La novela Dime si recuerdas Tranzas, de Javier Villacís, es el retrato de una época hecho a través de una biografía novelada del músico ecuatoriano Douglas Bastidas, integrante de la banda guayaquileña. Una narración que trata “la historia artística más importante del Ecuador en los últimos 30 años”, según manifiesta su autor. Novela vertiginosa en varios sentidos, desde su escritura en 45 días y su lectura posible en una noche.
Javier Villacís, nace en Esmeraldas en 1981, y se inicia como narrador con textos que pública en la sección cultural del diario La Hora, a partir de que “lo que escribía podía mover ciertas emociones y las cosas que se tiene dentro hay que sacarlas”. En ese afán escribe su anterior novela Umbral, uno de los libros más vendidos del año 2012 en el que se revela el paisaje natural e histórico del país.
Dime si recuerdas Tranzas, es el retrato de una época y una generación, que lucha por imponer sus cánones culturales contra viento y marea.
-“Yo no sabia que había una historia tan potente detrás, un drama, una odisea muy fuerte por salir con el arte a nivel latinoamericano. Tranzas es histórico, su canción Morir se mantuvo en el puesto número uno durante un año en EE.UU. Douglas vence todo un desafío”, manifiesta Villacis.
Se dice que el arte marca una época, pero resulta ser al revés: la época dicta las claves del arte de su tiempo. Sin embargo hay épocas que trascienden otros tiempos con sus expresiones artísticas, sea por pérdida de sentido o por nostalgia. La de los años ochenta para muchos es considerada una generación perdida. Ese es el contexto de la historia de Douglas y la banda Tranzas que luego de un relativo éxito en el país, conquista públicos foráneos.
-“Mientras esa locura desopilante, esa explosión de los sentidos que es el rock se toma el mundo y prolifera y cambia como el organismo vivo que es, sea como rock tradicional, progresivo, heavy, latino este grupo conquista uno de los públicos más difíciles y se toma el corazón de lo pueblos latinos”, señala Abdón Ubidia en la contraportada de la novela de Javier Villacis.
Debemos admitir que se trata de una generación emocionalmente nostálgica, a la que pertenece Villacís, que busca reeditar sus propias claves culturales. La historia de Douglas Bastidas transcurre en los años ochenta, un decenio marcado por el aumento de las tensiones de la Guerra Fría y la amenaza nuclear que se hace más patente. Los años del derrumbe de los referentes socialistas reales. En el plano económico, surgen medidas que echan bases para la economía neoliberal de los años venideros. En América Latina las desapariciones forzadas se incrementan y la crisis latinoamericana se profundiza. Ecuador vuelve a la democracia en forma insegura bajo una crisis local que refleja la situación continental. En el ámbito cultural, la década tiene muchos seguidores de su estilo de vida, la moda, la música, exhibiciones televisivas y el cine. Los videojuegos se hacen cada vez más populares y comienzan a extenderse como una nueva cultura. En el arte musical, el rock latinoamericano recorre los caminos del resto de la sociedad como un subgénero musical consistente en la fusión del rock con ritmos, motivos y sonidos de la música latinoamericana y caribeña. Grupos como Mana, Soda Stereo y Los Prisioneros, marcan la ruta, con estilos diversos y singulares. Entre las bandas que surgen en Ecuador esos años se encuentra Tranzas, ante una audiencia todavía bastante limitada y con el desconocimiento general de este tipo de música.
-“Dime si recuerdas Tranzas, se sumerge en esas décadas de los setenta y los ochenta y muestra la odisea de un ecuatoriano que sale al mundo a pelear. Si ese mensaje de que se puede vencer eso de que tu arte no sirve, y ese mensaje llega masivamente, he logrado mi propósito», dice Villacis .
Entonces se plantea el reto de lograr hacer el click masivo con su generación para que lean más y reflexionen más.
-”Siendo objetivo, claramente hay un desarraigo, claramente una desconexión de lo que somos, se crean cosas nuevas pero nos vamos alejando de nuestra esencia y esto nos hace perder un dominio de nuestro futuro. Ese desarraigo de nuestra generación viene de antes. Al final es una tendencia del mundo que se profundiza en los años ochenta».
El desafío está planteado y Villacís lo manifiesta con lúcida honestidad.
-“El otro día leí un texto que decía que la juventud actual no respeta normas, es irresponsable, son vagos, no son educados. Siempre se miró de esa forma, y ahí hay un sesgo. Pero si vamos a intentar con la literatura tradicional llegar a esa generación perdida, vamos por un camino muy difícil. Si vamos a intentar llegar con algo intermedio donde se introduzca el drama humano con una estética vinculada a un lenguaje más masivo, creo que es la única forma de contribuir a cambiar las cosas”
Acertada entonces resulta la sentencia de Abdón Ubidia, cuando nos dice: “Javier Villacís en su narrativa urgente demuestra que la buena narrativa, así como la música popular, pueden llegar a ser expresiones artísticas masivas. Es una reflexión sobre nuestra condición latinoamericana que llega como un vaso de agua cristalina y fresca a una época y a una tierra ardiente”.
El lanzamiento de Dime si recuerdas Tranzas tendrá lugar el día jueves 19, a las 20h00, en el Teatro Centro de Arte L. F. Cordero de Guayaquil, con una fusión de música de Tranzas y lectura de pasajes del libro.