Un fantasma recorre el mundo: el fantasma de Ómicron, la variante del Coronavirus que con evidente materialidad está amenazando a la humanidad por su capacidad de reproducirse sin precedentes en la historia de la epidemiología.
Las olas de contagios en los dos últimos meses, han ocupado, cada vez más, los titulares de las noticias en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que solo en la primera semana de 2022 se reportaron 15 millones de nuevos casos de COVID-19 en el mundo, el mayor número notificado en una sola semana. Detrás de estas cifras está Ómicron en una escala de transmisión inédita que ha puesto a los especialistas a investigar con el fin de evaluar su transmisibilidad, gravedad y riesgo de reinfección. Un hecho es concreto: la transmisibilidad de Ómicron supera a Delta, la variante genética del coronavirus que se impuso antes en el mundo.
Estadísticas recientes registran un aumento de 66% de nuevos casos en la última semana, se redondea la peor quincena de incremento mundial del COVID-19. Los países con mayor crecimiento son Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, España e India, país que se suma recientemente al rebrote. Ecuador, en tanto, registraba un crecimiento del contagio mayor al 30% en la última semana. Con la información oficial del domingo -tardía como de costumbre-, se verifica que la situación es aún peor, pues incrementó en 50% el número de contagios: 15.008 nuevos casos en los 7 días. Las festividades de diciembre, la falta de cuidado en general y la nueva variante han provocado el efecto esperado y avisado, un gran incremento del contagio en Ecuador. Con 34% más casos que la ya abultada semana anterior se completa el ciclo de 3 semanas de altísima expansión de la pandemia. Incrementan más Guayas, Pichincha y Manabí; lo hacen en mayor proporción Cañar, Santa Elena, Imbabura y Guayas; esto considerando que se ha extrapolado la información del último día, por retraso de la información oficial.
Una simple búsqueda en las tendencias de Google de la variante genética del Covid, ubican a Ómicron como uno de los términos más buscados entre noviembre y diciembre de 2021, aunque síntomas, cepa, vacunas son algunos de los temas que en este nuevo año continúan siendo recurrentes en las búsquedas de los usuarios. La búsqueda, en lucha contra la ignorancia, ha venido a recordarnos que esta pandemia aun no acaba, y que aprender a convivir con el SARS-COV 2 puede ser cosa de vida o muerte y que protegernos resulta vital.
Interrogantes claves
Nada en la vida natural o social ocurre de repente, intempestivamente, todo es un proceso histórico natural; esto quiere decir que, tanto en la naturaleza como en la sociedad, los fenómenos son graduales. Dos preguntas que hasta ahora nadie había respondido con claridad: ¿Por qué Ómicron es, súbitamente, más transmisible y por qué, a pesar de su transmisibilidad está siendo menos letal, según estadísticas médicas?
Un equipo médico cubano encabezado por la doctora en Ciencias, María Guadalupe Guzmán, jefa del Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), académica de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba; de la Academia Mundial de Ciencias y de la Organización de Mujeres Científicas para el Mundo en Desarrollo, galardonada recientemente con el Premio L’Oréal-Unesco a Mujeres en Ciencia 2022; y el doctor Carlos Fonseca Gómez, especialista de Medicina Interna, y máster en Infectología, del IPK, intenta dar respuesta a esta cuestión.
En primer lugar, hay que comprender que la transmisibilidad de un virus es el período o lapso de tiempo durante el cual el agente infeccioso puede ser transferido directa o indirectamente de una persona infectada a otra, de un animal infectado al hombre, o de un hombre infectado a un animal, inclusive artrópodos. La letalidad es el poder, mortal, que tiene un virus de provocar la muerte en una cantidad de personas que fallecen en un lugar y en un período de tiempo determinados, en relación con el total de la población.
Ómicron, con un 55% de incremento de contagio planetario, ya fue clasificado por la OMS como “variante de preocupación”, puesto que su transmisión supera las cepas anteriores, se ha confirmado que en dos o tres días duplica el número de casos. No obstante que aumenta al principio y luego comienza a bajar paulatinamente el índice de contagios, Ómicron es la variante de mayor transmisibilidad.
