Esta semana el alcalde de Guamote, Delfín Quishpe, obstruyó con su vehículo el paso a la caravana del candidato banquero, Guillermo Lasso, cuando intentaba ingresar al pueblo en campaña. En el incidente se cerraban las puertas del páramo a quien, asociado al actual gobierno, comparte en complicidad la responsabilidad política del asesinato del dirigente indígena de esa localidad, Édgar Yucailla, muerto en la represión de octubre 2019. Yucailla agonizó 17 días destrozado el cráneo por el impacto de arma de fuego. Mientras esto ocurría en Quito durante las protestas de octubre, un grupo de indígenas que trataba de ingresar a la ciudad de Guayaquil fue interceptado en el puente, irónicamente llamado, de la Unidad Nacional bajo la amenaza de “que mejor se queden en el páramo”. La frase fue pronunciada por el ex alcalde de esa ciudad, Jaime Nebot, aliado electoral y auspiciantes de la campaña del banquero. Se cerraban así las puerta de la ciudad costeña a hombres y mujeres del páramo.
Los pueblos y nacionalidades indígenas han sobrevivido a la marginalidad social en el páramo, pertenecen a sus montes y sus vientos, nacieron allí y se criaron invisibilizados por un Estado excluyente que les negó históricamente presencia y derechos. Esa historia consigna la lucha indígena contra la discriminación racista en Ecuador, desde ya algunos siglos. En Alausí, provincia de Chimborazo, sitio de Molleambato, en el año de 1776 se sublevaron los indígenas de la hacienda ante a los maltratos y abusos de los patrones, quienes hicieron castigar con la fuerza pública a los sublevados. En 1768, en el obraje de San Ildefonso, próximo a Pelileo en la provincia de Tungurahua, los trabajadores indígenas protagonizaron un alzamiento contra el exceso de horas de trabajo, abusos y explotación laboral. En 1776 mujeres indígenas de la localidad de Baños, Tungurahua, se levantaron contra los administradores y guardias de los estancos por el cobro de tributos. Al año siguiente 1977, en Otavalo y Cotacachi, en la sierra norte ecuatoriana los indígenas de la región se rebelaron contra abusos y extorciones de los terratenientes. Ese mismo año en Cayambe se levantaron contra los herrajes con que marcaban a los indígenas para cobrar aduana. Manuela Cuascuota y Manuela Lonchango dos lideresas indígenas destacaron en la revuelta. En Guamote, provincia del Chimborazo, en 1803, los indígenas se rebelaron contra la recaudación de diezmos, liderados por Julian Quinto y Cecilio Taday. Otros nombres como Fernando Daquilema oriundo de Chimborazo, torturado y asesinado en 1879 por orden de autoridades de la Real Audiencia de Quito, quedan en la memoria. En la centuria anterior, en Pesillo, Cayambe 1926, una nueva sublevación indígena se organiza en contra de los patrones hacendados y sus maltratos. Años más tarde, en 1944, Jesús Gualavisi y Dolores Cacuango crean la Federación Ecuatoriana de Indios, FEI, en un trascendental momento de la lucha indígena, bandera que tomó en sus manos la lider indígena Tránsito Amaguaña. Bajo ese ejemplo nace en 1944 la FENOC, Federación Ecuatoriana de Organizaciones Campesinas y, en 1972, la ECUARUNARI, Ecuador Runacunapac Riccharimui, despertar de los indios ecuatorianos. Durante la década de los 80, una marcha nacional indígena expulsa del país al Instituto Lingüístico de Verano, dedicado a experimentos genéticos con mujeres amazónicas. En 1986 la unidad en la acción del movimiento indígena conduce a la creación de la CONAIE, Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, unión de Federaciones indígenas de la costa, sierra y región amazónica. Liderando organizaciones ancestrales, la CONAIE conduce los levantamientos indígenas de los años 90 en conmemoración de 500 años de dominación y discriminación colonialista en América. A partir de entonces, las movilizaciones del movimiento indígena de esa década condujeron a los derrocamientos del gobierno, calificado como “corrupto”, de Abdala Bucaram y del régimen de Yamil Mahuad, responsable del feriado bancario. En este milenio las marchas indígenas lideraron movimientos plurinacionales que se oponen al alza de combustibles del gobierno de Gustavo Noboa, y en el 2004 una marcha nacional en rechazo al Plan Colombia. Dos años más tarde la protesta indígena acaba con el gobierno de Lucio Gutiérrez, considerado “incapaz y corrupto”. Durante el año 2012, una movilización nacional se inicia en la Amazonía “por la vida y la dignidad de los pueblos”. Tres años después, 2015, el movimiento indígena se pronuncia por el agua y los recursos naturales y en contra de políticas regionales del gobierno de Rafael Correa. Entrado los años en la segunda década del nuevo milenio, octubre del 2019 descubre al movimiento indígena en pie de lucha en contra del régimen de Lenin Moreno y sus intentos de suprimir el subsidio a los combustibles, alza de pasajes y entrega de la política de su gobierno a los intereses del FMI. Once dramáticos días de lucha callejera y un Paro nacional terminaron con las pretensiones de los decretos oficiales.
