La asunción de Guillermo Lasso a la Presidencia del Ecuador, el 24 de mayo, será motivo y ocasión para que la pléyade de la derecha neoliberal internacional se tome una foto con el flamante mandatario en Quito. Ocho jefes de Estado, entre ellos el rey de España Felipe VI, y siete cancilleres asistirán a la toma de posesión de Lasso como presidente de la Republica, confirmó una lista de protocolo oficial. En la invitación destacan los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; Chile, Sebastián Piñera; Colombia, Iván Duque; Haití, Jovenel Moise; República Dominicana, Luis Abinader; Honduras, Juan Orlando Hernández; y Uruguay, Luis Lacalle Pou. También asistirá a la investidura el mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez. La agenda protocolaria incluye una misa en la catedral, un almuerzo ofrecido en la Presidencia y un brindis con vino diplomático. Los comensales invitados alzarán la copa del neoliberalismo en Ecuador, como el nuevo escenario propicio para la aplicación de sus políticas regionales.
A la ceremonia de investidura también confirmaron su participación los cancilleres de Costa Rica, Rodolfo Solano; Uruguay, Francisco Bustillo; Bolivia, Rogelio Mayta; Panamá, Erika Mouynes; Nicaragua, Denis Moncada; Argentina, Felipe Carlos Solá, y Guatemala, Pedro Brolo Vila. Perú estará representado por el ministro de Cultura, Alejandro Neira Sánchez. Por México estará el viceministro para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga. Por parte de Estados Unidos, está confirmada la presencia de un representante con cargo de embajador. Entre otros políticos invitados, amigos de Guillermo Lasso, destacan José María Aznar, ex presidente del Gobierno español, el actual líder del Partido Popular, Pablo Casado, el líder de VOX Santiago Abascal Conde y el hispano-venezolano Leopoldo López Gil, diputado en el Parlamento Europeo.
Aliados internos
El Presidente electo recibió las cartas credenciales del CNE en una ceremonia política que aprovechó para justificar la nueva composición de “gobernabilidad” al interior del país: «Haré todo lo humanamente posible para estar a la altura de tan soberano encargo», dijo. Agregó que la gobernabilidad era un regalo que “sonaba tentador”, pero prefirió otras alianzas luego de romper el pacto con el PSC y dar paso a una componenda de PK-ID e independientes que conforman hoy una mayoría transitoria en la Asamblea Nacional. Contradiciendo sus propias acciones, el nuevo mandatario señaló que “la gobernabilidad no se puede presentar como moneda de cambio en un trueque de votos», porque ello llevaría a socavar la democracia y a poner a los «ciudadanos como rehenes de los políticos».
En la ceremonia del 24 de mayo con motivo de la transmisión del mando presidencial, el país podrá observar la fotografía política de conspicuos representantes invitados al coctel neoliberal que Ecuador brinda al continente.