La situación jurídica del periodista Julian Assange dio un vuelco este lunes con la decisión de la magistrada del Tribunal Penal Central de Londres, Vanessa Baraitser, quien sentenció que el creador de Wikileaks no debe ser extraditado a los Estados Unidos donde enfrentaría una eventual condena de 175 años de cárcel. El fallo es apelable dentro de 14 días, pero la defensa de Assange ha solicitado la libertad bajo fianza a la jueza que ha ordenado que Assange se mantenga bajo custodia. La decisión judicial se dio ante “el elevado riesgo de suicidio” que enfrenta Assange bajo la presión a la actual situación de “su salud mental que sufriría un deterioro que lo llevaría a suicidarse”. Mientras tanto se espera que el próximo miércoles se decida la libertad de Assange bajo fianza.
Assange que fue condenado a casi un año de cárcel por la justicia británica por saltarse las restricciones de su libertad provisional en 2012, no enfrenta otros cargos ante la justicia de Inglaterra. La decisión judicial de mantenerlo en prisión se relaciona exclusivamente con la resolución definitiva del juicio de extradición.
Julian Assange durante un periodo de siete años recibió protección diplomática del gobierno ecuatoriano, hasta que el presidente Lenin Moreno decidió suspender el asilo y entregarlo a la policía británica. En ese entonces Assange fue acusado de abusar de la hospitalidad ecuatoriana y haber realizado actividades ilegales y de injerencia en asuntos internos de otros países desde su asilo en la embajada ecuatoriana en Londres. La decisión del gobierno ecuatoriano fue duramente cuestionada por organismos de derechos humanos por haber puesto en riesgo la vida de su protegido diplomático, ante la eventual entrega de Assange a la justicia estadounidense. Washington acusa a Assange de diversos delitos contra la Seguridad Nacional de los EE.UU. En colaboración con la exsoldado Chelsea Manning, obtuvo y publicó documentos confidenciales sobre la intervención militar de Estados Unidos y sus aliados en Irak y Afganistán. Esos cargos podrían significar la ejecución del detenido.
La decisión de la jueza británica, no obstante, no puede ser considerada una victoria de la libertad de prensa por cuanto la magistrada concluye su resolución señalando que los hechos de lo que Assange es acusado, constituyen delito bajo la legislación del Reino Unido y que “los periodistas tienen la misma obligación que el resto de ciudadanos de obedecer la ley penal”. Por tanto, Assange no resulta inmune, según la jueza, a la responsabilidad criminal simplemente por haber actuado como periodista.
Kintto Lucas, ex vicecanciller de Ecuador, recordó que en el año 2010 había invitado a Assange a visitar nuestro país, y que desde ese entonces se convirtió en un perseguido político. El viaje de Assange a Ecuador nunca se llegó a realizar porque existió presión desde el propio gobierno de entonces al considerar inconveniente la invitación. Lucas señaló, en conversación con Lapalabrabierta, que se dieron condiciones para el fallo de la justicia británica debido al cambio de régimen en los Estados Unidos, la entrada de J. Biden a la presidencia de ese país genera otro tipo de relaciones internacionales de la potencia del norte. En ese mismo sentido, Lucas considera que es poco probable que la apelación que planteará EE.UU tenga resultados favorables, debido a la formalidad de las decisiones de la justicia británica. Al final del día quien queda mal, en este caso, es el gobierno ecuatoriano, manifiesta Lucas, pues su acto deshumanizado de suspender el asilo diplomático y entregarlo a la policía británica contrasta con la postura humanitaria de la corte británica de considerar las condiciones de salud física y mental de Assange. Lucas destacó la lucha de Julian Assange por la libertad de expresión que, según dijo, lo hace merecedor a un “reconocimiento del mundo por haber mostrado la verdadera cara del poder global”.
El mundo exige la libertad de Julian Assange y queda a la espera del desenlace de un episodio que compromete el libre ejercicio del oficio periodístico, valientemente ejercido por un investigador que mostró de cuerpo entero ante la humanidad la política imperial de los Estados Unidos y sus crímenes de guerra.