Las relaciones cubano ecuatorianas entraron en una nueva fase con el cambio de representante diplomático isleño, Basilio Gutiérrez, en reemplazo de Rafael Dausá, quien asumió funciones recientemente y se estrenó en al acto de conmemoración del quinto aniversario luctuoso de Fidel Castro que tuvo lugar esta semana. En el acto conmemorativo, que se convirtió de algún modo en símbolo del reforzamiento de relaciones de amistad entre los pueblos cubano y ecuatoriano, el embajador Gutiérrez destacó que el ejemplo de Fidel en repuesta a la Cuba que encontró cuando el pueblo cubano bajo su liderazgo tomó poder en 1959, constituye buena parte de la realidad cubana hoy.
Cuba es un país que al inicio del poder revolucionario tenía un millon de analfabetos entre sus seis millones de habitantes, la desnutrición y muerte infantil por enfermedades gastrointestinales y respiratorias curables, eran un ejemplo de las políticas antipopulares del dictador Batista. Hoy en Cuba no hay analfabetos ni desempleados y la expectativa de vida de hombres y mujeres se prolongó hasta un promedio de setenta y cinco años.
El embajador Gutiérrez considera que la gran batalla que tiene que dar hoy el pueblo cubano es cultural: “Si EE.UU es una potencia en el mundo, en buena medida es por el fenómeno cultural más que militar y económico. Tenemos como embajada una misión fundamental que es tratar de comunicarnos con la sociedad ecuatoriana con una visión objetiva de nuestra realidad, con nuestras luces y con nuestras sombras. Un país como Cuba no tiene nada que esconder, muchos problemas que tiene Cuba en la actualidad no dependen del bloqueo, dependen de nuestra incapacidad y errores en la conducción del socialismo”.
Para una isla como Cuba, ubicada a 90 millas de los EEUU, primera potencia económica del mundo que se dedica sistemáticamente a boicotear las relaciones económicas de Cuba, y a difundir una imagen cercenada de Cuba, cualquiera se da cuenta que ningún país aguantaría eso. No obstante, el embajador Basilio Gutiérrez asume con una visión objetiva y autocrítica de su país, un diálogo franco y esclarecedor de la realidad de Cuba hoy.

¿Cómo explicar los gérmenes de disconformidad social en Cuba, habiéndose cumplido la respuesta que la Revolución da a los problemas históricos de la sociedad cubana?
Cuando hablamos de estos segmentos de protesta social que de alguna manera tuvieron su expresión en las manifestaciones y actos violentos de algunas personas contra la revolución el 11 de julio pasado, y que asombró al mundo, cuando uno toma una mirada más cerca del problema se lo puede explicar, porque esto ocurre cuando ya llevabamos más de un año de pandemia, y la pandemia tuvo un gran impacto en la economia mundial. En muchos países se produjeron determinadas manifestaciones de ira popular y Cuba no escapa a ese fenomeno despues de tantos meses de confinamiento. Ese es un elemento universal, pero hay un elemento que es específicamente de Cuba y es que en ese contexto el gobierno de los EE.UU reforzó de manera oportunista su bloqueo contra Cuba. La administración Trump estableció más de 240 medidas adicionales contra Cuba, y eso en una pequeña economía como la de nuestro país que depende del comercio exterior, afecta más a diferencia de otras economías que tienen grandes recursos naturales. Cuba depende mucho de ese comercio abierto y del turismo internacional y todo eso se paró. Cuba no es capaz de producir todos los alimentos que necesita, y durante todos los meses de pandemia en Cuba es reconocido que hemos tenido escacez de alimentos. Únicamente con el sistema de distribución que tenemos hemos podido evitar males mayores, y hemos podido mantener un nivel de alimentación razonable para nuestro pueblo. Pero no hay duda que las largas filas para buscar los alimentos, ademas del hecho de que los cubanos acostumbrados a salir y entrar del país se detuvo, eso va creando en las personas una reacción adversa; y a eso hay que agregar que hay determinados problemas sociales que se van acumulando y que en determinados espacios del país, quizas, el gobienro no es capaz de atender en su momento; y todo eso va creando una inconformidad en la gente. De manera oportunista, el gobierno de EE.UU a gente mercenaria dentro de Cuba la embajada americana le paga becas y les da beneficios, se aprovechó de eso para armar una gran operación de concertación, a través de las redes sociales que también es un fenómeno nuevo en Cuba. Todo eso explica y son factores que favorecieron ese descontendo popular, y las expectativas de las nuevas generaciones no son las mismas que teníamos antes, se dice que los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres. Todo esto combinado, explica este fenómeno que pasó en Cuba.
