En los actuales momentos cuando la correlación de fuerza políticas internacionales muestra una paulatina pérdida de influencia de los Estados Unidos en el mundo en cuanto a la injerencia imperial en la decisión de los grandes problemas mundiales, la geopolítica del Pentágono se ve obligada a dar un vuelco hacia “salidas mediatizadas”, es decir, negociadas en el escenario de la lucha que tiene hoy características culturales más que militares. El “caso” Cuba es uno de los temas vigentes en la agenda imperial que toma la forma de un bloqueo a Cuba que ya cumple seis décadas con graves efectos en la economía cubana, más no en la política que ha fortalecido la voluntad de resistencia del pueblo cubano.
La situación que al interior de sus fronteras enfrentan los Estados Unidos, refleja la enorme crisis política, social o económica mientras más ciudadanos estadounidenses prefieren no hablar del rol de EEUU en el mundo y están en contra de seguir apoyando la política dura estadounidense, con misiones militares en el exterior. Esa misma postura adopta el presidente Joe Biden que se debate entre las presiones republicanas y las de su propio partido demócrata sobre el tema..
En este escenario, Cuba representa la piedra en el zapato para la política norteamericana y, hoy como ayer, la potencia del norte, no encuentra una viabilidad política que dé respuesta a lo que racionalmente debería ser una relación civilizada con Cuba, basada en los principios de convivencia internacional.
EEUU nunca ha tenido la obligación de ser el gendarmen del mundo y, pudo dejar de serlo en los años noventa. El hecho de seguir siéndolo contribuye, según el analista norteamericano Stephen Wertheimer, «al clima de miedo y agresividad que vive el país del norte estos días». El imperio se debate frente al compromiso estadounidense con la hegemonía militar global, idea compartida por demócratas y republicanos que buscan mantener la dominación de EEUU por todo el mundo y el gasto militar del país, que supera a los 10 ejércitos más caros reunidos. Los demócratas piensan en una restauración cuando hablan de recuperar el lugar de EEUU en el mundo, mientras que los republicanos pretenden extender la dominación estadounidense en lo militar y lo financiero. Pero hoy Estados Unidos enfrenta una crisis de legitimidad que los demócratas demoran en reconocer y los republicanos la entienden, pero no tienen respuesta al problema. Las guerras interminables en el extranjero, sin un objetivo ni enemigo claro, han tenido un efecto contraproducente en casa, promoviendo protestas, tumultos y división en EEUU. El resto del mundo importa menos a los estadounidenses de lo que los estadounidenses importan al resto del mundo.
Cuando el comunismo se difumina como enemigo respecto de los años cincuenta y sesenta de la Guerra Fría, EEUU ha usado su fuerza militar de forma más frecuente después de 1991 que durante la Guerra Fría en busca de monstruos en el extranjero. En ese escenario, Cuba no representa el peligro inminente que representaba en el imaginario de los norteamericanos de entonces. Mantener el bloqueo contra el pueblo cubano hoy no solo es injusto e inmoral, sino además anacrónico, que no ha dado ningún resultado efectivo sobre la voluntad política de la Revolución Cubana a resistir el embate.
Frente al bloqueo a Cuba, el gobierno de Biden tiene la posibilidad de flexibilizar el bloqueo, pero ha hecho muy poco y no muestra la voluntad política para hacerlo. No deja de ser significativo que durante la pandemia, EEUU ha sufrido los peores resultados del planeta y Cuba con infinitos menos recursos, la respuesta más efectiva frente a la crisis sanitaria con sus propias vacunas.
Hoy la batalla es cultural, tecnológica y económica. Los representantes de Cuba en el mundo han dicho que con el propio legado de la Revolución enfrentarán cualquier intento de tratar de denigrar a la Revolución al tiempo que agradecen a los pueblos por su permanente acompañamiento y solidaridad con Cuba.
Actividades conmemorativas
De cara a la conmemoración de los 69 años del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, señalado como el Día de la Rebeldía, las representaciones diplomáticas cubanas han preparado diversas actividades conmemorativas que buscan ampliar esa solidaridad internacional. El 26 de julio de 1953 representa la tentativa de los rebeldes cubanos de tomar el cielo por asalto. Se trató de hacer un levantamiento nacional para el derrocamiento de dictador Fulgencio Batista y con espíritu patriótico reaccionar contra una fuerza superior y con las armas del Cuartel Moncada marchar a la montaña y librar la guerra contra la dictadura. El intento se cristalizó con éxito el 1 de enero de 1959, día de la victoria popular revolucionaria de Cuba.
