El conversatorio mensual del colectivo periodístico Espejo Libertario, transmitido por Radio Pichincha Universal, “Grandes temas de la Agenda Ciudadana”, estuvo enfocado en las propuestas de campaña que mejor reflejan y atienden a las necesidades ciudadanas. El panel contó con la presencia del director de la revista digital Lapalabrabierta, Leonardo Parrini, quien junto al periodista Luis Onofa, condujeron el análisis. Asistieron como invitados la abogada especialista en derechos humanos, Anabel Santacruz; economista Diego Borja, ex ministro de Coordinación de la Política Económica, y el investigador, Santiago Pérez, director de Clima Social.
Diversos estudios realizados por la investigadora Clima Social determinan que en los últimos dos años frente a las problemáticas y necesidades de los ecuatorianos, hemos venido arrastrando un “estado de ánimo bastante negativo” desde antes de marzo del 2020, situación que a partir de ese momento se agrava de manera profunda. A lo largo de la pandemia las investigaciones señalan que la opinión de la población ha variado en el tiempo; al principio había una desorientación, ahora existen efectos acumulados de una crisis anterior y que se agudizó en el último año. Familias que han reducido gastos de alimentación en el hogar, que se han quedado sin poder pagar servicios básicos de agua y luz. Personas que no tienen la posibilidad de pagar intereses de multas por préstamos y créditos. Familias que han debido retirar a sus hijos de escuelas y colegios por no poder cancelar las cuotas mensuales.
–Estamos hablando de una enorme envergadura en la afectación de la crisis, que aún no tenemos la capacidad de dimensionar. En este contexto nos enfrentamos a un proceso electoral y es determinante en el comportamiento político de la población, señaló Pérez.
Modelos en juego
En este contexto, coinciden los analistas, los modelos que están en juego en esta elección van mucho más allá del neoliberalismo y del progresismo. Se trata de una realidad que en medio de la pandemia ha trascendido los daños puramente materiales con 50 mil personas que han fallecido en exceso respecto del año anterior y 310 mil contagiados de Covid que acusan consecuencias físicas y emocionales importantes. Frente a esta realidad impera un modelo que ha priorizado el pago de la deuda externa en beneficio de los bancos y grandes fortunas empresariales, que ha golpeado con mucha fuerza a la mayoría de la población incluyendo a productores pequeños, empresarios y emprendedores. Para el economista Borja eso es mucho más que neoliberalismo puramente económico, es un modelo global en el cual se concentra lo negativo en la gran mayoría de los ecuatorianos, mientras que en el otro lado hay un modelo que busca retomar políticas sociales y corregir errores, aumentar beneficios y abrir las puertas a corrientes democráticas de la plurinacionalidad e interculturalidad.
-“Es mucho más de lo que tuvimos hace diez años – señalo Borja – y es mucho menos, en el otro lado, que una simple propuesta neoliberal, mucho más grave que eso porque ya la hemos vivido y sufrido. Moreno, en medio de la crisis más grave de la historia ha seguido gobernando en contra de la población, no controló los efectos más perversos de la pandemia. Y ahora se propone por la candidatura bancaria la continuidad de ese gobierno. Eso se juega el 11 de abril”.
Preocupaciones ciudadanas
El análisis de los panelistas constató que la familia ecuatoriana tiene preocupaciones por el trabajo, ingresos, deudas, sobre la salud y educación. En ese horizonte de problemas “la propuesta de Andrés Arauz de alivio de las deudas es muy importante, porque está diciendo que en las condiciones de las familias que han perdido sus ingresos, la presión de las deudas a través de las llamada de los bancos y el asedio a la ciudadanía de los departamentos de cobranza, la propuesta otorga alivio a esa presión para que la familia disponga de liquidez y no solo pague deudas, sino que pueda reiniciar el consumo habitual y la producción. El planeamiento da alivio a la familia, pero también a la economía en general. Mil dólares a un millón de personas, visto desde la perspectiva de la familia, es extremadamente necesario para el país en este momento”, concluyó Borja.
