Lucre Maldonado es poeta desde su adolescencia, aunque no acostumbra a decirse poeta, porque la poesía -considera- es un género que tiene que ser perfecto. Esa búsqueda de emoción estética más profunda ya no le asusta, pero respeta. Aquel uso de la palabra como si fuera “el mármol o el color de un modo más preciosista que la prosa o la narrativa donde existe una temática; en su lugar, la poesía busca crear belleza solamente con la palabra y provocar emoción”.
En esa búsqueda, Lucrecia Maldonado obtuvo un premio de poesía organizado por el canal de YouTube -de Patricio Echeverria-, Poemas para un tiempo sin tiempo, un certamen latinoamericano con jurados internacionales que “premia una belleza formal y una profundidad de contenido poético”. El poema de Maldonado que obtuvo el premio lleva por título Sarabande, que alude a “una pieza musical melancólica dentro de una composición mayor del barroco”. Los versos reflejan el amor humano con altibajos, con rupturas y fechas de caducidad, sea ya por infidelidad o por la muerte, la valentía de irse del amor o el sacrificio de quedarse sin él y el dolor que puede conllevar.
Lucrecia Maldonado mantiene un sitio virtual denominado Ganas de hablar que toma el nombre de un libro suyo homónimo que publicó en el año 2005 cuando la poeta atravesaba una zona de turbulencias emocionales. Luego Maldonado ha publicado poemas en el Ángel Editores y el libro Veinte poetas ante la vida en el que rinde culto a vates influyentes en su obra, Vallejo, Mistral, Cortázar, de la Vega, entre otros. Todos, de algún modo, signados por el romanticismo que Lucrecia rememora por sus “peripecias vitales” que le interesan. Sin embargo, matizado por otras temáticas.
También está la familia, la relación con el mundo, la crítica social, el sentido de la vida…
Un libro tuyo nos habla de El Amor Perfecto, ¿puede el amor alcanzar la perfección?
Los seres humanos somos imperfectos, el amor tal vez no alcance una perfección porque no existe amor feliz. La cuota de felicidad se paga caro.
¿La poesía es la forma perfecta de hablar sobre lo imperfecto?
La poesía es una de las máximas fruiciones estéticas: los poetas hablan con dioses -decía una amiga-como una de las formas superiores del lenguaje por todo lo que tiene de simbolismo, de asociación de ideas, y uno entreteje esas asociaciones para crear emociones. Es un arte superior, yo, a veces, cometo poesía porque no acostumbro a decirme poeta ya que hay que alcanzar una cumbre que yo no sé si alguna vez alcance, es como complicado llegar hasta allá.
Poe decía que existen cuatro condiciones de la felicidad humana: una vida sin apegos materiales, vivir al aire libre, el amor de una mujer y descubrir una belleza nueva cada día. ¿es la poesía el camino más expedito para lograrlo?
Creo que me quedo con la última definición de Poe para ser feliz, las otras son un poco difícil. La carencia de condiciones materiales amenaza la vida, conseguir el amor de una pareja a veces si y a veces no, disfrutar del entorno natural ayuda. Qué fácil es fijarse en lo malo, pero hay una belleza nueva cada día a la que no damos importancia, es algo tan cotidiano que no lo miramos; cosas pequeñas pero muy bellas que siempre habrá en el mundo que le den cierta belleza. Las pequeñas alegrías que anuncian que, en algún momento, el mundo puede estar bien.
El poema Sarabande, entre luces y sombras, nos habla de aquello.
un día es una flor
al otro una canción
una aromada carta en papel transparente
una tarjeta absurda que nos hace felices
un estremecimiento de luz en las entrañas
y tanta maravilla en el centro del pecho
tal vez se vuelve grito
sangre alarmada
pregunta sin respuesta
o es
un hosco silencio
una duda
la mano que acaricia
el puño que estremece
el no saber qué hacer ni adónde irse
un día te despierta con sabor a ceniza
esa sinceridad con su tinte de muerte
o el silencio que esconde lo que siempre se supo
un día es solo carne
y al otro
alma sublime
las pieles que se rozan se pueden volver lijas
y las palabras balas con buena puntería
un día el corazón estalla de alegría
y al otro se destroza en un mar de sollozos
un día es simple gesto cotidiano
y al siguiente renace luminoso
como el cisne que canta sin saber que agoniza
un día se decide
la valentía de irse
o el sacrificio enorme de quedarse
un día vive el amor
como pétalo o brizna
y al otro día se muere como una mariposa
para la cual volar nunca fue suficiente