En los años ochenta un diseñador alemán revolucionaba la imagen simbólica del Ecuador con diseños de elementos representativos de las islas Galápagos, reproducidas en prendas de vestir juveniles de gran éxito comercial en el país. El sincretismo figurativo de las imágenes de la fauna flora y elementos naturales de las islas encantadas constituía el primer encuentro de Peter Mussfeldt con la cultura social y natural de Ecuador, su apropiación en un acto creativo de singulares características.
El creativo había venido al país en 1962 cuando la publicidad local estaba en ciernes y se convirtió en el importador de novedosas tendencias traída de Europa que plasmó en sus enseñanzas en la Universidad Casa Grande, creaciones en la agencia Norlop y, posteriormente, en su propia empresa, haciéndose acreedor a importantes reconocimientos internacionales como pionero del diseño gráfico nacional. Mussfeldt desarrolló sus visiones artísticas en diversas exposiciones en museos y galerías nacionales y fue el único diseñador ecuatoriano incluido en la monumental obra de la editorial Taschen sobre la Historia mundial del diseño gráfico.
Alguna vez Mussfeldt dijo a la prensa: “Aprendí que uno tiene que tener paciencia, y mientras tanto seguía asistiendo a escuelas de dibujo nocturnas. Intenté en una parte, en otra parte y en otra parte porque pensé que ¡algún día ya tendrían que aceptarme! Y además porque siempre sentí que tenía algo que decir”. Consciente de los alcances de su trabajo de lograr rostros con diferentes miradas y expresiones “como una forma de hacer conocidos a los desconocidos”, Mussfeldt fue más allá del diseño gráfico para convertirse en un artista recreador de la impronta humana.
El artista alemán, nacionalizado ecuatoriano, traza una época superlativa de las artes gráficas nacionales. Con su muerte acaecida en días pasados, a sus 83 años, muere un episodio del diseño gráfico latinoamericano que alcanzó en Ecuador, entrados los años ochenta, una trascendencia que vence al tiempo.