¿Qué problemas pendientes existen, qué necesidades no han sido resueltas que podríamos reconocer en Cuba?
En este minuto el tema de la alimentación del pueblo es un problema central. No quiere decir que en Cuba la gente se acueste a dormir con hambre, ni hay un nivel de desnutrición, pero en la vida cotidiana se hace difícil poder gestionar todos los alimentos que se necesitan; más allá de que en nuestro país existe un sistema de distribución de alimentos que es subsidiado y que es igualitario, universal y generalizado, y eso es un colchón que cubre mucho de las necesidades. Pero también la sociedad cubana ha cambiado y hay segmentos de la población que tienen poder adquisitivo mayor, que reciben remesas del exterior y demandan otros productos. Esos son los segmentos que más tienden a expresar disconformidades. Hoy la sociedad cubana no es tan homogénea como era en los años setenta, esa es una realidad que yo creo que influye. En Cuba estamos haciendo una transformación económica grande que es superar la doble moneda, ahora solo tenemos el peso cubano y esa unidficación monetaria ha generado inflación porque se ha devaluado el peso cubano. Por ejemplo, una libra de cerdo -que es un producto muy consumido- valía 30 pesos, ahora cuesta 200 pesos y eso es resultado de un proceso que tiene lugar en medio de la contracción de la economía mundial y reforzamiento del bloqueo, y en un país cerrado es dificil controlar la inflación, pero el gobierno y esta trabajando en eso, buscando promover más las iniciativas locales, la oferta de productos a partir de la industria nacional, pero eso lleva tiempo.
¿Los ajustes salariales se van compareciendo frente al aumento inflacionario?
Los ajustes salariales fueron bien planificados bajo el principio socialista de que el que más aporta gane más, pero nadie estaba preparado para la pandemia y eso ha tenido un efecto negativo que nadie esperaba.
¿No obstante, no estamos en presencia de un nuevo “periodo especial” en Cuba?
No, definitivamente, no. Yo diría que no estamos en un periodo especial porque el “periodo especial” fue básicamente originado por la caída del campo socialista y la URSS, que era nuestro principal socio estratégico. Hoy estamos en una situación muy particular que nadie esperaba con esto de la pandemia. Pero hoy la economía cubana tiene otras posibilidades y otras potencialidades como el turismo, anualmente recibimos casi cinco millones de turistas y eso no lo teníamos en los años del periodo especial. Cuba tiene hoy diez aeropuertos internacionales, antes solo estaban el aeropuerto de La Habana y el de Santiago. El país ha tenido desarrollo biotecnológico, a pesar de que depende mucho de la importación de alimentos, se han logrado avances importantes en la producción de arroz, de granos, carne, leche, huevos y de pollo. El país tiene más posibilidades de responder, con mas diversidad, se han atraído inversiones extranjeras.
Es decir, han logrado sobrevivir al bloqueo ¿Cómo ha impactado en la economía cubana esta agresión?
Yo prefiero -más que hablar de cifras-, pero se sabe que son más de 800 mil millones de dólares a los precios de los años sesenta; una cantidad difícil de imaginar. Impacta en todos los aspectos de la vida; por ejemplo, el hecho de que Cuba no puede comprar productos que tengan más de un 10% de componente norteamericano, es un gran problema. Por ejemplo, en el tema de equipamiento médico que el único que lo produce en el mundo es una compañía norteamericana y tiene más de un 10% de componente americano, Cuba no lo puede comprar, y eso tiene un efecto que cuesta vidas. El hecho de que Cuba no puede operar con el dólar norteamericano -divisa del mundo- en sus transacciones internacionales, eso afecta.
¿Cómo ha enfrentado Cuba la pandemia, específicamente, qué tan devastadora ha resultado para el pueblo cubano?
Ha sido un gran impacto. Cuba tiene once millones doscientos mil habitantes y se ha contagiado con Covid-19 casi un millón de habitantes. Es un porcentaje importante de la población. Claro, hay que decir que Cuba tiene un sistema universal de salud ha hecho un pestizaje muy grande. Cuba tiene 10 millones de pruebas PCR realizadas, y en el momento más grave de la pandemia realizaba 50 mil puebas diarias.
