De cara a la próxima votación el 23 de junio en la Asamblea General de las Naciones Unidas de la resolución presentada por la Mayor de las Antillas contra la política internacional estadounidense de bloqueo político y económico a Cuba, el Foro de Sao Paulo (FSP), a través de la iniciativa “Bloqueo No, solidaridad SÍ” ha iniciado una campaña de denuncia del carácter extraterritorial y violatorio al Derecho Internacional de la aplicación del bloqueo norteamericano a Cuba.
La medida de la Casa Blanca implementada desde hace 60 años es el principal obstáculo para el desarrollo económico y social de la isla caribeña y representa una flagrante transgresión de los derechos humanos del pueblo cubano: “Cumplamos el deber ético de denunciar esta injusticia y exijamos que los principios de paz, legalidad internacional, multilateralismo y respeto mutuo se impongan y sean las relaciones civilizadas entre los Estados las que prevalezcan, como único modo de garantizar la supervivencia de la especie humana en el planeta”, señala la declaración del FSP.
La declaratoria surge en una coyuntura en que el mundo vive el impacto de la crisis multidimensional, agudizada por la pandemia de la Covid-19 y las políticas neoliberales, que ponen al mercado por encima de la vida de los seres humanos, en vez de prevalecer la cooperación y la solidaridad. En su lugar las acciones de la politica exterior norteamericana en contra de Cuba, Venezuela y Nicaragua representan una estrategia geopolítica desestabilizadora en la región. Al mismo tiempo constituyen agresiones deshumanizadas en contra de la salud de sus pueblos, debido a que el bloqueo impide a sus gobiernos comprar suministros médicos ni transportarlos a esos países ni utilizarlos en sus sistemas de Salud, mayoritariamente públicos. La agresión norteamericana contra Cuba contrasta con la política de este país solidaridad y de cooperación médica, que ofrece servicios en más de 40 países y está produciendo los primeros exponentes vacunales de América Latina y del Caribe.
Denuncia internacional
El bloqueo a Cuba se fundamenta en disposiciones que califican, de acuerdo al derecho internacional, como medidas coercitivas unilaterales, como delito de genocidio, con arreglo a la Convención de Ginebra de 1948, y como crimen de lesa humanidad, por el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Según reportes internacionales, “El gobierno de los EEUU presiona y limita la actividad de la banca internacional, interfiere el otorgamiento de créditos y todo tipo de operaciones con Cuba, presiona a los proveedores de productos esenciales -incluido instrumental médico, medicamentos y productos alimenticios-, sanciona a las empresas navieras que toquen puertos cubanos, persigue a los que transporten combustible, prohíbe los vuelos comerciales y chárter, impide la llegada de turistas estadounidenses y de cruceros a sus costas, restringe las visitas e intercambios culturales, académicos y profesionales, prohíbe enviar remesas a familiares, entre otros muchos perjuicios no sólo para Cuba, sino para otros Estados. Estas medidas afectan a toda la población cubana y su objetivo es que resulte insoportable su vida diaria, para motivar reacciones políticas y lograr el deseado cambio de régimen”.
Frente al complejo escenario impuesto por la pandemia, el Foro de Sao Paulo manifiesta la urgente necesidad de movilizar con decisión a la opinión pública frente a un atropello de tan larga data en contra de un pueblo solidario y pacífico, castigado por decidir su propio destino y construir una sociedad de justicia social en un país soberano.
El periodismo independiente se hace eco como un deber ético denunciar esta injusticia y exigir que los principios de paz, legalidad internacional, multilateralismo y respeto mutuo se impongan y prevalezcan las relaciones civilizadas entre Estados como único modo de garantizar la supervivencia humana en el planeta.