La economía es la actividad que determina la vida de los ciudadanos, sin embargo, la mayoría de los ecuatorianos ignora sus fundamentos, dinámica de funcionamiento y repercusiones. Peor aún, la sociedad civil ignora los movimientos que tiene lugar entre bambalinas del poder. Este desconocimiento es el fruto de la acción u omisión de quienes deberían investigar y revelar los movimientos económicos que produce la política y viceversa. Los medios informativos y las encuestadoras de opinión que se atribuyen la función de “investigar” la realidad nacional, nada dicen de lo que ocurre tras la noticia, en el trasfondo de los hechos, y por el contrario echan a rodar una serie de distractores de la población, en eso consiste también su obsecuencia con los poderes de turno.
Buscando una explicación a un hecho que llama la atención en los últimos tiempos y tratando de responder a la pregunta de por qué el régimen de Guillermo Lasso genera tantos frentes conflictivos, muchos de ellos innecesarios, dimos con parte importante de la respuesta en el blog del economista Pablo Dávalos. El analista, efectivamente constata que el gobierno “está en línea de conflicto directo con el movimiento indígena, con el movimiento sindical, con el movimiento político de mujeres y movimientos feministas, con los agricultores, con los maestros, con las clases medias, entre otros, además de la oposición directa desde la Asamblea Nacional con las principales fuerzas políticas: el movimiento político del ex Presidente Rafael Correa, denominado Unión por la Esperanza (UNES), el movimiento Pachakutik, y la Izquierda Democrática que, en conjunto, representan casi dos tercios de la representación legislativa”.
Y como si esto no fuera suficiente, el presidente Lasso ha emprendido una campaña de “beligerancia y hostilidad contra Fidel Egas Grijalva, uno de los hombres más poderosos del país y cabeza de uno de los grupos económicos más importantes, el grupo económico Banco del Pichincha”. El presidente dijo: “hay algunos ricos, dueños de grandes bancos, de empresas en el Ecuador que no pagan impuestos en el país». A continuación agregó: “Fidel Egas Grijalva es aquel rico que no paga impuestos en el Ecuador»
¿A qué responde esta conducta oficial? A primera vista se trata de una disputa interbancaria por la hegemonía económica y financiera entre “quienes definen y estructuran las dinámicas y derivas del capitalismo en el país”. Tal es así que, en la reseña Dávalos constata que “en conjunto, estos grupos económicos han tenido ingresos que oscilan entre el 70% al 60% del PIB del país. En el año 2020, caracterizado por la recesión económica producto de la pandemia del Covid-19, estos grupos económicos tuvieron ingresos por 60,48 mil millones de USD. Como referencia, el año anterior en 2019, tuvieron ingresos por 70,97 mil millones de USD”. Se trata de una concentración de poder económico, político y financiero de 5.991 empresas nacionales y 1.119 transnacionales, y de 55 medios de comunicación y 45 entidades bancarias bajo control de estos grupos, en manos de 1.071 personas naturales, es decir, el 0,006% de la población total que controla más de dos tercios de toda la riqueza nacional.
En esta concentración destaca y lidera el grupo económico Banco del Pichincha (Banco del Pichincha, Diners Club del Ecuador, Banco General Rumiñahui, Banco de Loja, AIG Metropolitana, Seguros del Pichincha, Ecuagesa, Interdin). El complejo económico financiero manejado por Fidel Egas, durante el año 2019 registró ingresos por 2,73 mil millones de USD con activos de 17,92 mil millones y un patrimonio de 3,69 mil millones de dólares; en el año 2020 sus ingresos fueron de 2,51 mil millones de USD, con activos de 18,94 mil millones de dólares y un patrimonio de 3,68 mil millones de USD, es decir.
Se calcula que grupo Banco del Pichincha posee un tercio de todos los activos del sistema financiero privado del país; el grupo que le disputa el liderazgo es grupo económico Corporación MultiBG-Banco de Guayaquil cuyo principal es Guillermo Lasso Mendoza. Durante el año 2019 tuvo ingresos por 601,61 millones de USD, y activos por 6.014,4 millones de dólares en el año 2020, con un patrimonio de 784,04 millones de USD y 68 fideicomisos y entidades off-shore en el exterior registrados en el sistema tributario.
Una hipótesis de trabajo que sugiere Dávalos, es la posibilidad de que el Banco de Guayaquil pueda acceder al control del Banco del Pacífico. En caso de poder hacerlo en Ecuador se consolidan dos grandes bloques económicos bancarios: grupo Banco del Pichincha y grupo Corporación MultiBG-Banco de Guayaquil que controlarían la liquidez global y de la relación ahorro-inversión. Es entonces cuando se empieza a entender la lucha hegemónica.
El régimen de Lasso puso en marcha el desmantelamiento de Banco del Pacífico para venderlo a precio de gallina enferma, como se ha dicho. Adicionalmente, tiene en la mira otras líneas de negocios canalizando seguros del Estado hacia empresas privadas de seguros, formar fideicomisos y consolidar su poder financiero. Para eso necesitaba la ley de atracción de inversiones rechazada por la Asamblea Nacional, con la cual se crearía teóricamente las condiciones de funcionamiento de fideicomisos a cargo de inversiones públicas manejados directamente desde la banca privada.
Pero como señala Dávalos, la cereza del pastel es el BIESS que administra un valor en activos de 39.360,6 millones de dólares del Instituto de Seguridad Social, y no el Banco del Pacífico. Eso explica porqué los 55 medios de información obsecuentes con el poder se sostienen en una campaña de desprestigio del IESS, señalando que está en crisis y con ese volumen de activos.
La conclusión de fondo es que, si Lasso cristaliza la privatización del Banco del Pacífico, así como la del sistema de seguridad social, el grupo Corporación MultiBG-Banco de Guayaquil, al cual se pertenece, habrá desplazado al grupo económico Banco del Pichincha.
El asunto es que el propio gobierno se pone obstáculos en el camino abriendo frentes conflictivos innecesario. Grupo Banco del Pichincha ostenta el poder económico mas no el poder político. Egas, a través de uno de sus medios informativos -Teleamazonas-, golpea al gobierno para minar su potencial político al tenor de un significativo desgaste, y Lasso responde con los ya conocidos ataques. Un gobierno debilitado no podrá jamás llevar adelante procesos de privatización y puede ser destituido en el intento por el consenso creado en torno a su incapacidad de resolver los problemas nacionales.
Estas son las preguntas que el periodismo y los encuestadores deben formular a la ciudadanía: ¿queremos privatizar el país, está de acuerdo en que la seguridad social sea privatizada, le parece bien que en Ecuador se consoliden dos poderosos grupos económicos que determinan la economía nacional, considera justo que el grupo Banco del Pichincha posea un tercio de todos los activos del sistema financiero privado del país, y que un pequeño número de personas que representan el 0,006% de la población total, controle más de dos tercios de toda la riqueza nacional?
Estos son los temas entre bambalinas del poder que debe conocer la ciudadanía. Sin embargo, periodistas ni encuestadores se atreven hacer estas preguntas. Será porque intuyen la respuesta.