El 11 de septiembre de 2013, a través del FB del Archivo Metropolitano de Historia (por entonces me desempeñaba como Cronista de la Ciudad), se publicó la siguiente nota que es oportuna en este día, cuando América Latina recuerda el golpe militar contra Salvador Allende ocurrido el 11 de septiembre de 1973, que instaló, con el gobierno de Augusto Pinochet, un Estado-terrorista, cuyo modelo fue seguido en el Cono Sur Latinoamericano y amenazó con generalizarse en todos los países.
Hoy Salvador Allende es recordado con orgullo en Nuestra América Latina.
1971.SALVADOR ALLENDE VISITA QUITO
EL martes 24 de agosto de 1971, el Presidente de Chile, Dr. Salvador Allende fue recibido por el Alcalde de Quito, Arq. Sixto Durán Ballén (1970-1978) y el Ilustre Concejo capitalino, en la Sala Capitular de San Agustín. Se le entregó las Llaves de la Ciudad y también se le declaró “Huésped Ilustre de Quito”. El Presidente Allende dio un breve discurso en el cual entre otras cosas dijo:
“(…) quiero decir lo que representa para nosotros el que haya en esta ciudad calles que llevan nombres tan caros y tan íntimos y tan chilenos, como: Iquique, Valparaíso, Baquedano, Barrio La Chilena. Y, aquí , con que orgullo puedo señalar que se llama calle Chile donde está la Sala Capitular de San Agustín, esto ya es mucho, pero, es poco si se piensa que estoy hablando en este recinto donde se siente con vigor agradecido el recuerdo de la historia: aquí, en 1809 hombres que amaban esta tierra y la libertad lanzaron su grito de rebeldía, (…) al mismo tiempo y usted lo ha dicho señor Alcalde, han pasado los años, la historia de ayer y en el polvo del tiempo la imagen de los próceres se invoca como un recuerdo que no se sigue y el dolor y el sufrimiento golpean a millones y millones de latinoamericanos (…)”
Además afirmó: “(…) Necesitamos, como lo dijera en más de una oportunidad, hablar con voz de pueblo-continente frente a necesidades comunes y en lenguaje de la dignidad, de los que no se mendigan y saben que tiene derecho a transitar por los caminos del mundo, con la esperanza convertida en realidad, para hacer posible la auténtica y definitiva independencia que nos permita vivir nuestro propio destino. (…)”
El presidente Salvador Allende gobernó entre 1970-1973. El 11 de septiembre de 1973 un golpe de Estado dio fin a la democracia chilena y a la vida de Allende. Se instaló una dictadura militar presidida por Augusto Pinochet (1973-1990), que consolidó un Estado-terrorista inédito en la historia latinoamericana, que hizo del sufrimiento, la muerte, la tortura, las desapariciones forzosas y la expatriación, los instrumentos para implantar el neoliberalismo como modelo económico, al servicio de las clases más ricas y poderosas del país.
América Latina, Ecuador y particularmente Quito, recuerdan a Salvador Allende, como una de las figuras trascendentales en la construcción de una nueva democracia, que se colocó, aunque por poco tiempo, al servicio de la felicidad de los trabajadores y trabajadoras chilenos.