La Campaña Nacional Eugenio Espejo por el libro y la Lectura, publica en mayo el libro del mes, El corvo, “novela chilena” del autor quiteño Iván Égüez. Una recreación literaria con escenas de la vida de los chilenos en los años setenta y ochenta, vista a través de un caleidoscopio que va perfilando distintas geometrías humanas, reproducidas como en espejos inclinados y cristales de colores que reflejan el mapa existencial del Chile.
Los personajes, tres invitados a un programa de radio, Iván Aróstica, folklorista, autor del libro Por los cuchillos de Chile, Enrique Volpe, poeta prologuista contumaz, y el teniente coronel Carlos Azagra, promotor del corvo comando. Cada cual desde una filosa perspectiva aporta en sus experiencias, rasgos del corvo, esa mítica y mágica arma blanca.
Con lenguaje conciso, cincelado con la precisión de un corvo, la novela inicia con un culto a los oficios manuales, apología a una habilidad de manos que manejan herramientas en el arte de la cuchillería de vieja data. La ebanistería, que “más que un oficio es una religión, un desafío”, nos la descubre el autor como arte de nobleza artesanal. Actividad realizada con un corvo, cuchillo de origen mestizo por excelencia, desde el alfanje árabe, hasta el pico de cóndor mapuche que usaron Caupolicán y Lautaro en la Araucaria chilena.
Arma que en manos de los chilenos adquiere rasgos de folklore redescubierto por el autor con singular agudeza. El corvo es tan roto como el hablado de los chilenos -advierte Égüez- “con curvas de medialuna e inflexiones de gallo”.
Mineros del norte de Chile lo portan en la cintura para cortar mechas de dinamita, sandía o papaya, apto para el duelo callejero. El corvo, arma defensiva, prohibido durante la conquista por el Rey de España para el vulgo: negros, indios, mestizos, lo usaban los futres. Cuchillo como espolón de gallo de pelea, el arma blanca de más quilates o alto vuelo.
El libro contiene ilustraciones del pintor chileno Mario Murúa, quien interviene convocado también como personaje desde su residencia en Paris. El corvo, novela del mes para leer en una tarde y evocar junto a su autor, Iván Égüez, señas particulares de un país y su gente.