No es época propicia para escribir y publicar libros. Se viven tiempos de orfandad cultural en el país, sin embargo Orlando Pérez se aventura a escribir y publicar soslayando aquello que él mismo señala: “el país regresó a las prácticas de los años 90, donde solo quienes tenían amigos dueños de un banco o grandes empresas podían financiar la publicación un libro”.
Será, acaso, por esta razón que su tercera novela Dieciocho días apareció primero en Buenos Aires, Argentina. La novedad es que este sábado 10 de septiembre se presenta en Quito en el Centro Cultural Carlos Fuentes, a las 11:00, con el comentario editorial de Karla Armas y Ramiro Aguilar.
Orlando ha dicho que su novela le tomó tres a cuatro meses escribirla, y abordar en ella el tema de linchamiento mediático y asesinato a la reputación de una persona. La trama transcurre en un lugar que puede ser cualquiera del planeta en la que se describe una emboscada política tendida al denunciante de la corrupción de un político. En los hechos surge la figura de una mujer usada como componente de un “caso de género”, tras los cuales se dicta una sentencia de dieciocho días, fundamentada en la condena previa de un linchamiento mediático en contra de la víctima por parte de periodistas, jueces y políticos.
La novela de Pérez deja en evidencia un recurrente caso de contubernio político con resonancia mediática en la sentencia judicial de magistrados funcionales a dichas prácticas. Queda en evidencia en ese contexto la utilización de un tema de violencia machista puesto de relieve por los medios informativos, a través de otra forma de violencia mediática que busca el exterminio de la honra de una ciudadano. Un hecho ya reiterativo en el país que termina magnificado en la caja en la resonancia de las redes sociales alimentadas por el morbo que las nutre de cotidiano contenido.
Pérez echa mano a un lenguaje amigable para llegar al lector con el producto de una trama que da cuenta de la espectacularización de la noticia en manos de una prensa proclive a la trivialización y especulación de acontecimientos con fines políticos.
Mas allá del relato con claro tono autobiográfico, Dieciocho días es una novela que se abre paso entre la crónica y la ficción para entregarnos un testimonio literario llamado a sentar bases de verdad y justicia en un acontecimiento que pudo haber sucedido en cualquier lugar, en todo momento, y dar un giro a la vida de cualquiera de nosotros.
No es época propicia para publicar libros pero si lo es imperativa para escribir tras la verdad. Esa condición tan escurridiza de la realidad que nos circunda y que Dieciocho días reivindica con plena justicia.