El planeta es de mineral desde sus orígenes. Los metales no solo constituyen la riqueza natural del subsuelo, sino además expresividad simbólica cuando en manos del artista cobran poder de representar efigies humanas, animales, paisajes urbanos, cruces dolientes, instrumentos musicales, artefactos de usos múltiples, en variopinta gama de piezas cotidianas que remiten al hombre y su poder transformador de la naturaleza.
Washington Jaramillo lo sabe desde muy temprana edad, cuando en el colegio se reconoce su habilidad con un premio interescolar de dibujo, que en el tiempo serían galardones de reconocimiento a su talento artesanal que se expresa en arte en metal, con el designio que el artista confiere a su oficio.
-El arte es un gesto social que el artista procura mostrar lo que imagina y hace realidad con la habilidad de sus manos para mostrar a la gente de una manera práctica aquello que se puede disfrutar, señala.
Jaramillo reconoce haber comenzado como artesano con una licenciatura en artesanía artística que obtiene en la Universidad Central, luego en la medida de su experiencia, su obra artística se hizo acreedora a premios nacionales.
–Esa es una calificación propiamente de artista porque accedí a otro género del arte, me convertí de artesano a artista en pintura y escultura.
En su andadura ha experimentado con diversos materiales, tallado en madera, forjado en cuero, modelado en cerámica, hasta descubrir que el metal era su elemento creativo.
-Con metal reciclado se obtiene material sin mayor costo, y el hierro trae en sí mismo su esencia artística en las formas, curvas y dobleces, solo tenemos que ensamblar para lograr figuras.
Su capacidad de simbolización y sincretismo es exquisita, Washington Jaramillo logra una expresión estética en la que se amalgaman creatividad y dominio técnico. Jaramillo ha trabajado diversos procedimientos metalúrgicos visitando talleres metalmecánicos para aprender del obrero que ensambla y desensambla metales. Su trayectoria reconoce la influencia de artistas recicladores de metal como el maestro guayaquileño Manuel Velástegui y los hermanos Moreno en Quito. No obstante, su oficio va más allá del ensamble de piezas metálicas recicladas para alcanzar con metal una forma artística de singular nivel representativo, echando mano de un abstraccionismo notable en piezas de pequeño y gran formato.
-Para tener éxito en esto se tiene que tener teoría y práctica, ingresé a unos cursos en Secap de soldadura, dibujo técnico y artístico para lograr la idea de la figura física.
Sus obras son creación pura, fruto de una imaginación que se remite a la observación de la realidad y también al universo onírico del artista.
-Hay una referencia artística en un veinte por ciento, pero el ochenta por ciento restante es creación propia.
Jaramillo define su oficio como arte en metal o arte chatarra, por el material reciclado empleado en cada pieza, pero su trabajo ha sido definido como expresión del metal. Entre sus clientes destacan contralores, fiscales, asambleístas, empresarios a nivel nacional y su trayectoria incluye viajes a Argentina, Costa Rica y Colombia, países en los que participa en exposiciones individuales y colectivas atendiendo a la invitación de consorcios artísticos con apoyo de la Corporación de Artistas quiteños.
En la actualidad, Washington Jaramillo expone su obra para la venta en el Parque El Ejido en Quito, sitio natural de artesanos y artistas plásticos al que cada fin de semana concurre desde hace veinte años. Durante días laborables asiste a un taller automotriz donde arrienda un espacio y herramientas para trabajar una obra de mayor envergadura utilizando piezas desechables. Su trayectoria no ha recibido apoyo del Estado, con excepción de la Casa de la Cultura que le ha proporcionado, eventualmente, espacios donde exponer la obra.
A través del tiempo, la creación de Jaramillo ha experimentado una evolución desde formas sencillas a expresiones complejas, con uso de piezas automotrices que enriquecen el acabado final de la obra.
-Inicialmente procuraba trabajar para la mantención propia y de la familia y elaboraba figuras decorativas en pequeño formato, con el tiempo decidí hacer figuras de mayor formato y más complejas, es menos comercial pero da más alegría al artista.
De cara al futuro Washington Jaramillo se propone continuar trabajando formatos grandes, incluido un caballo en tamaño real que tiene en proceso de creación. En tiempos de crisis, Washington Jaramillo cabalga sobre el corcel de su talento con nuevos bríos, consciente de que reciclar es devolver la vida sublimada en expresión artística al metal.