Que la mujer es un ser diverso no es novedad, pero que lo sea simultáneamente sí es destacable. Simultaneidad femenina que permite a la mujer realizar varias actividades armónicamente a la vez como compañera, madre, profesional, ama de casa, pero, no obstante, muchas veces dicha simultaneidad le impide ejercer el derecho a sus derechos cívicos y participar de la política del país. De cara a las próximas elecciones seccionales de febrero, en que la legislación electoral trata de establecer un equilibro de género, encontrar una mujer dispuesta a ejercer su derecho a elegir y ser elegida en cargos de representación popular es motivo de regocijo.
Tal es el caso de Irina Mora, madre de dos hijas, jefa de hogar, profesional, servidora pública y aspirante a representar a sus vecinos en el consejo barrial de la parroquia de Pomasqui, en la provincia de Pichincha. Irina es quiteña, hija de sociólogo y madre funcionaria del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), tempranamente recibió el influjo paternal que despertó en ella el sentido social de la solidaridad con los más necesitados y su vocación por la historia y la etnografía, al compartir experiencias con su padre en comunidades indígenas del país. De aquellas vivencias, Irina, guarda una imagen nítida de la infancia.
-Pude palpar el sufrimiento de las familias que ayudábamos con la muerte de un niño, al cual le dispararon y de lo cual se hizo una canción por parte del grupo musical UYARI, con quien mi papá les colaboraba.
Reconoce haber tenido una infancia feliz acompañada de juegos que fueron forjando su personalidad, jugaba con cometas, carros y el elástico de saltar y gustaba leer cuentos de los hermanos Grimm; reconoce que un libro -Arráncame la vida– marcó su adolescencia al despertar su conciencia sobre la corrupción.
Su participación política comenzó a temprana edad bajo la influencia de sus padres, cuando fue electa al Consejo Estudiantil de su colegio y tuvo oportunidad de frecuentar organizaciones estudiantiles como la FEUE, JRE y FESE. Concluida la educación secundaria ingresa a la universidad y se gradúa en Ingeniería en Recursos Humanos. En la actualidad complementa esos estudios con una Maestría en la Universidad Andina Simón Bolívar. Su experiencia laboral data de temprana edad, cuando con 17 años comienza a trabajar en una consultora para financiar una beca de estudios. Su trayectoria en la administración pública inicia al ingresar a la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME) a realizar trabajos de campo junto a los GADs de la sierra central. Posteriormente se incorpora al Ministerio del Ambiente donde se desempeña como asesora especialista en Talento Humano.
¿Qué fue lo que primero te sensibilizó socialmente?
Mi conciencia política nace desde lo social porque visitábamos con mi padre comunidades indígenas de la zona de Cayambe. La gente necesitaba tener igualdad en todo, hombres y mujeres, que todos puedan acceder a lo básico, y desde ahí se desprenden otras cosas en el ámbito cultural, existe un papel importante protagónico de la mujer que no es considerado.
¿Cambió tu vida tomar conciencia de tu condición femenina y sus derechos?
Básicamente sí, porque uno va socializando con otras mujeres y va viviendo experiencias y es un renacer de nosotras las mujeres en la sociedad, poder decidir y tener derechos de manera que las leyes no pasen por sobre nuestras decisiones personales. Ahí está el tema del aborto frente al cual la mujer debe tener el derecho a decidir, más allá de lo que es legal y eso ha sido un logro de muchos años.
¿Qué derechos de la mujer son más evidentes?
El derecho laboral, los derechos reproductivos y el derecho de participación política. Todavía seguimos en una lucha en el ámbito laboral, por ejemplo, si una mujer está embarazada no va a ser contratada, desde ya se pone trabas por el mismo hecho de ser mujer y así se ve coartada la participación de la mujer en el ámbito laboral, e incluso en las empresas las mujeres tienen que estar en ámbito administrativo y los hombres en el ámbito técnico y directivo. Hemos tenido casos en Talento Humano de madres que tienen un hijo pequeño y, por tanto, le compete un derecho a la maternidad, la necesidad les hace buscar un trabajo con derechos maternales.
¿El irrespeto a los derechos laborales se traduce en conculcación de derechos políticos?
Eso ha sido también coartado por un machismo que ha estado en la gente muy adentrado y no quiere permitir la participación de la mujer, porque los hombres pierden espacio ya que la mujer se ha desarrollado en muchos ámbitos y no quieren perder ese espacio, es una lucha diaria, pero se va alcanzando avances, a pesar de que la ley dice que tiene que haber el 50% de presencia femenina y el 25% de jóvenes en las elecciones.
¿Cuáles son los principales problemas de la parroquia Pomasqui que buscas representar?
En Pomasqui son la delincuencia, consumo de drogas, pero hay puntos claves que son más tranquilos, la gente te pide seguridad y los nativos de la comunidad reclaman por más empleo. Antes la parroquia era de viñedos, pero se ha perdido esa actividad.
¿El otro ámbito donde existe discriminación son los derechos reproductivos de la mujer, por un lado, se asigna a la mujer un rol solo maternal y, por otro, se le impide decidir sobre esa maternidad?
Ahora hay derechos de la mujer sobre su propio cuerpo para decidir si quiere o no interrumpir un embarazo, pero hay un ámbito conservador y, en ese sentido, se han generado sociedades más pobres con hijos que realmente no puedan estudiar. Y que ahora la mujer pueda tener el derecho, realmente hay que planteárselo si quiere o no quiere la reproducción como tal. En mujeres violentadas o discapacitadas, en esos casos es totalmente cuestionable que a una niña que no tiene capacidad la obliguen a reproducirse.
Uno de los temas que se vincula a la política es la corrupción, ¿crees que la mujer es menos corrupta que el hombre por su simultaneidad, al ser madre, profesional, política, etc.?
Si, y pienso que a las mujeres nos gusta ser polifacéticas. Me gusta mucho trabajar, también estar en el ámbito político, amo la danza. A nosotras nos gusta estar un poco en todo, en el rol de madre y estar con los hijos y esa posibilidad de estar en varias cosas a la vez te amplia el universo y no necesariamente quieres concentrar recursos o riqueza y, por ende, caer en la corrupción. La mujer realmente estaría mucho menos expuesta al ámbito de la corrupción.
¿Cómo se logra hacer compatible diversas tareas femeninas y participar en las elecciones?
Después de haber vivido más de siete años en Pomasqui y palpar mucho las necesidades de la población, empiezo a coordinar el territorio para actualmente participar por mi parroquia de 70 mil habitantes, con la experiencia en el ámbito público y el conocimiento para poder desempeñarlo.