Desde hace un tiempo se viene insistiendo con frecuencia que “no se descarta un repunte” de los contagios de coronavirus que daría lugar a una “segunda oleada del covid”, provocada por la flexibilización de las medidas de bioseguridad colectivas en el país. No es difícil colegir que no estamos exentos de ese escenario cuando las noticias que llegan de Europa hablan de que en España, Reino Unido e Italia están retomando las restricciones propias de una nueva cuarentena, puesto que el haber reactivado diversas actividades comerciales, laborales y educativas desencadenó una nueva ola de contagios en la región.
En una proyección matemática ayer se reconoció oficialmente que solo el 22% de la población en Quito se ha contagiado, existiendo un 78% de margen poblacional para que el virus se propague. También se informó que la tendencia de ocupación de camas esta a la baja, según el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, quien ratificó que los cuidados sanitarios deben mantenerse, ya que la mayoría de habitantes de la capital aun no se ha infectado. La estadística que maneja el gobierno señala que en el centro de temporal de atención del hospital Bicentenario el 60% de camas se encuentra libre y que las unidades de cuidados intensivos, UCI, en la capital “se mantienen con el 86”, siendo la cifra más baja desde hace ocho semanas. En tanto, en el hospital Eugenio Espejo, 10 camas de 27 destinadas a la atención del Covid, fueron habilitadas para atender otras enfermedades.
Sin embargo, la población debe evitar las aglomeraciones y en los sitos cerrados asegurar ventilación y mantener la distancia y el uso de mascarillas, para evitar nuevos brotes que dependen de la corresponsabilidad ciudadana. El alcalde de Quito, Jorge Yunda, suspendió el plan de restricción y regulación vehicular «Hoy Circula», para los días viernes 9 y sábado 10 de octubre, que permite la circulación de los vehículos de acuerdo al último dígito de la placa, una medida que obedece a la presión que ejercen empresas que ven en el feriado una oportunidad de reactivación del turismo y del comercio en la ciudad.
La capital ecuatoriana se mantiene atrapada en la disyuntiva entre reactivarse o mantener la sanidad ciudadana. No sea el caso de que con nuestra propia actitud irresponsable anticipemos el rebrote de la pandemia este feriado contagioso.