El montaje de la obra Los Cuadernos de la Tierra, basada en el poema homónimo de Jorge Enrique Adoum, puesta en escena en la sala Demetrio Aguilera Malta de la Casa de la Cultura, corresponde a un fin de temporada del Teatro Ensayo iniciada en su estreno en el 2017. La obra que hace un recorrido por la historia ecuatoriana, “rehuyendo las tentaciones y trampas de la anécdota” (Adoum), deja hablar al hombre y su lumbre metafísica, a los conquistadores y los conquistados, según palabras de presentación de Raúl Pérez Torres impresas en el catálogo de mano.

Un montaje impecable, libre de todo artificio extraño al aliento original del autor del poema épico con que Adoum inspira una dramaturgia que nos lleva a recorrer la verdad histórica de una tierra avasallada, desde sus orígenes hasta nuestros días. Una historia de dominios coloniales e instauración de un mundo ajeno, forjado en un espacio arrebatado a sangre y fuego.

En la puesta en escena, tanto como en los versos originarios, cobra vida la muerte que se impone sobre nuestros ancestros en nuestra condición de colonizados. En escena se funden el gesto y la palabra, la música y la luz para crear los ambientes de un montaje coreográfico y teatral de sobrios rasgos estéticos. “Se produce una explosión de hermosas imágenes dotadas de profundo sentido que se disputan la prioridad”, según constata la coreógrafa de la obra, Marisa Créténier.
Y emerge la creación colectiva bajo la dirección magistral de Antonio Ordoñez. Un trabajo plural que no soslaya las improvisaciones, la propuesta de sensibilidad personal de cada actriz y actor del grupo, hasta concebir sobre las tablas la imagen y el parlamento común de un teatro auténticamente experimental que echa mano, escena tras escena, a una aquilatada experiencia en expresión vocal y corporal. Tarea nada fácil la de traducir el lenguaje abstracto de la danza en expresión histriónica de un sentimiento perceptible, con un “decir poético” que rinda culto de fidelidad al verso original. Menos fácil aún resulta reescribir la historia desde una visión social, desde la rebeldía y la resistencia, desde el dolor y la esperanza.

Los Cuadernos de la Tierra, da cuenta de un testimonio, de una sentencia reflexiva que nos aproxima a nuestra propia historia tantas veces tergiversada o silenciada, desde un recóndito pretérito hasta un presente sin futuro certero, más allá de nuestra propia utopía.
Última presentación, hoy a las 19h00 en la sala Demetrio Aguilera Malta de la Casa de la Cultura en Quito.