En su intervención los panelistas analizaron las claves de la recuperación económica del país y coincidieron en que la economía tiene impacto en la gente más allá de los temas macroeconómicos. Lo importante de una propuesta es que ponga “énfasis en la gente, de poner la economía al servicio de los seres humanos y no a la inversa, porque ha perdido ingresos”. La gente se muestra desesperanzada y en ese sentido no confía en la política, señalaron, porque las cosas que hablan los analistas acerca de la economía, la gente las vive en la realidad diaria de falta de trabajo, pérdida de sus ingresos, que no tiene que dar que comer a su familia, etc. Destacaron en el análisis la propuesta del candidato Andrés Arauz, que piensa en las personas porque piensa en sus necesidades, cómo vacunarlas, cómo recuperar el empleo y aliviar las deudas. Es una postura que pone a la gente en el centro de la economía como políticas de solución a sus problemas y no solo el ser humano visto como algo instrumental, sino con capacidad creativa. Por eso se propone el emprendimiento como innovación y no solo en lo económico, sino también en los temas culturales y de derechos humanos.
-“Cuando la candidatura bancaria habla de que será necesario un gobierno que dé “estabilidad económica” y que dé “seguridad jurídica”, hay que ver cómo se traduce eso en el día a día de la gente, cómo se traduce en un país que tiene el 70% de la gente en la pobreza, que tiene 500 mil empleados que han salido del sistema de seguridad social. Esas son las preguntas claves. Cómo se traduce la macroeconomía en la pandemia, cuando la gente quiere salir a trabajar, a estudiar y a divertirse y no lo puede hacer. Cómo se traduce para un millón de jóvenes que no tiene acceso a la educación porque la familia no tiene recursos. La propuesta del progresismo es potente porque pone a la gente común y sus necesidades, en primer plano de solución”, señaló Borja.
La crisis pandémica ha puesto de manifiesto con mayor nitidez a los derechos humanos de la población, entre los cuales prevalecen reivindicaciones de género en un país como Ecuador con más de la mitad de su población femenina. Para la abogada Anabel Santacruz resulta importante que la condición de la mujer sea abordada desde la teoría de los derechos humamos. En ese sentido destacó la respuesta que brinda el progresismo que contempla una clara política pública, disminuir la violencia de género con programas de prevención.
-“Lo más interesante es que analiza el género no solo entendiéndolo como fenómeno de un sector, eso es muy importante, porque la violencia de género no solo afecta a las mujeres, sino que habla del transfeminismo. Habla de un sistema de seguridad que está en la exigencia de los organismos internacionales de DDHH. Tiene claro el problema educativo, promover la educación de paz, la no violencia de la mujer y tiene una perspectiva que está dentro del movimiento de mujeres”, señala Santacruz.
La especialista, además, puso énfasis en denunciar una narrativa que se ha impuesto para minimizar la capacidad de movilización de los jóvenes. Desde la juventud – señala Santacruz – ha sido interesante lo que se ha visto en este contexto electoral, una campaña sucia que minimiza la presencia de colectivos que han defendido a la educación en las calles. La juventud ha estado en esa lucha, pero desde el poder se la niega para alejarla de la política. Se pretende mostrar otra realidad. Que los emprendimientos son la mejor salida, que quienes estamos en el sector público somos gente que calienta el puesto, dentro de esas posturas se pretende minimizar la capacidad de movilización y de crítica que tiene la juventud.
-“Los jóvenes sabemos que Lasso pidió a Moreno objetar el proyecto del Código Orgánico de la Salud el año pasado, que significaba derechos de la mujer y derechos humanos en general en el campo de la salud. Es necesario reconocer la validez de la participación política de la juventud”, puntualiza Santacruz.
Consultados acerca de las propuestas electorales, y cuáles han sido las que mejor responden a las expectativas ciudadanas, fueron claros en señalar que, según closters de opinión, existen dos grandes polos, unos que votan por Guillermo Lasso y los otros por Andrés Arauz, y una franja que está desinteresada en la política. Los que votan por Lasso favorecen y admiran a un empresario, la dolarización, etc. En tanto, la votación de Arauz es preponderantemente popular, adultos que contrastan el pasado con el presente y buscan atención de los servicios del Estado, y en medio las grandes preocupaciones de la población, el empleo y la necesidad de un gobierno transparente, vacunación y buen manejo de la crisis sanitaria. En contraste, señala Pérez, “la campaña de Lasso ha sido solo mercadotecnia, adaptar su postura con una narrativa contraria a lo que ha pensado toda su vida como banquero”. Para Santacruz, lo más claro respecto de las propuestas de género de Arauz para la juventud, es que “habla desde una justicia igualitaria de la mujer en todos los ámbitos, con políticas laborales que reconozcan sus derechos. La otra campaña piensa en la mujer en familia, pensado en ella solo como madre o ama de casa, etc”. Borja en su apreciación concluye en que la propuesta progresista “sintoniza con los derechos y necesidades de la gente y lo hace desde una unidad nacional”