La violencia de género es un hecho recurrente que se cataloga como una de las más flagrantes violaciones contra los derechos humanos. Si bien es cierto que se trata de una situación recurrente de la sociedad machista en el capitalismo, desde los inicios de la pandemia los reportes revelan un alarmante incremento de todo tipo de violencia contra mujeres y niñas. El escenario principal en donde ocurre la tortura femicida es el hogar y el agresor es, por lo general, un familiar, esposo, padre, conviviente, entre otros.
Diversas organizaciones de mujeres y derechos humanos denuncian el ataque persistente cotidiano a mujeres perpetrado a la sombra del confinamiento pandémico, al extremo que en promedio en diversos países las denuncias se han multiplicado por cinco durante este año. Las denuncia de violencia contra mujeres y niñas permanece camuflada debido a la impunidad que genera un sistema judicial que no responde, según las exigencias de las circunstancias, y de un Estado permisivo que no legisla debidamente brindando ventaja a los perpetradores, en el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.
Conceptualmente, la Asamblea General de la ONU en 1993, definió la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.” De manera generalizada, la violencia se manifiesta de diversas formas en expresiones de apremio físico, sexual y psicológico e incluye: violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, femicidio); violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético); trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual); mutilación genital, y matrimonio infantil.
Aunque la violencia de género no discrimina entre mujeres, existen aquellas particularmente vulnerables entre las que se encuentran adultas mayores, niñas menores de edad, las identificadas como lesbianas, transgénero, bisexuales o intersex; migrantes, refugiadas y pertenecientes a pueblos indígenas, minorías étnicas y mujeres discapacitadas.
Hoy 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 54/134 el 17 de diciembre de 1999. Una oportunidad propicia para generar conciencia sobre un tema de urgente solución en la sociedad, difundir formas de violencia frecuente, alternativas de denuncia contra perpetradores y apoyo médico y legal a la mujer.
Las estadísticas encienden las alarmas. Este 2020, según información de organizaciones de la sociedad civil, se han registrado 101 femicidios en Ecuador. En el 66,3% de los casos, los femicidas son parejas o exparejas y el 7,9%, padres o padrastros. En Ecuador, desde el 2014 está tipificado como delito el femicidio en el Código Orgánico Integral Penal (COIP). Desde enero de ese año hasta el 2020, se contabilizan 833 femicidios. Cada 72 horas una mujer, niña o adolescente ha sido víctima de la violencia feminicida en lo que va del año, dicen los registros ecuatorianos. Las provincias que registran el mayor número de feminicidios son: Guayas, con 26 casos; Pichincha, 19; Manabí, 10, seguidas de Azuay, Los Ríos e Imbabura, en donde se registran cinco casos en cada una.
El 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, organizaciones femeninas presentarán un informe sobre la violencia contra la mujer en la pandemia y lo que ha pasa con la ley, a los candidatos a la Presidencia, Vicepresidencia de la República y al Legislativo. La iniciativa apunta a hacer un llamado a todos los actores sociales, para trabajar de manera conjunta en la prevención y eliminación de la violencia contra mujeres y niñas, como una de las más execrables violaciones a los derechos humanos.