Chile es un país que acostumbra frecuentemente a mistificar sus realidades. Desde el himno nacional que metaforiza al país como “la copia feliz del Edén”, hasta autocalificarse en plena crisis neoliberal de la dictadura pinochetista como “el jaguar de América”, Chile es un país que se sabe vender, sin importar la sobredimensión del producto proyectando una imagen de paradigma internacional.
Tal vez una visión psicosocial del país del sur pudiera explicarnos si se trata de complejo de inferioridad nacional o exceso de autoestima, lo cierto es que los chilenos sacan pecho ante cualquier situación que se relaciona con su país de origen. Un chauvinismo nocivo puede acaso explicar la tendencia del chileno a ponderar todo lo que ocurre en esa larga y angosta faja de tierra.
En tiempos de pandemia Chile está postulando a ser el país con mayor éxito de vacunación contra el virus en el mundo. Nadie niega el logro alcanzado en los planes de inoculación a 4 de los 19 millones de habitantes por decisiones adoptadas por el gobierno de Sebastián Piñera, pero lo que se hace con la mano se lo borra con el codo. No demoró más de unos pocos días el discurso oficial del régimen chileno en mostrar a la vacunación como “éxito político”, minimizando aspectos del impacto pandémico que muestran a Chile con un escandaloso aumento de contagios a un ritmo de 4.304 casos de promedio diario y una tasa de transmisión (R efectivo) en valores críticos a nivel nacional.
Criterios de vacunación
Existen realidades objetivas que acompañan al plan de vacunación chileno. En primer lugar, el gobierno decidió muy pronto no escatimar esfuerzos en adquirir la vacuna… cualquier vacuna. El gobierno gestionó la compra de 35,7 millones de dosis, lo que significa que tendrá capacidad de vacunar a más del 90% de su población. Según el ministro de Salud de Chile, Enrique Paris, el país está en proceso de recibir 10 millones de dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech y otros 10 millones de Sinovac. Posteriormente, llegó a acuerdos con Covax (OMS), Johnson & Johnson y AstraZeneca para alcanzar los 35,7 millones en total. Chile convirtió todo sitio de concentración pública en un punto de vacunación y controla con celo las listas de vacunados.
Alertas médicas
No obstante, sociedades médicas encendieron alertas con declaraciones que muestran preocupación “por la magnitud de la ola y sus potenciales consecuencias”, con un urgente llamado a la población a fortalecer las medidas de precaución. La situación de pandemia por el Covid-19 en Chile es grave y se fue complicando en el verano, señala la prensa local. Los contagios van en aumento con decenas de comunas que están en cuarentena y muchas retroceden en casos dados de alta. El escenario de camas críticas es complejo en todo el país. Si bien la semana termina con más de 4 millones de vacunados, existen cifras de contagiados similares a las registradas en el invierno pasado, lo que confirma la gravedad de la situación.
Un equipo denominado ICOVID Chile, integrado por profesionales de la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción, presentó un informe en el que señala que en el país, en la última semana, se observa un aumento significativo de nuevos contagiados, con 4.304 casos diarios promedio, mayor al promedio de 3.924 de la semana anterior.
El informe manifiesta que todas las regiones del país mantienen el indicador de carga en color rojo (fuera de control), con aumento de nuevos contagiados diarios superior a los valores que se observaron en mayo y junio de 2020, y niveles de transmisión críticos, cifras que podrían relacionarse con la aparición de nuevas variantes del virus, según la versión médica. También se informó que la proporción de ocupación de camas UCI con pacientes Covid-19, aumentó sostenidamente desde mediados de diciembre con un promedio de 60,4%, durante la primera semana de marzo incrementó a 62,0%.
Una declaración firmada por 16 entidades de salud, señala que “a poco más de un año del primer caso de Covid-19 identificado en Chile, la comunidad médica desea transmitir a la ciudadanía y a las autoridades de gobierno el difícil momento epidemiológico y sanitario que atravesamos”. En la actualidad más del 94% del total de camas de pacientes críticos permanecen ocupadas y el plan de expansión tiene capacidad limitada, pese al esfuerzo del personal de salud por mantener la calidad de atención. El país enfrenta un cambio estacional a temporada fría que puede complicar a situación y que obliga a implementar medidas con urgencia, señala el parte médico.
Medidas adicionales
Organizaciones de galenos valoran la campaña de vacunación desarrollada en el país “pero lamentablemente no vemos todavía los resultados”, señalaron. Al mismo tiempo, hicieron propuestas al gobierno frente a la crítica situación: Privilegiar lo sanitario en el llamado plan Paso a Paso, limitando actividades de alto riesgo en espacios cerrados y con poca ventilación, hoy se toman decisiones sin dar a conocer sus argumentos objetivos, lo cual aleja a la ciudadanía de las medidas. Fortalecer la estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento, que es la acción más relevante que permite cortar la cadena de transmisión. Suspender el permiso de vacaciones que ha tenido un enorme impacto en la movilidad de las personas y en la grave situación epidemiológica actual. Establecer incentivos o subsidios que faciliten la obligación de las empresas de adoptar protocolos COVID-19 en los lugares de trabajo y/o implementen teletrabajo, y diferir los horarios de ingreso en empresas que no tengan opciones de mantener el teletrabajo; mejorar la comunicación de riesgo. Los especialistas señalan que “como Colegio Médico y Sociedades Científicas estamos muy preocupados por la magnitud de esta ola y sus potenciales consecuencias. De no tomar medidas más efectivas en el control de casos en estos momentos, podemos lamentar más enfermos graves y muertes”.
Lecciones que, entre mitos y verdades, se muestran válidas para el resto del continente.