La interculturalidad es una utopía. Un deber ser en un país cuyas raíces indígenas son la base del mestizaje en su fusión con diversas etnias. No obstante, es un valor que hace referencia a la presencia e interacción equitativa de diversas culturas y a la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, a través del diálogo y del respeto mutuo que busca una comunicación más directa y eficaz.
Ecuador se define como un país intercultural; sin embargo, el texto constitucional es un enunciado que, si bien refleja los alcances logrados por las movilizaciones indígenas de los años noventa, que bien constata el líder histórico de pueblos y nacionalidades, Antonio Vargas, “consagró los derechos a la territorialidad, cultura, justicia indígena, medicina ancestral e idioma de nuestros ancestros”, obliga a que se plasme en una realidad histórica tangible y trascendente.
El valor dialogal de la interculturalidad, amerita que se manifieste en la mezcla de culturas en un plano de igualdad en el que ninguna de las culturas es considerada mejor que las demás y todas ellas se enriquecen gracias a su contacto con el resto. El valor trascendental de este fenómeno social de la actualidad cultural radica en que considera que todas las culturas son diferentes unas de otras y que son, precisamente, esas diferencias las que pueden propiciar una integración beneficiosa y enriquecedora para todas ellas.
Shuk Makilla arte ancestral
El Centro de Arte Contemporáneo (CAC), ubicado en el histórico barrio San Juan, balcón de la ciudad, hace suyo estos preceptos culturales para presentar desde el 12 de octubre SHUK MAKILLA, II Encuentro de Mujeres Artistas de Pueblos y Nacionalidades del Abya Yala, nombre más antiguo hasta ahora conocido referido a un territorio americano. Shuk Makilla significa en idioma kichwa, “una sola fuerza”, y hace alusión al fragmento de un poema de Ariruma Kowli en el que se plasma una visión de los pueblos y su resistencia, tomando como hecho importante el levantamiento de los pueblos y nacionalidades en el contexto ecuatoriano de los años noventa. Shuk Makilla, genuina expresión de interculturalidad, no sólo habla de convivencia entre diferentes culturas, sino que ensalza sus diferencias como medio para garantizar una convivencia provechosa para todas ellas, enriqueciéndose mutuamente.
La muestra exhibe trabajos de las artistas del Colectivo Warmi Muyu, Sara Aliaga, Angelica Alomoto, Milena Cabrera, Sarnay Cañamar, Isabel Espinoza, Sayana Túrquerrez, Marilyn Boror, Wilma Maynas, Amparo Criollo, Judith Requene, Anita Lara, Grupo GAEN – Manai Kowii – Pacha Alta. Colectivo Warmi Muyu, formado en 2016, está compuesto por mujeres artistas de diversos pueblos y nacionalidades que apelan por el reconocimiento de la diversidad de lenguajes artísticos a la vez que buscan crear dinámicas y prácticas interrelacionales, comunitarias y artístico creativas.
En Abya Yala no existen muchos espacios que reúnan a mujeres artistas desde una perspectiva intercultural, ni tampoco que cuestionen, integren o generen diálogo acerca de las maneras en las que se han catalogado las propuestas artísticas de los pueblos y nacionalidades.
La muestra del CAC, Shuk Makilla, es un homenaje a saberes y prácticas de los pueblos y nacionalidades que dialogan en torno a ritualidad y espiritualidad, memoria colectiva y resistencia por la defensa de sus territorios y derechos. Estas formas de ver y vivir son en consecuencia expresión esencial de encuentro social, plasmando la idea de comunidad e interculturalidad.