Ningún Estado estaba preparado para enfrentar la pandemia, ¿Cuba tiene algunos elementos que le permitieron hacerlo y dar una mejor respuesta?
La mejor respuesta está en eso: un sistema universal y gratuito, estatal, de salud pública. El propio entramado social de la Revolución, un pueblo organizado, existen las organizaciones sociales, la Federación de Mujeres, que juegan un papel muy importante en cuestiones educativas, los Comités de Defensa de la Revolución que es una forma de agruparse que tienen los vecinos para resolver sus problemas, todo ese entramado social, todo ese sentido colectivo de Cuba ayudó de alguna manera de actuar. Donde sí tuvimos un éxito fue en evitar muertes, porque Cuba tiene registrado más de 8.200 muertes, eso está muy por debajo del promedio registrado en América Latina y el Caribe. Ocho mil muertes es un número importante, pero comparado con otros países, tiene ese sentido. Nuestro propio desarrollo en la industria biotecnológica, no solo con la creación de las vacunas propias que desarrollamos, sino con otras terapias también ayudaron. Muchas de las muertes se provocaron por enfermedades preexistentes, y el hecho de que Cuba haya desarollado un sistema de atención para combatir determinadas enfermedades eso también tuvo un efecto positivo, y se sigue trabajando porque la pandemia no es un problema superado.
En otro aspecto de la vida del pueblo cubano, ¿qué pasa con la cultura, por qué hay un germen de descontento entre algunos gestores culturales; por ejemplo, el dramaturgo cubano que se va a España para tratar de agitar la protesta desde el exterior, y el propio Pablo Milanés que se pone al margen del proceso revolucionario?
En realidad, creo que es muy endógeno y propio de la cultura el ser crítico de la realidad, eso es universal y Cuba no escapa a ese fenómeno. La relación entre revolución y cultura siempre ha sido compleja, y esa misma complejidad, y esa contradicción, creo, que nos ha empujado a ser un país mejor tambien. En el tema religioso, Cuba es un país que en algún momento se declaró ateo, y no hay duda de que hoy el derecho que tienen las personas a tener diferentes creencias religiosas, en Cuba hoy está mucho mejor respaldado que en los primeros años de la Revolución. Eso tiene tambien su explicacion en términios políticos, pero es una realidad. Hoy existe un diálogo fluido entre Cuba y los cubanos que viven fuera, y no solo es gracias a la tecnología sino que son medidas del Gobierno cubano. La aceptación de la diversidad en una sociedad machista como la nuestra es un tema muy dificil de ver. Hoy en la sociedad cubana la gente tiene más espacios para expresarse como seres humanos en su diversidad. En el campo cultural, siempre EE.UU ha tratado de poner la cultura como una cultura contestataria contra la Revolucion y no hay duda que, en determinados espacios, ha podido captar a determinados artistas, por ejemplo usted menciona a Pablo Milanes que es una figura controvertida, pero es un gran artista. Aquí, en este minuto, el problema de Cuba no son los grandes artistas son los pseudos artistas que no tienen una obra detrás, porque este que estaba organizando la manifestación del 15 de noviembre es un desconocido, no tiene una obra que lo respalde, es una figura construida, me explico, que no se puede comparar con Milanés. Y hay que decir algo que es dialéctico, es que la Revolución no se termina. La Revolución hay que construirla todos los días porque la realidad va cambiando y esos son los desafíos que hoy tenemos. La respuesta que hoy nosotros podemos tener desde el gobierno a los fenómenos de la realidad cubana, no pueden ser los mismos que teníamos hace 25 o 30 años. Hoy tenemos una nueva generación con una educación e instrucción superior y que tiene su propios proyectos de vida, y a veces la propia realidad económica de Cuba no asegura esos proyectos de vida, entonces ahí tenemos una contradicción que, repito, es siempre aprovechada de manera oportunista por nuestro adversario histórico.
Celebro su objetividad y realismo. Las relaciones bilaterales de Cuba y Ecuador y con el resto del continente siempre deben ser históricamente solidarias, pero no solo eso, también se requiere de relaciones concretas. ¿Cómo están las relaciones comerciales cubano ecuatorianas?
