La política entre sus manifestaciones suele ser ese acto de insinceridad o simulación que echa mano de los más innobles eufemismos, el encubrimiento de realidades y el relato figurado con analogías desprovistas de contenido real. Será por eso que cuando un político, o representante del poder, habla con veracidad y su discurso se vuelve explícito, éste se convierte en noticia.
En recientes declaraciones de prensa Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, (Southcom), reconoció cuáles son los verdaderos intereses norteamericanos en Latinoamérica. “¿Por qué es importante esta región? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, tienes el triángulo de litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60% del litio del mundo está en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile”, indicó Richardson.
Según la jefa militar, otra razón importante resulta ser la concentración de “las reservas de petróleo más grandes”, incluidas las de “crudo ligero y dulce descubierto frente a Guyana hace más de un año”. Richardson continuó diciendo: “Tienes los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro”, destacando además la importancia del Amazonas, “los pulmones del mundo”. Enseguida agregó: “tenemos el 31% del agua dulce del mundo en esta región”, con la conclusión de que a Estados Unidos le queda “mucho por hacer “y que “esta región importa”: “Tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego”, puntualizó.
¿Cuál puede ser ese juego que señala Richardson? Refiriéndose a la seguridad nacional, Richardson mencionó a su “adversario número dos” en América Latina, “Rusia”, indicando que Cuba, Venezuela y Nicaragua tienen relaciones con Moscú.
De Venezuela les interesa controlar el petróleo y no la situación democrática de los venezolanos, de Chile Argentina y Bolivia el litio; cobre, oro de Ecuador, incluidas las riquezas naturales amazónicas. Será por eso que Richardson reconoce que EEUU tiene “mucho por hacer” en materia de injerencia política y militar en nuestros países a los que quiere hacer enfrentar a Rusia, como su rival.
En visita a Ecuador, el pasado mes de septiembre del 2022, Richardson sostuvo reuniones bilaterales con el presidente Guillermo Lasso y jefes militares ecuatorianos para tratar temas de “seguridad en el contexto de la Conferencia de Defensa Sudamericana (Southdec) que se organizó en nuestro país con el objetivo de promover la injerencia estadounidense en diálogo entre jefes de la región para lograr acciones conjuntas en temas de «seguridad y defensa y la cooperación entre las fuerzas armadas». En esa oportunidad se habló de “derrotar las amenazas globales transfronterizas que socavan la seguridad ciudadana usando como herramienta principal la colaboración regional”.
Defensa regional
¿Cuáles son las verdaderas amenazas de la región y cómo defendernos? Según un comunicado de prensa del Ministerio de Defensa, este foro permitirá al “país identificar y fortalecer la cooperación entre Estados y establecer estrategias conjuntas para contrarrestar las amenazas globales como el narcotráfico, la minería ilegal, la deforestación y las organizaciones transnacionales relacionadas con actividades irregulares y otros delitos” ¿Dónde quedan las preocupaciones por la justicia, la paz, la convivencia armónica entre países de un mundo multipolar? Hoy Richardson reconoce que las intenciones de su país en la región son otras: “petróleo, cobre, oro, tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego”.
Este tipo de declaraciones hace bien a la política, pese a que en el fondo es un reconocimiento ruin de las verdaderas intenciones usurpadoras del imperio de cara a la riqueza de nuestra región. Las verdaderas amenazas regionales están implícitas en la política de los Estados Unidos hacia Latinoamérica de controlar nuestros recursos naturales, de hacer negocios escandalosamente desiguales a favor de las transnacionales, ejemplo de ello son los contratos con las petroleras gringas que han esquilmado y devastado la región amazónica ecuatoriana.
Los países de Latinoamérica y el Caribe debemos defender nuestro patrimonio nacional que comienza en nuestros recursos humanos como depositarios de dignidad, soberanía y rechazo frente a todo intento por doblegarnos como pueblos de la región. Luego, debemos defender nuestros recursos naturales, la riqueza del suelo y mar territorial frente a las ambiciones transnacionales de voraces empresas y hacernos respetar en nuestra condición de región soberana. Por eso es amenazante la presencia de personajes como Laura Richardson en la región y, tanto más vergonzante el entreguismo de algunos presidentes latinoamericanos, su obsecuencia con los Estados Unidos frente a su geopolítica imperialista y neocolonial.