El documental Cocksucker Blues, sobre los Rolling Stones, saldrá a circulación pública en Europa, luego de varios años de permanecer vetado por los propios integrantes del grupo.
La historia de la película es polémica y llevó a los tribunales al realizador suizo Robert Frank y a los integrantes de la agrupación inglesa, junto a sus abogados. La película documenta acciones de los Rolling Stones durante una gira por los Estados Unidos, incluidas escenas de sexo duro, consumo de drogas, vandalismo en hoteles, entre otras. El largometraje incomodó a los ingleses cuando se estrenó, al punto que los integrantes de la banda decidieron no autorizar su difusión, puesto que “una estrella del rock no puede asumir dosis demasiado elevadas de realidad”, según expresó Robert Frank a la prensa.
Desde el nombre original de la película, Cocksucker Blues, (El blues del chupapollas), la realización fue un escándalo por sus fuertes escenas. El título fue cambiado por ‘Schoolboy Blues’ y los músicos ingleses, incluso, dos años después de su realización, no tuvieron ánimos para defender ante sus fans “su salvaje comportamiento en el Cocksucker Blues”, del realizador suizo que les había exigido absoluta libertad creativa. El cineasta se involucró de tal manera en el documental que, en julio de 1972, cuando los integrantes de los Rolling Stones fueron detenidos en Warwick, luego de agredir a un periodista y a la policía, Frank también fue arrestado con ellos.
Los músicos desde un comienzo se sintieron propietarios del documental y argumentaron con sus abogados en los tribunales que era “un encargo”, por tanto, podían disponer su difusión o impedirla. El realizador exigía libertad para mostrar su trabajo fílmico. El tribunal llegó a una mediación: la película fue declarada propiedad de los Rolling Stones, y no podía ser exhibida sin su autorización, pero eso no les daba derecho a hacerla desaparecer. Podría proyectarse una vez cada año, en un contexto artístico, y en presencia de su realizador. Así ocurrió hasta la muerte de Frank. El documental fue exhibido en la Filmoteca de Madrid, en 1992, y en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, en el 2009. Frank no se encontraba en la sala y tampoco estuvo durante el Festival In Edit en el 2018, pocos meses antes de morir.
Legalmente la condición de Cocksucker Blues se mantiene igual. Cientos de copias piratas circulan a nivel clandestino en formato VHS, DVD y, en la actualidad, es posible ver fragmentos en YouTube.
Hoy es un día especial en la historia del documental, vuelve a salir a la luz pública en la Filmoteca de Madrid. Nadie impedirá que se proyecte desde la perspectiva historiográfica de organizar una retrospectiva integral del trabajo cinematográfico de Robert Frank. El Museum of Fine Arts de Houston, que custodia su legado artístico, entendió que la retrospectiva tenía sentido si se incluía esa película y solicitó el permiso.
Mick Jagger ha manifestado que cualquiera puede ver la película, y evocar el “hedonismo suicida” de una generación. Rolling Stones hoy día, por sobre el bien y el mal, no muestra impedimento en recordarnos su ya tradicional irreverencia para cabalgar sobre el caos de una época. Lo que los hace por siempre admirables.