Hay una verdad en la que todo analista bien informado coincide: China desde hace algunos años ya es la primera potencia económica en el mundo, desplazando a los EE. UU que sigue siendo la primera potencia hegemónica del planeta. Esta posición de la potencia del norte considera las relaciones entre su poderío económico, tecnológico, militar, político, unido al predominio de su ideología económica y cultural, sin embargo, China viene disputando esa hegemonía global norteamericana en todos los campos. El Fondo Monetario Internacional en sus estimaciones considera al 2017 como el año en que China superó a Estados Unidos como principal potencia económica mundial, criterio basado en las comparaciones cuantitativas de la producción global de ambos países. Los expertos consideran que China “ha salvado al capitalismo mundial”, puesto que sin su dinamismo económico la crisis de la economía mundial hubiese sido mucho más grave. En perspectiva histórica el capitalismo dependía más de China, que China del capitalismo mundial, según algunas variables.
China fue un factor importante para impedir la profundización de la crisis cíclica de 2001 iniciada en Estados Unidos y en la posterior recuperación de la economía mundial. A través de la diversificación acelerada de su producción y de sus exportaciones, China venía compitiendo en el mercado mundial y en los mercados nacionales, provocando quiebras de empresas y desplazamiento de la producción hacia China.
Con el fuerte incremento de sus importaciones, China ha modificado significativamente la tendencia general a la sobreproducción de mercancías, que existe en bienes industriales, transformando la sobreproducción de materias primas y energéticas en subproducción con incrementos significativos de precios.
Las ganancias en China en 2003, equivalían al 44 % del total de las ganancias globales de las empresas -financieras y no financieras- en Estados Unidos. En China comenzó una nueva etapa, a partir del segundo semestre del 2002 con un nuevo ciclo de crecimiento como motor de la economía, la industria de vivienda, automotriz, inmobiliaria e infraestructura de construcción urbana.
China ha mostrado a través de la regulación estatal y de mercado ser bastante menos vulnerable a las crisis cíclicas. Con la transformación de la crisis de Estados Unidos en crisis de la economía mundial en 2008, Estados Unidos tuvo un crecimiento negativo de -0,3% y China en ese mismo año creció en 9,6%.
Otros indicadores señalan que en 2012 China logra el 10% de las exportaciones mundiales, en tanto Estados Unidos logra el 9,8%. Entre 2001 y 2012 las importaciones mundiales se incrementan en 187%. Las importaciones de Estados Unidos aumentan en un 98% y las de China crecen en un 650% en el mismo periodo. A comienzos de la década de 2000, China se transformó en el segundo gigante de la cadena productiva asiática, y a partir de 2005 China se convirtió en el centro de la cadena productiva de Asia, desplazando a Japón al segundo lugar.
En cuanto a reservas mundiales, China posee la segunda reserva internacional más grande del mundo. Para el 2005, se estima que las reservas crecieron a más de 577. 000 millones de dólares, con un crecimiento anual cercano a 16 %”. Estados Unidos tenía las mayores reservas del mundo en 1980 y 1990. En 2000 y 2004, Japón tiene el primer lugar. A partir de 2006, China se transforma en la primera potencia mundial desde el punto de vista de las reservas internacionales.
Como prestamista, China se ha transformado en la principal fuente de financiamiento a nivel mundial. A mediados del 2002, China fue el segundo gran inversor extranjero en deudas de largo plazo en certificados de los Estados Unidos, los que llegaron a 165 mil millones de dólares, equivalentes al 6,5 % del total invertido por instituciones financieras extranjeras. Por otra parte, China se ha constituido en uno de los principales destinos de las inversiones extranjeras. En 1990, las inversiones extranjeras en China alcanzaron los 3.000 millones de dólares y en 2003 llegaron a 54.000 millones de dólares.
Analistas consideran que el liderazgo actual de China en la economía mundial está modificando y modificará cada vez más en los próximos años la hegemonía de Estados Unidos a nivel político, de la ciencia y tecnología, en el plano militar y espacial, y, asimismo, a nivel geopolítico. No obstante, no se puede asegurar que este proceso sea irreversible. El capitalismo y Estados Unidos, en particular, han tenido la capacidad de enfrentar la pérdida relativa de hegemonía en relación a la Unión Soviética y también a superar la pérdida de hegemonía en la década de los 80’s, por el avance de Europa, y particularmente de Japón.
China tiene ventajas, cuenta frente al capitalismo, y especialmente en el capitalismo neoliberal actual con la trilogía: Mercado, Regulación de Mercado y Estrategia de Desarrollo de Largo Plazo.
La historia develará en su transcurso quien se posiciona como verdadero dueño del mundo.