Es un buen tipo mi viejo, dice la canción de Piero, pero no por eso tiene la tristeza larga de tanto venir andando, sino porque muchas veces los derechos de hombres y mujeres de la tercera edad no son respetados por el Estado, ni por el sector privado del país.
Esos derechos a una vida en plenitud, una vejez digna y una jubilación decente que implica salud, bienestar, tranquilidad y descanso para los adultos fueron recopilados en la quinta edición del año 2022 de la Revista AJUC (Asociación de Jubilados de la Universidad Central), que preside el miembro del colectivo periodístico Espejo Libertario, Marcelo Pérez Albán. En un número editado por Wagner Abril y producido por un equipo de redactores y diseñadores, la revista entrega diversas recomendaciones para la prevención de la salud de las personas adultas mayores en tiempos de pandemia, que son absolutamente indispensables para preservar la calidad de vida saludable en cualquier tiempo.
La publicación parte de la base de que “la vejez es una etapa de la vida que hay que aprovechar y disfrutar y, por tanto, aprender a valorarla como un tránsito muy importante de la existencia”, según la afirmación de la psicóloga chilena, Pilar Sordo. Visto así, la vejez es un privilegio de enfrentar los cambios profundos en lo físico y mental, en lo funcional y emocional para seguir haciendo aquello que nos apasiona, viviendo a plenitud y con intensidad. Para que ese envejecimiento sea un proceso continuo de optimización de oportunidades, mantener o mejorar la salud física y mental y preservar independencia y calidad de vida a lo largo de la vejez, es preciso observar determinados hábitos y costumbres de convivencia.
Considerando diversos males como Alzheimer o pérdida progresiva de la memoria, Ictus o infarto cerebral, Demencia senil, Parkinson, Esclerosis lateral amiotrófica, Fibromialgia o cansancio muscular, Ansiedad, Depresión, Infarto, Artrosis, Artritis e Insomnio, deficiencias visuales y auditivas, diabetes, Osteoporosis, Hipertensión, Gripes, entre otros, no obstante, es posible sobrellevarlos considerando tres conceptos y ciclos de vida.
Existen, según la publicación, tres ambientes que corresponden al dominio individual: el hogar, el ambiente para el dominio cultural o grupal, y el ambiente del dominio social. Estos tres ambientes se integran a los principios de filosofía andina de reciprocidad o solidaridad entre los seres humanos; complementariedad de lo dual y correspondencia del todo con las partes. A su vez, se relacionan con los principios del Buen Vivir que enseñan que todos venimos de la misma madre (Pacha Mama). La vida es sana y colectiva, el conocimiento y el sentimiento pueden hacer realidad el sueño de una vida en armonía.
Hábitos saludables
En esta perspectiva, los gestores de la revista proponen diversas actividades como deporte y medicina natural, que implica evitar la inactividad de una vida sedentaria e integrarse a la naturaleza y a la vida al aire libre, asumiendo una actitud lúdica de diversión y entretenimiento. Se sugiere prácticas de yoga, masajes terapéuticos, caminatas por bosques, prácticas de jardinería doméstica. Sumado a esto, una alimentación sana y menos fármacos para una nutrición equilibrada. Una dieta balanceada es indispensable y así obtener los nutrientes necesarios para el organismo: proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales, oxígeno y agua y, de ese modo, prevenir enfermedades. Entre los componentes de una dieta balanceada, se sugiere ingerir frutas, vegetales, granos integrales, avena y arroz integral, leche descremada, leche de soya, pescados mariscos, aves, frijoles, nueces, yogur, maní, pasas, almendras, arándalos, té verde, suficientes líquidos, etc. Todos estos ingredientes previenen la Obesidad que es la gran pandemia del siglo XXI, evitando las causas que provocan este mal: rectificar malos hábitos alimenticios, comer en casa, no consumir comida chatarra, no ingerir productos procesados, comer en horarios regulares, evitar frituras, no tomar gaseosas, comer frutas en proporciones razonables, limitar el arroz y el pan, evitar la sal y el azúcar, caminar con frecuencia, descansar y disfrutar de la vida social.
Otras actividades recomendabas son de tipo gratificante como la música, la lectura, el baile, la danza, el canto, y compartir en familia o entre amigos veladas gratificantes de arte, libros y tertulias. Una vida sociable grata, distensa y compartida es un remanso de paz y estímulo para un buen vivir.
