La maratón es un evento de resistencia. Lo saben quiénes se atreven a vencer largas distancias en la vida -42 kilómetros y 195 metros- y concluir el tramo con esfuerzo que pone a prueba la constancia, el instinto de superación y, por qué no decirlo, la emulación a los maratonistas helénicos. El origen de la maratón se encuentra en la gesta del soldado griego Filípides, quien en el año 490 a. C. habría muerto de fatiga tras haber corrido 40 kilómetros desde Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria sobre el ejercito persa, según narra la leyenda griega.
Los trabajadores de la cultura y artistas han debido superar diversas maratones en su vida cultural. Durante años de abandono estatal han recorrido tramos de lucha persistente por los derechos del sector. Y en los últimos cuatro años debieron lidiar con burocracias edulcorantes de un fomento cultural inexistente, de planes de lectura irreales, de concursos de amistad cultural sospechosos, de publicaciones por compromiso, de una agenda de eventos confundida entre papeles de una política pública cultural también inexistente. Una maratón de abandono cultural digna del mejor esfuerzo.
Hoy los gestores culturales se disponen a una maratón de nuevo tipo. Una maratón cultural en anuncio de nuevas victorias. El frente cultural UNES, en compromiso con la cultura y sus derechos, convoca a gestores, trabajadores, artistas y promotores culturales a la Maratón de las Culturas por la Esperanza, a nivel nacional e internacional, evento que tendrá lugar en diversos puntos de las ciudades en el país. El encuentro se podrá seguir también por redes sociales y se desarrollará durante este sábado desde tempranas horas de la mañana. Los concurrentes podrán disfrutar de música, arte, teatro, poesía, cine, danza, títeres, entre diversas manifestaciones culturales, con la esperanza en días mejores.