El gobierno ruso anunció en las últimas horas que ha decidido realizar «una operación militar especial» para defender Donbass. El objetivo de la operación, según el presidente Putin, es “proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años». En esa línea de acción el régimen ruso se esfuerza por «desmilitarizar y desnazificar Ucrania. Y también para llevar ante la justicia a quienes han cometido numerosos y sangrientos crímenes contra la población civil, incluidos los ciudadanos de la Federación de Rusia», agregó el mandatario.
Putin detalló que la principal motivación rusa de reconocer las Republicas Populares de Donetsk y Lugansk “eran los sentimientos y el dolor de las personas que han vivido en condiciones terribles durante ocho años. No se puede mirar todo lo que está ocurriendo allí en Donbass sin compasión, simplemente era imposible tolerarlo todo por más tiempo, era necesario detener inmediatamente esta pesadilla, el genocidio contra los millones de personas que viven allí y que solo esperan a Rusia».
Según informó la agencia de noticias rusa RT, «las Repúblicas Populares de Donbass han solicitado la ayuda de Rusia. Los planes rusos no incluyen la ocupación de territorios ucranianos, no vamos a imponer nada a nadie por la fuerza», manifestaron. Sobre estos argumentos nada dicen las noticias que circulan en Occidente en clara intención de interpretar los hechos acusando a Rusia de invasión bélica, que es el posicionamiento establecido por los EEUU.
La version de la agencia estadounidense CNN manifestó que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, pronunció un discurso el jueves por la mañana temprano, diciendo que había decidido «llevar a cabo una operación militar especial… para proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio por parte del régimen de Kyiv durante ocho años», repitiendo una afirmación sin fundamento sobre la región de Donbás respaldada por los separatistas rusos de Ucrania. Sin embargo, negó que Rusia estuviera planeando ocupar territorios ucranianos. “No vamos a imponer nada a nadie por la fuerza”. Pero en un pasaje profundamente amenazante, Putin agregó que cualquiera que intente interferir o amenazar a Rusia tendría «consecuencias que nunca ha experimentado en su historia».
Al respecto, las autoridades rusas rechazaron las versiones occidentales impulsadas por las agencias informativas norteamericanas que han difundido una realidad “formada por Estados Unidos a su imagen y semejanza que es un imperio de la mentira”.
Origen del conflicto
Las tensiones entre Ucrania, ex república soviética y Rusia, constituyen el foco de un conflicto bélico que no es reciente y tienes raíz en las tradicionales relaciones históricas entre Kiev y Moscú. Kiev, capital de Ucrania, es conocida como la ciudad mártir desde que durante la Segunda Guerra Mundial fue sitiada por el ejército alemán, entre agosto y septiembre de 1941, en el cerco más grande de la historia de la guerra por el número de tropas. Tras el éxito inicial de la llamada Operación Barbarroja, la Wehrmacht alemana proyectó un avance masivo hacia Moscú, capital de la URSS, principal centro administrativo y militar del país. La resistencia soviética en el «cerco de Kiev» duró hasta el 26 de septiembre, sorprendiendo el número de bajas en las filas soviéticas. Tras la finalización del cerco, los soldados soviéticos lucharon hasta quedar casi sin municiones, manteniendo una feroz resistencia ante las tropas alemanas, que sufrieron a su vez cuantiosas bajas. Kiev se transformaría en el símbolo de la resistencia militar y popular soviética.
Occidente se ha planteado presionar a Moscú para asegurar la paz a Ucrania. La reacción de EEUU, la OTAN y la UE ha endurecido a su vez la posición del presidente Vladímir Putin en materia de seguridad, causando una confrontación que está llegando a niveles más peligrosos que durante la «guerra fría». El origen de la actual crisis entre ambos países -Rusia y Ucrania- se debe en gran parte a la negativa de Moscú de aceptar el acercamiento de Ucrania a la OTAN y a la Unión Europea, puesto que Moscú considera la exrepública soviética parte de su influencia, e incluso, Vladimir Putin ha considerado que forman «un solo pueblo»,
Por otra parte, los intereses norteamericanos en la región quedan en evidencia ante el envío, de 2.700 millones de dólares en ayuda proporcionados a Ucrania desde 2014, lo que demuestra el compromiso de Estados Unidos para potenciar sus defensas frente a la, cada vez mayor, presencia rusa. A esto se suman unas 90 toneladas de armas y municiones proporcionadas por Estados Unidos que han aterrizado en los últimos días en el aeropuerto ucraniano de Boryspil, a unos 29 kilómetros al este de Kiev.
Lo que está en disputa en Ucrania, es la influencia de Rusia sobre territorio ucraniano, y la decisión oportunista de la UE -instigada por los EE. UU- de incorporar bajo su égida a la ex república soviética. Se trata de un asunto estratégico que amenaza con revivir la “guerra fría” de los años cincuenta en el marco de la geopolítica estadounidense.