El climaterio
El climaterio o la menopausia no es un mal, es una etapa vital del ser humano, que se la puede vivir asumiendo los cambios y fenómenos que afectan a todo el organismo. Este cuadro de Menopausia aparece desde los 45 años en adelante en las mujeres; y como Andropausia, a partir de los 55 en los hombres. El periodo conlleva infertilidad y disminución natural de la actividad de las glándulas sexuales. Los síntomas suelen ser bochornos, sudoración nocturna, insomnio, cansancio, disminución del deseo sexual, irritabilidad, depresión, manchas y arrugas en la piel, entumecimiento, osteoporosis, Alzheimer, aumento de peso, fatiga, dolores corporales, ciática, entre otros. Existen tratamientos para estos síntomas como terapias hormonales con estrógeno, antidepresivos, ansiolíticos, calcio, ejercicios, alimentos saludables, consumir frutas, hierbas naturales, etc.
Un hábito que no se debe descuidar es dormir adecuadamente las horas que requiere el organismo. Un sueño reparador de seis a ocho horas es sinónimo de descanso físico y mental necesarios para mantener una jornada diaria de vida placentera y útil. El insomnio o sueño irregular es un fenómeno frecuente en personas adultas mayores, que debe evitarse previniendo patrones de sueño según cada persona, número de veces que se despierta, nivel de profundidad o liviandad del sueño. tiempo para volver a conciliarlo, etc.
Malos hábitos
En la vida existen diversos hábitos considerados nocivos para una calidad de vida saludable. Entre los más perniciosos está el alcoholismo, el cigarrillo, la glotonería o adicción a la comida, la polifarmacia o consumo indiscriminado de fármacos y la ludopatía o la obsesión por los juegos de azar, consumo de drogas psicotrópicas, compras compulsivas, internet, videojuegos, entre otras costumbres de la vida moderna que es sano evitar.
Los hábitos perniciosos pueden conducir a una gama de enfermedades progresivas como la Hipertensión o presión arterial elevada por sobre el estándar de 120/80. Se trata de un trastorno grave que muchas veces no presenta síntomas, pero que conlleva a riesgos irreversibles como endurecimiento de las arterias, insuficiencia cardiaca, arritmias, anginas de pecho, obstrucción de las arterias que pueden llevar a un infarto del miocardio o un accidente cerebrovascular. La Hipertensión se evita no fumando, no consumir alimentos con demasiado sodio, evitar consumo de café, sal, dulces, lácteos, bebidas energéticas, alimentos procesados, embutidos y enlatados; practicar actividades físicas como caminar, trotar, ciclear de 30 a 60 minutos diarios.
Vida sexual
La actividad sexual es un hábito placentero que no está negado para adultos mayores. La práctica sexual es beneficiosa para la salud por ser gratificante y porque otorga plenitud, placer, alegría que reduce la depresión, fortalece los músculos y reduce el riesgo de cardiopatías. La sexualidad es una práctica física saludable y, mejor aún, acompañada de satisfacción espiritual entre los seres humanos. La sexualidad es alegría, plenitud, buena salud, cuando es un todo integral.
La comunicación
La comunicación es un factor importante en la vida del adulto mayor. La soledad vista como desolación no es saludable y conduce a la depresión o incluso a la muerte. Un adulto mayor que se siente aislado puede renunciar a sus deseos de vivir, la compañía de familiares y amigos es vital para una vejez saludable. Una de las herramientas que utilizamos los seres humanos son los medios mecánicos de comunicación como el teléfono, la computadora a través de mensajerías o redes sociales, pero esto es nada más una ilusión, porque nada se iguala a una relación cara a cara en vivo y en directo con nuestros seres queridos. Los medios de comunicación pueden ser considerados como un arma de destrucción masiva, que venden ideología que refleja intereses sectoriales y políticos que no siempre son armónicos con las necesidades de los adultos mayores. Los medios convencionales confrontan severas crisis de credibilidad. A la influencia nociva de los medios tradicionales hay que añadir las adicciones a los medios virtuales que afectan a jóvenes y adultos mayores. Los hombres y mujeres de la tercera edad debemos mantener una actitud crítica y analítica frente a los medios informativos y sus mensajes editoriales y comerciales, por nuestra propia salud mental.
Muchos de nuestros lectores han llegado al otoño de su vida. Ven deshojarse el árbol de sus ilusiones, pero al mismo tiempo abonar con hojas doradas el campo de una vida en plenitud a sus años. A nuestro querido viejo, la edad se le vino encima -como dice Piero- sin carnaval ni comparsa, pero con la serena pasión de una alegría de vivir imperecedera que puede, incluso, alcanzar visos de eternidad.