¿Por qué Ómicron es más transmisible? Los especialistas cubanos señalan que cuando se compara Ómicron con las otras cepas se constata que la nueva variante genética tiene en su espícula 30 mutaciones, este cambio hace que se transmita mucho más. El Ómicron, en la zona por la que se une a la célula humana, tiene 15 cambios, es decir, en total muestra 50 cambios o mutaciones. Las otras variantes de Covid solo tienen 5 cambios, Beta tienen 12 mutaciones y Delta tiene 19 cambios, esto las hace menos transmisibles.
La variante genética Ómicron sorprende en poco tiempo a los sistemas de salud de la mayoría de los países del mundo, sin una capacidad de respuesta hospitalaria a la altura de la vertiginosidad de contagios; y, aunque este no es el momento de analiza las razones, hay que decir con toda claridad que Cuba, según sus especialistas, es una nación que desde que comenzó la pandemia mostró cierta ventaja, debido a que estableció una vigilancia genómica desde el Estado con sentido social y científico, difundido internacionalmente. En cambio, el secretismo es una condición sine qua non de todo negocio o gestión comercial que busca obtener ventaja de la ignorancia social, y esa es la virtud o el defecto de la industria farmacológica capitalista con insospechados afanes lucrativos.
Los médicos cubanos señalan que Delta se impuso sobre Beta desde diciembre del 2021 y Ómicron supera a ambas en un 87%, desde finales de noviembre al 6 de enero del 2022. Su gran transmisividad era esperable entre viajeros en transportes aéreos y terrestres internacionales. La doctora Guadalupe Guzmán hace referencia a las características más relevantes de Ómicron, señalando que la sintomatología en enfermedades virales depende de varios factores del individuo y del entorno del agente biológico. La vacunación, sin duda, produce cambios en la población que se infecta, en cuanto al aspecto clínico del Covid. La variante Ómicron “es la más rápida que se transmite, pero el comportamiento es más ligero y con menor severidad”. En su cuadro clínico coincide en el tiempo con síntomas gripales comunes: dolor de cabeza, dolor de garganta, predominan síntomas relacionados con el tracto respiratorio alto. La gente de mayor edad desarrolla síndrome respiratorio severo, incluso le puede llevar a la muerte. En el caso de Ómicron se ve menos estas manifestaciones y ataca “70 veces más en el tracto respiratorio bronquial y 10 veces menos en el tracto respiratorio inferior”. Aunque no todo se ha logrado discernir sobre esta variante del virus, con Ómicron “hay un menor número de personas que solicita atención médica y requiere menor ingreso hospitalario”.
Los síntomas específicos resultan imposibles de diferenciar de otros virus respiratorios que estén circulando, sin embargo, está claro que los trastornos de gusto y olfato se dan con menos frecuencia y la sensación de fatiga, taquicardia y fiebre acompañan a esta variante. Con la variante Delta se sobrecargaron los hospitales, con Ómicron llegan cada vez más casos con sintomatología ligera a los centros médicos.
En conclusión, con mayor transmisibilidad hay más posibilidades que muchas personas se enfermen, pero con síntomas más leves hasta el momento. Entre las precauciones preventivas que recomiendan los especialistas cubanos, destacan evitar las reuniones en sitios públicos, lavado de manos frecuente, uso de alcohol o gel desinfectante, uso permanente de mascarilla y cumplir con el plan completo de vacunación con refuerzo de tercera y cuarta dosis.
Prevención oportuna
Si bien ha disminuido el porcentaje de anticuerpos neutralizantes ante la variante Ómicron, la vacunación resulta ser la respuesta más efectiva al ataque del virus, contradiciendo en los hechos a las creencias esotéricas que estiman que con práctica paramédicas no científicas, se lo puede combatir con eficacia.
La decisión de las autoridades de Cuba de preparar sus propias vacunas “fue sabia y temprana y marcó la diferencia entre estar mejor preparados o ser sorprendidos por la masificación del Covid”. La imperiosa necesidad social de atender a su población, hizo que el gobierno de Cuba, según los especialistas, «tomara la decisión de preparar sus propias vacunas y éstas resultaron exitosas en el ámbito clínico». Las estrategias de vacunación son eficaces y eso marca la diferencia. Cuba, desde mayo 2021, ha implementado la estrategia de intervención, vacunando a la mayoría de la población en corto tiempo: 9,7 millones de personas con esquema completo de vacunación.
La humanidad inspirada en esta lucha sin cuartel contra el Coronavirus y sus variantes genéticas, habrá disipado, más temprano que tarde, la amenaza de un fantasma viral que recorre el mundo.