Luego de la decisión pública de Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), de respaldar la candidatura de Andrés Arauz, dirigentes reaccionaron y confirmaron la fractura entre los distintos sectores del movimiento Pachakutik, anunció radio La Calle.
Pachakutik se desgrana, no así la CONAIE, fue la percepción que circulo en redes sociales. Las voces de figuras principales de PK, que no necesariamente son de CONAIE, posicionándose por Lasso solo demuestra flaqueza ideológica, escasa consecuencia, harta negociación y nulo horizonte político, circuló en medios informativos. Cecilia Velásquez, Subcoordinadora Nacional del Movimiento Pachakutik, catalogó esta decisión de traición: “En próximas horas nos pronunciaremos como Movimiento Pachakutik lista 18, frente a la traición del presidente de la CONAIE prorrogado en funciones, militancia y adherencia PK (SIC)”, escribió en su cuenta de Twitter.
El rompimiento al interior de Pachakutik frente a la Conaie como su brazo político, data de tiempo atrás cuando mestizos como el ex candidato Yaku Pérez alinearon al movimiento con sectores políticos conservadores criollos en abierta contradicción con las reivindicaciones sociales y étnicas del movimiento indígena. Pachakutik se convirtió en la expresión de un indigenismo de derechas manejado por mestizos que vieron en ese movimiento una oportunidad de trepar en la política criolla haciendo guiños a la derecha reaccionaria, a movimientos ecologistas políticamente desorientados que usufructúan de ONGs que ven en el financiamiento al social indigenismo ambientalista una forma de reducir impuestos en sus respectivos países en el concierto del colaboracionismo europeo. Apawki Castro escribió al respecto en su cuenta de Twitter: “La vocería de Pachakutik le ha dado cabida al marketing político y ha renunciado a la disputa ideológica contra la derecha venga de donde venda. Figuras visibles de Pachakutik bajo el precepto de no ser no de izquierda ni derecha han abierto las puertas al mejor postor, Guillermo Lasso”.
El marketing político en mención se expresó también en debates conducidos a la medida del candidato banquero, programas de opinión amañados, con exclusivos invitados representantes de la tendencia conservadora, prensa auspiciada con dineros de la banca, entre otras estrategias. No obstante, de poco parecen servir las maniobras mediáticas con el propósito de influir en la voluntad electoral ciudadana. En la comunidad de Guamote, Sierra centro del Ecuador, un grupo de pobladores no permitió el ingreso de la caravana del candidato de CREO a la Presidencia, Guillermo Lasso. Los comuneros argumentan que rechazan su presencia por haber apoyado la represión de octubre de 2019, en la que el Gobierno de Moreno asesinó a Édgar Yucailla, miembro de la comunidad.
En un “acto de dignidad y rebeldía” el pueblo Puruhá de Guamote en memoria de Edgar Yucailla asesinado durante las protesta de octubre del 2019, exigieron justicia a los responsables de la represión: “Lasso-Nebot-Moreno no queremos continuismo. Rechazo total”, rezaba uno de los carteles de los manifestantes. El candidato banquero lamentó los hechos ocurridos en la Sierra: “Penosamente, debemos denunciar el ataque de Delfin Quishpe, alcalde de Guamote, que con su acto bloqueó la carretera de acceso a un evento con la comunidad de Guamote. Tomó piedras en sus manos, lanzó las piedras a los autos que nos acompañaban para llegar a Guamote”, dijo Lasso en un video que circuló en redes sociales.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) se pronunció a propósito de este hecho, en los siguiente términos: “Édgar Yucailla, de Guamote asesinado en la represión de octubre 2019, agonizó 17 días destrozado el cráneo por el impacto de arma de fuego. Los ‘indios’ tenemos memoria para rechazar a quienes aplaudieron la represión”, publicó la Conaie en versión de prensa. Mientras Pachakutik, su brazo político, se desgrana cercenado de sus bases.