gran trayectoria y patriotismo”. El militar retirado ha sido puesto a la cabeza de “la lucha en la guerra contra el narcodelincuencia declarada de manera no formal por el régimen de Lasso. En este contexto reproducimos una carta enviada por el coronel CRNL DE EMC (Sp) Eduardo Vergara Barros, documento histórico que puntualiza circunstancias que rodean la actuación de General Moncayo en la guerra del Cenepa.
DEL CORONEL VERGARA AL GENERAL MONCAYO A LOS 24 AÑOS DEL CENEPA – TIWINTZA HONOR Y GLORIA
Carta pública, enviada al Sr. General Paco Moncayo el 23 de diciembre del 2016 ¡SIN RECIBIR RESPUESTA ALGUNA!
Señor: General Paco Moncayo G.
AL GENERAL SI HAY QUIEN LE ESCRIBA
En un prestigioso diario capitalino se publicó un artículo muy interesante “AL GENERAL YA NO HAY QUIEN LE ESCRIBA”. Cuando estamos por cumplir el vigésimo segundo aniversario del conflicto del Cenepa, puedo expresarle a Usted, mi General, que si hay quien le escriba. Me siento orgulloso junto a mi tropa, de haber defendido como soldado, el Honor y la Dignidad Nacional, convencido de lo que hacía como comandante Táctico de Tiwintza en pleno conflicto bélico. Cumpliendo mi sagrado deber como soldado muy lejos de figuraciones y ambiciones personales, de cuyo hecho histórico se aprovechó mucha gente, utilizando aquella gesta heroica de plataforma para cumplir sus vanos intereses. En memoria de nuestros verdaderos héroes que derramaron su sangre en el campo del honor y por respeto al pueblo ecuatoriano, ya es hora que se dejen de aquella ostentación politiquera de “HÉROES DEL CENEPA”. Los verdaderos combatientes, comandantes de las unidades operativas sabemos de la historia de Tiwintza. El pueblo vive engañado sobre algunos héroes; puesto que en la reunión mantenida con Usted y los comandantes de las unidades operativas en Patuca luego del conflicto, cuando pensamos que se iba a tratar sobre las condecoraciones para nuestra tropa y mandos medios, usted se puso de pie y dispuso que no había condecoraciones para nadie, solo únicamente para los muertos y estandartes de las unidades. ¡Oh Sorpresa! el 24 de mayo de 1995, luego del conflicto y en majestuosa ceremonia cívico militar, con usted a la cabeza fueron condecorados, algunos militares merecidamente y otros que realmente no sabemos por qué, lo cual causó malestar en los soldados, pues a los verdaderos combatientes, nuestra tropa, no les llamaron ni siquiera para presenciar la ceremonia desde las gradas del estadio, ni a formar por lo menos el marco de honor a los “Héroes”. Los militares de carrera y otros, sabemos que los problemas bélicos se dan de acuerdo a la situación que se vive y estos se desarrollan a: • Nivel Estratégico • Nivel Operativo • Nivel Táctico Por lo que nuestro escenario se encontraba ya definido, siendo Tiwintza, único objetivo político y militar que resumía todo esfuerzo del conflicto peruano. Todos los combates se desarrollaron a nivel táctico, esto es, con patrullas de combate comandadas por nuestros Sargentos, Subtenientes, Tenientes, Capitanes, Mayores, al mando de mi persona; mientras usted estaba en Patuca a 55 Km. de distancia de los acontecimientos. El Tcrl. Luis Hernández, que debía estar con su puesto de mando con el reparto que llevo el Centro de Gravedad en las operaciones, de acuerdo a la doctrina, a lo ético y profesional nunca lo estuvo, especialmente los días más críticos y decisivos para la historia de la Patria como fueron el 19, 20, 21, y 22 de febrero de 1995, llegando el 25 de febrero, a las 13:30 en helicóptero a Tiwintza a ver ¡qué ha pasado!, en esos fatídicos días. Al desempolvar mi diario de lo vivido en aquel conflicto, en el que tengo entre otros documentos mis anotaciones por fechas, por días, horas y minutos, entiendo y me doy cuenta de sus constantes llamadas por radio especialmente, el 21 de febrero de aquel año, distrayendo mis acciones en medio del fragor de los combates, en el que me decía: ¿dónde se encuentran? ¿a dónde ha replegado? ¿dónde ha dejado el armamento? ¿Qué es de la gente? Etc. Usted mi General, estaba convencido que Tiwintza había caído en poder del ejército peruano. Es decir, dudó de la capacidad operativa y profesional de nuestros soldados y se dejó llevar por las noticias de los medios de información peruanos, es decir no sabía lo que pasaba en el campo de batalla en aquel duro día. Por lo cual recibió una respuesta firme y contundente de mi parte, lo que a mi parecer hirió su EGO hasta la presente. Usted mi General, ha de preguntar, ¿por qué digo esto a los 22 años? Es por la sencilla razón de que no quise hacer polémica del tema, por respeto a los soldados que cayeron defendiendo nuestro sagrado suelo Patrio. Además, la historia es la narración verídica de los hechos a través del tiempo. Luego de leer su libro titulado “Paco Moncayo Gallegos CENEPA, Antecedentes, el conflicto y la paz”, encontré que parte de mí Informe de Guerra y mis calcos de operaciones (documento histórico) que entregue al Comando del Ejército, luego de finalizado el conflicto en el año de 1995, se encuentra en su libro, especialmente de las acciones militares del 21 de febrero, día en el cual el Ejército Peruano, trato de tomarse Tiwintza por la fuerza de las armas, sin que Usted mencione mi nombre en su libro, lo que da a entender que para usted yo no he existido en el combate. Le recuerdo que la LEALTAD, en la milicia es algo sagrado y sublime, pregonada y practicada por los hombres de bien en el interior de nuestras FF.AA. Un soldado de honor, no esconde ni oculta el trabajo, ni las acciones de sus subordinados; al contrario, los trabajos en acciones de combate se los debe reconocer por históricos. La Lealtad es aquel sentimiento de respeto y fidelidad que empuja a la verdad.
Atte.
CRNL DE EMC (Sp) Eduardo Vergara Barros
CI 1703799799