La representación diplomática cubana en Quito cerró con broche de oro las jornadas de conmemoración del Día de la Cultura Cubana que evoca el 20 de octubre de 1868, fecha en la que se cantó por primera vez el Himno Nacional de Cuba, de autoría del poeta Pedro Figueredo. Efeméride que, para el pueblo cubano no es puro simbolismo en la arenga de los versos del himno, morir por la patria es vivir, que convoca a los cubanos a enfrentar los nuevos desafíos de este tiempo: resistir con dignidad ante el bloqueo norteamericano, rechazado por toda la humanidad. Mas allá de los símbolos patrios, el pueblo revolucionario cubano reitera junto a sus artistas el compromiso de librar la batalla en el campo cultural contra todas las formas opresoras que el neoliberalismo quiere imponer a los pueblos de la región latinoamericana.
La ocasión se convirtió en el reconocimiento en la que artistas y amigos del pueblo cubano festejaron el Premio otorgado al pintor cubano, Luis Alberto Ruíz Saavedra, en el Festival Internacional Spoleto Art 2022, realizado en el mes de octubre en Roma, Italia.
Luis Alberto Ruíz Saavedra, 1957, nacido en Sagua la grande, Cuba, es considerado el pintor de la equidad. Artista de formación autodidacta, exhibe como referentes de su creación a los pintores Wilfredo Lam, Pablo Picasso y Oswaldo Guayasamin. Con una trayectoria prolifera en la que destacan sus colecciones Musigallos, La Otra Jungla, Presencia, Amar en alto relieve, Señales del Silencio, Siempre contigo Guayasamin, Expresiones, entre otras, Saavedra relieva en su obra “obi kue” -actualmente en el Museo del Naipe en La Habana- expresiones del patrimonio espiritual ancestral cubano, cuyo sentido ofrenda y protege con su ser siendo revolucionario dispuesto a un permanente cambio social.
Al encuentro cultural convocado en la sede diplomática por el Embajador de Cuba en nuestro país, Basilio Antonio Gutiérrez, asistieron personalidades de la cultura, comunicación y política ecuatoriana y cubana, que brindaron por la ocasión en un encuentro de confraternidad entre ambos pueblos.
“Saavedra no es solo un gran ser humano, es también un gran artista ecuménico capaz de consolidar en su obra lo mejor de las tradiciones criollas cubanas, de la tradición africana, de nuestras culturas ancestrales y también lo universal, -gracias a la influencia que tuvo cuando niño del maestro Wilfredo Lam, el más alto exponente de la plástica cubana-, y que Saavedra ha bebido de las fuentes del arte de estas tierras andinas, del arte quiteño y de todas las maravillas que a lo largo de la historia se han forjado en estas tierras americanas. La cultura es liberadora y es lo que nos identifica a nosotros los cubanos como pueblo, cuando hoy en el mundo no solo se disputan los mercados sino también se disputa la mente de los seres humanos, la cultura es escudo y espada de la nación, según la afirmación de Fidel, lo primero que hay que salvar, y la cultura cubana prevalecerá”, señaló el representante diplomático.
Durante la velada cultural se dejaron oír sones de la trova de Vicente Feliú, en la voz de su hija Aurora y del cantautor cubano Ovidio G.