La vida para Charlie Watts debió ser como un solo de batería, al ritmo de las circunstancias, sincopada, de contrapunto y a la vez armónica. En un hospital de Londres muere Charlie Watts a sus 80 años de edad, luego de padecer un cáncer de garganta. Se silencia así el ritmo y la melodía de uno de los músicos más célebres del siglo XX.
La banda más longeva de la historia de la música, The Rolling Stones, que permanece vigente pierde a uno de sus integrantes, “uno los mejores bateristas de su generación”. En los últimos días se había anunciado un receso de su actividad artística, Watts no iría a la gira internacional anunciada para el próximo mes por el célebre grupo británico.
El percusionista de los Rolling Stone había ingresado al grupo en 1962 en los inicios de la banda en Londres, permaneciendo ininterrumpidamente frente al instrumento de percusión marcando el ritmo en la vida de varias generaciones de seguidores que suman millones en todo el mundo. Temas como Satisfacción, Cuando se van las lágrimas, Pasemos la noche juntos, entre otros éxitos de nivel mundial, fueron parte del repertorio clásico de los Rolling Stones conducidos rítmicamente por Charlie Watts.
Más de 50 años de carrera artistica con el grupo son toda una vida con cientos de anécdotas que surgieron de esta convivencia que ahora, con motivo de su fallecimiento, muchos vuelven a recordar. Una de las más comentadas fue la pelea, con puñetazo incluido, que el tranquilo Watts llegó a mantener con el vocalista y líder de la banda, Mick Jagger, porque el cantante se hubiera referido a él como «mi baterista».
Con la muerte de Charlie Watts se silencia un capítulo vibrante del rock clásico y los amantes de la música perdimos a uno de sus más inolvidables exponentes. Paz y armonía en su tumba.