Una historia de lucha por derechos ancestrales de territorialidad, idioma, recursos y saberes ancestrales escrita con sangre, hasta conseguir que en la Constitución del año 2008 se reconozca al Ecuador como “un Estado plurinacional e intercultural”. Historia que el racismo rampante de voceros de la derecha política soslayan y ofenden con expresiones, exultantes e insultantes, como las proferidas por el presentador Carlos Vera durante una entrevista en televisión: “Los indígenas son un cangrejo en la bragueta, si hacemos una alianza con ellos y eso nos consolida la victoria, luego no va aparecer lo más importante que es poder cumplir ”.
Detalles de una campaña
Durante la campaña presidencial en curso, el presidente de la CONAIE, Jaime Vargas, declaró el apoyo del movimiento indígena a la candidatura de Andrés Arauz. Esto provocó un ventarrón al interior del movimiento indígena. En su campaña, Arauz ha sido enfático en señalar que su programa de gobierno pondrá énfasis en aspectos de Economía y Educación, señalando a esta última “prioridad nacional del gobierno”. La educación básica y bachillerato buscará empoderar a los estudiantes, a través de la inclusión de la música y las bellas artes en los planes de estudio, e impulsará el aprendizaje de idiomas y nuevas tecnologías para vencer el analfabetismo digital por medio del estímulo a la innovación como factor de desarrollo. La conectividad a Internet será un derecho humano, principalmente en comunidades de la Amazonía y de la Sierra. En regiones selváticas y los páramos, la educación primaria y secundaria fomentará los conocimientos de biodiversidad, seguridad alimentaria y medicina ancestral, con capacitación docente enfocada en crear una cultura del emprendimiento familiar. A nivel de educación superior el plan contempla desburocratizar los trámites de ingreso a la universidad y que la Secretaría de Educación Superior Ciencia y Tecnología e Innovación (Senescyt), se convierta en un facilitador de la educación nacional.
En Economía, el programa se enfoca en lograr un anhelo esencial de la población ecuatoriana: la recuperación económica del país, a través del impulso a la economía popular y solidaria fortalecida con medidas sociales que dinamicen las inversiones públicas y privadas, generen empleo en alianza de economía mixta, financiamiento con créditos fáciles a emprendimientos vinculados a la innovación, no solo como medio de sobrevivencia. Fortalecimiento a la dolarización, a través del fomento a las exportaciones con líneas de crédito, financiación, liberación de impuestos y certificación de calidad de productos ecuatorianos para un mayor acceso a mercados internacionales. Impulso a los tratados inteligentes de libre comercio, con prioridad en países occidentales y asiáticos de mayor rentabilidad. Apoyo a la agricultura con acompañamiento tecnológico, insumos de calidad, financiamiento oportuno y estímulo a la asociatividad y cooperativismo para alcanzar el desarrollo social.
Encuestas y campaña sucia
El conocido presentador de televisión, Jaime Bayly, en su programa emitido desde Miami y que se transmite diariamente por TC Televisión en Ecuador dijo esta semana, citando a cinco encuestas, que Andrés Arauz gana en cuatro de esos sondeos de intención de voto a Guillermo Lasso. En el primero lo aventaja por 19,4 puntos, en el segundo se ubica 7,4 puntos sobre el candidato banquero, en el tercero Lasso gana por dos décimas a Arauz, empatados ambos en 37%, mientras que en el último Arauz muestra una ventaja de 17 puntos sobre su contendor. “Si esto se verifica el domingo -dice Bayly- el joven Arauz correista será el próximo presidente electo de Ecuador, ojalá que esto no ocurra, a mí me encantaría que gane el señor Lasso, por supuesto, pero lo veo improbable”.
Llueve sobre mojado en la tienda lassista. A pocas horas de las votaciones dominicales, esta semana la red social Facebook removió 390 cuentas trolls de la candidatura de Guillermo Lasso y 17 de Instagram, originadas en España y Argentina enfocadas en Ecuador, debido a que un reporte mensual de Facebook sobre Comportamiento Inauténtico Coordinado detectó que “son cuentas falsas que se hacen pasar por personas”. El sistema Granja de Likes de Bangladesh, señala que desde estas cuentas surge una campaña para perjudicar a Arauz, conforme reporta la empresa de seguridad Fire Eye. Respecto de estas campañas el asesor del candidato Lasso, Jaime Durán Barba, declaró a una radio española: “A quién se le ocurre que el ELN de Colombia es un banco que tiene plata para prestar 50 mil dólares. Hay una manga de idiotas que hacen y dicen cualquier cosa. Una campaña sucia normalmente no funciona así”.
A confesión de partes, relevo de pruebas. Los porfiados hechos hablan por sí mismos. Nuevos vientos soplan sobre el páramo.