Los movimientos de cambio social suelen enfrentar el desgaste como todo movimiento político que no asume una posición autocritica y crítica frente a la gestión de sus líderes. La teoría marxista leninista entre sus principios metodológicos establece la necesidad de una dialéctica y constante revisión de procedimientos pragmáticos a la luz de su propia teoría. Nada más revolucionario, considera el marxismo, que la dinámica crítica de sus procedimientos con el propósito de mejorarlos cualitativamente. No obstante, un signo del abandono de estos principios es inequívoca señal de inconsecuencia ideológica e incoherencia metodológica por parte de los movimientos revolucionarios en su praxis política.
El caso de Nicaragua suele dar muestras ineludibles de que en el seno del movimiento sandinista tienen lugar decisiones y acciones reñidas con la teoría revolucionaria. Las autoridades de Nicaragua ordenaron deportar a Estados Unidos «por traidores a la patria» a 222 opositores que guardaban prisión, según detalla la sentencia de un Tribunal de Apelaciones de Managua. Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que el presidente Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio. Los últimos acontecimientos protagonizados por el presidente del país Daniel Ortega y su decisión de desterrar a los 222 ciudadanos nicaragüenses y retirarles su nacionalidad, es vista con escepticismo por la propia izquierda latinoamericana.
En un comunicado el Partido Comunista (PC) chileno lamenta “la medida de destierro de 222 ciudadanos nicaragüenses, mediante proceso administrativo, como forma de resolver una situación que es de orden político”. El comunicado agrega “ese tipo de medidas, que a nuestro entender constituyen atropellos a los derechos humanos, fue aplicado a centenares y miles de chilenos y chilenas bajo la dictadura civil – militar de Pinochet y la Derecha”.
Los comunistas chilenos manifiestan haber luchado “junto al pueblo nicaragüense contra Somoza, integrándonos a la revolución Sandinista, contribuyendo a derrotar el envío de armas desde el gobierno norteamericano, primero, y luego para derrotar a los contras, los mercenarios contratados por EE.UU para derrocar al gobierno Sandinista; para lo cual usó financiamiento proveniente de la venta de cocaína a terceros países y de armas a Irán, lo cual estaba prohibido. Fue el llamado escándalo Irán Gate, bajo el gobierno de Ronald Reagan”. Por esta razón el PC chileno confía “en que el pueblo nicaragüense logrará superar un complejo escenario político que va más allá de medidas administrativas, sabemos está también en cuestión la soberanía de ese país”.
El comunicado agrega que “EE.UU no ha renunciado a su objetivo de intervenir para derrocar al actual gobierno nicaragüense, y su mano mora tiene mucho que ver con los acontecimientos de crisis política en ese país, con financiamiento, maniobras comunicacionales y otros elementos difíciles de ocultar. Por lo que nuestra solidaridad con ese pueblo permanece”.
La organización política chilena, reafirma su “irrestricta defensa de los Derechos Humanos, como hemos hecho durante toda nuestra historia, al tiempo que enarbolamos el derecho inalienable de cada pueblo y país a su autodeterminación, libre de toda injerencia externa, en el marco establecido por la carta de derechos fundamentales de Naciones Unidas”.
Concluye el comunicado señalando que “Chile ha tenido históricamente, salvo durante la dictadura civil – militar, una reconocida política exterior de asilo a perseguidos políticos y esperamos esto se mantenga no dejando a algunos pueblos en desmedro de otros”.
A la luz de los acontecimientos en Nicaragua, amerita que las izquierdas latinoamericanas sepan mirar con objetividad critica lo que ocurre en el país caribeño. Solo un proceso dialéctico de aceptación de los errores propios evitará el desgaste revolucionario.