En un mundo cambiante, complejo y convulsionado existen diversos imperativos sociales y ambientales que hacen sentido y comprometen la responsabilidad empresarial de compañías que, en su actividad corporativa, mantienen una gestión industrial en la sociedad. La industria, como actividad transformadora de la naturaleza, suele generar contradicciones del hombre con el entorno natural. El aprovechamiento de recursos naturales no siempre se da en armonía con los ecosistemas existentes en las zonas de influencia y el impacto ecológico suele ser significativo.
No obstante que la minería es una de las industrias más reguladas del mundo, su actividad de exploración y explotación de recursos mineros genera impacto ambiental que es minimizado merced a regulaciones, controles y políticas energéticas en vigencia.
Una de ellas es la llamada transición energética, en la que la energía verde juega un rol esencial debido a su bajo costo ambiental. En la actualidad representa una alternativa válida frente a las energías no renovables e inside positivamente en la reducción de efectos del calentamiento global, puesto que no emite gases de efecto invernadero ni emisiones contaminantes.
Los beneficios de la energía verde son múltiples. Se trata de una energía limpia proveniente de fuentes renovables que no es contaminante como combustibles fósiles y es ampliamente sostenible. Para evitar eventuales confusiones, huelga decir que todas las energías renovables son limpias, pero no todas las energías limpias son renovables. La energía renovable proviene de recursos inagotables proporcionados por la naturaleza, mientras que la energía limpia es una energía que produce muy poca o ninguna contaminación.
Responsabilidad empresarial
Las industrias limpias continúan siendo un aspiracional de nuestra sociedad. Y en tal sentido hay buenas noticias. En Ecuador esta aspiración ambiental ya es una realidad tangible, en la medida de que existen empresas mineras que invierten en la transición hacia una energía verde, de todas maneras, más limpia y respetuosa de los cánones socioambientales.
Esta innovación hacia nuevos modos de producción industrial, sin duda, implica un esfuerzo empresarial -financiero y tecnológico- que es asumido bajo el concepto de responsabilidad ambiental en el que se encuentran inmersas empresas vanguardistas. En tal sentido, la transición hacia energías verdes forma parte de la innovación imprescindible en el ámbito del desarrollo empresarial.
Una de las compañías innovadoras en esa línea tecnológica es Solaris Resources, empresa minera promotora de una cartera de activos de cobre y oro en las Américas. Solaris impulsa en Ecuador, en la provincia de Morona Santiago, un modelo de industria sostenible -modelo Warintza-que gestiona la minería participativa con la comunidad shuar. El proyecto Warintza está ubicado 40 km al norte de la mina de cobre y oro Mirador, una de las operaciones de cobre de menor costo del mundo y una de las minas más grandes de Ecuador. La mineralización ocurre sobre un grupo de pórfidos de cobre de 7 km x 5 km que incluyen Warintza Central; Warintza West, descubierta en febrero de 2021, 1 km al oeste; Warintza East, descubierta en julio de 2021, ubicada aproximadamente a 1,3 km al este; y su último descubrimiento realizado el mes pasado en Warintza Sur, 3 km al sur, un objetivo con dos o tres veces el volumen de Warintza Central.
Existe una demanda de energía verde cada vez más dinámica en el mundo, que supone un reto financiero para empresas mineras de pequeña y gran escala que se ven obligadas a restaurar suministros para mantener la producción. En ese requerimiento entre los metales más útiles en la generación de energía limpia está el cobre, cobalto y litio con los cuales construir paneles solares que minimizan costos energéticos. El cobre es un metal altamente energético por su capacidad de conducción, por lo que es útil en energía renovable para crear energía solar y eólica. La demanda de cobre crece en el mundo, este año 2022 será de unas 801.000 toneladas del consumo mundial total de 25 millones de toneladas. En el próximo quinquenio solo los vehículos eléctricos y las energías renovables representarán el 72 por ciento del crecimiento total de la demanda de cobre refinado.
La transición a la energía verde está en camino de crecer como expresión de innovación y responsabilidad empresarial, en el transcurso del 2022. En este esfuerzo, Solaris Resources podría destacar como el mejor proyecto disponible para una empresa más grande, a nivel mundial.