A 69 años de esa gesta militar, Cuba enfrenta un enemigo distinto y con armas diferentes. Hoy el pueblo cubano combate contra un bloqueo económico norteamericano, sin precedentes, que resta a la dirigencia revolucionaria posibilidades de asumir el progreso de Cuba, negando ingentes recursos para la salud, cultura, desarrollo tecnológico y bienestar de su pueblo. “Cuba es un país seguro, estable, siempre vamos a responder con nuestras razones desde la cultura, esta es una batalla política, es una batalla de ideas y en esa batalla el pueblo siempre tendrá las de ganar”, ha afirmado Basilio Gutiérrez, embajador cubano en Quito.
Al tenor de esa respuesta, la Embajada de Cuba en Ecuador ha organizado diversas actividades conmemorativas del 26 de julio: El domingo 10 de julio tendrá lugar una actividad deportivo recreativa en una cicleada en contra del bloqueo desde el parque El Ejido hasta la embajada de Cuba en el sector del C.C. Quicentro. El día 21 de julio habrá un café literario en el Centro Histórico de Quito para reflexionar sobre el arte y la poesía en la Revolución Cubana. El sábado 23 de julio a las 10h00 el representante diplomático cubano colocará una ofrenda floral en el monumento a José Martí, en la Av. América y Mariana de Jesús. Desde el 29 al 31 de julio se realizará la Semana del Cine Cubano en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, con auspicio de la Cinemateca. El día 26 de julio habrá un encuentro virtual con el pensamiento de Fidel Castro, desde Loja, y tendrá lugar el lanzamiento de un libro sobre la oratoria de José Martí y la proyección de una película cubana.
Futuro del bloqueo
Consultado sobre el futuro del bloqueo norteamericano a su país, el embajador Gutiérrez manifestó: “El análisis que hacemos es que en estos momentos en los EEUU no están dadas las condiciones para que se levante el bloqueo. Porque el bloqueo ya no es un levantamiento que depende del jefe del ejecutivo, del presidente de los EEUU, depende del Congreso de los EEUU y de la correlación de fuerzas que se establezca en el Congreso norteamericano; y esa correlación de fuerza no favorece el levantamiento del bloqueo. Los congresistas que están a favor del levantamiento del bloqueo, tanto en la Cámara como en el Senado, todos los años ganan nuevos adeptos, pero todavía no le da el número para lograr el cambio de política. Por otro lado, el presidente tiene amplias posibilidades de flexibilizar el bloqueo, pero ha hecho muy poco porque no tiene la voluntad política. Biden no tiene esa voluntad porque está entrampado en las presiones de la política interna de los EEUU, donde siempre hay una pugna muy grande entre demócratas y republicanos para controlar los votos electorales en el país. Cuba fue excluida de la Cumbre de las Américas por esas presiones, porque los demócratas están pensando en las elecciones de medio término en noviembre y no es conveniente dar una señal de cierto ablandamiento con Cuba y por eso Biden no invitó a Cuba a la Cumbre de las Américas. La mafia cubano americana presiona en el Congreso donde hay siete representantes nacidos en Cuba que son muy activos, hacen mucho lobby y están secuestrados por ese grupo de influencia en los EEUU. A corto plazo no vemos un cambio. El bloqueo va a desaparecer como desaparecieron los dinosaurios en su momento histórico y va ser el resultado del cambio de la política mundial. Cuba puede desarrollar energías alternativas porque hay un cambio geopolítico en el mundo y hay un país que se llama China. Lo que pasó en Cumbre de las Américas fue un fracaso. EEUU pago un alto precio y tuvo una cumbre mediatizada y la mayoría de los gobiernos se opusieron a la exclusión de Cuba. El bloqueo es injusto el levantamiento sería bueno para los EEUU, para Cuba y sería bueno para el mundo, el mundo está contra el bloqueo en esa línea nos movemos”.
En esa línea de pensamiento el embajador Gutiérrez, concluye: “La revolución no será derrotada porque nos asiste la razón y la justicia, porque la revolución es algo tangible, es algo que la gente en Cuba puede tocar. Se reciben noticias malas de Cuba en la prensa internacional, pero en los medios cubanos se puede ver cuántas cosas se hacen todos los días en favor de la gente y eso ha hecho que la Revolución Cubana haya llegado hasta aquí de manera victoriosa”.