En primer lugar, las relaciones entre Cuba y Ecuador, como usted decía, tienen un larga data, una larga historia de vinculos de todo tipo e incluso familiares. Es decir, que las relaciones nuestras con la sociedad ecuatoriana son muy gruesas, las relaciones nuestras con el gobierno ecuatoriano son relaciones de respeto, respetando la soberanía, los principios básicos que rigen las relaciones entre dos Estados. Incluso hoy sabemos que, ideológicamente hablando, nuestros gobiernos tienen enfoques diferentes de la realidad, pero eso no impide que podamos encontrar siempre espacios de colaboración, de concertación y también de resolver las diferencias que puedan surgir en las relaciones en base al diálogo, esa es nuestra percepción. Cuba está bien entrenada en cómo relacionarse con las sociedades latinoamericanas, porque en la realidad de los países latinoamericanos hay una diversidad de gobiernos, unos más a la izquierda y otros más a la derecha. Al final, todos somos latinoamericanos, todos pertenecenos a CELAC, que es nuestro aporte y siempre Cuba apuesta mucho por la comunidad de Estados latinoamericanos, en el sentido que es un espacio para que nosotros los latinoamericanos donde podamos dirimir nuestras diferencias y también encontrar puntos de contacto para poder avanzar. En lo comercial, estoy convencido de que el gobierno actual está abierto, todo depende de nuestras posibilidades, Cuba ni Ecuador no son grandes economías, somos pequeños. Hay una gran posibilidad de desarrollo de las relaciones bilaterales en el campo social. Cuba tiene mucho que aportar en educación, salud, desarrollo biotecnológico, investigacion científica y Ecuador nos puede aportar en muchísimas cosas porque es un país muy rico, gran productor de alimentos que Cuba necesita. Hay un elemento importante, la economía ecuatoriana está dolarizada y eso nos dificulta mucho las relaciones económicas con el Ecuador por el tema de las transferencias bancarias y ahí el componente del bloqueo juega su papel.
Usted mencionó la CELAC como una instancia multilateral de apoyo. ¿Qué expectativa tiene Cuba en la OEA, hay una posibilidad de reivindicación o usted cuando se acuesta de noche sueña con que la OEA debe desaparecer?
Nosotros preferimos en el caso de la OEA, hablar de la posición de Cuba. Esta posición la planteó nuestro Canciller Raúl Roa en el principio de la Revolución, cuando dijo que “la OEA es el ministerio de colonias yanqui”. Eso no ha cambiado, nosotros nos fuimos de la OEA, y no hay ninguna posibilidad de que Cuba regrese a la OEA, pero los problemas y realidades que hoy tiene la OEA deben ser tratados por sus propios miembros en ese sentido esa es la posicion de Cuba. Recientemente Nicaragua se separó de la OEA, nosotros apoyamos esa decisión porque la OEA y su actual Secretario General, Luis Almagro, ha jugado un papel nefasto no solo con Nicaragua sino con Bolivia e incluso con Venezuela. Parece que la OEA tiene que revisarse profundamente. Acerca de la desaparición de la OEA, prefiero responder que nosotros seguimos apostando a la CELAC, a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe como un espacio en donde los latinoamericanos podamos discutir nuestros asuntos y llegar a consensos en medio de la diversidad que tiene América Latina con diferentes visiones de desarrollo y paz, no puede haber desarrollo si no hay paz.
La cuestión final está dividida en dos. Su mensaje oficial de apertura al Gobierno de Ecuador, y otro mensaje al pueblo ecuatoriano en térmimos de relaciones de hermandad.
Para el pueblo ecuatoriano, Cuba tiene un gran aprecio, una gran estima por el pueblo de Ecuador, creo que compartimos muchos lazos históricos y culturales y también desafíos comunes que tenemos los países de América Latina, en ese sentido siempre podrá contar con Cuba como un pueblo hermano, en que Cuba pueda contribuir al bienestar del pueblo ecuatoriano, siempre estamos a la orden. Con relación al Gobierno ecuatoriano, se mantiene nuestra posición de desarrollar nuestras relaciones bilaterales, nuestos vínculos en todas la áreas y en todos los campos de interés común que encontremos y donde se pueda tomar acciones que redunden en un mejor beneficio de nuestros pueblos y de nuestra sociedad.