Neruda no escribía con normas métricas muy preestablecidas, sino en verso libre. No obstante, el hallazgo de un soneto –Sangre de toro– entre las pertenencias de la médico chilena Marcia Telteinboim, amiga del poeta, es todo un acontecimiento. El poema mecanografiado y firmado por Neruda habría sido escrito durante un viaje de placer que realizó en agosto de 1965 a Hungría, junto al escritor guatemalteco y amigo suyo, Miguel Ángel Asturias. Los versos están inspirados en el periplo que ambos hacían por Hungría bebiendo, comiendo y escribiendo impresiones de su viaje. Cuatro años después del viaje, en 1969, el poema aparece publicado en el libro Comiendo en Hungría, que los poetas publicaron, editado en húngaro, castellano, francés, alemán y ruso. El soneto original, escrito en un papel delgado y de regulares condiciones, estaba confundido entre papeles y fotos antiguas en una caja perteneciente a la madre de Marcia T. Los destinatarios del poema fueron Sergio Teitelboim y Perla Grinblatt, pareja de amigos de Neruda. El poeta chileno y su mujer, Matilde Urrutia, solían recibir a sus amigos y camaradas en su casa -La Sebastiana- en Valparaiso y acostumbraban a agasajar a sus invitados con vino, buena mesa y versos inéditos que regalaban en pequeños papelitos. El soneto Sangre de Toro fue uno de los versos que en una velada Neruda regaló a sus amigos.
Entre los tantos versos escritos en esas circunstancias por Neruda, muy pocos debieron sobrevivir mas allá del golpe de Estado de 1973, puesto que cuando miles de casas eran allanadas por los militares sus residentes destruían todo vestigio político o literario comprometedor en plena represión pinochetista. Buena parte de esa memoria fue destruida, por los represores o por los propietarios de libros, documentos y poemas vinculados a militantes comunistas perseguidos, en esa vorágine de terror, por la dictadura militar. El soneto nerudiano sobrevivió en una caja guardada en un departamento de Santiago.
La madre de Marcia -Perla Grinblatt de T.- fallecida recientemente en julio pasado, es probable que no recordara que tenía guardado el poema original de Neruda, considerado hoy “una joya” literaria. Los versos escritos a máquina en ese papel delgado estaban junto a una invitación de 1961 a la inauguración de la casa La Sebastiana. Ambos documentos fueron donados esta semana al Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile. Grínor Rojo, académico del Centro de Estudios Culturales de la Universidad de Chile, estudioso de la obra de Neruda, no tiene dudas sobre la originalidad auténtica del soneto. Neruda “fue quien escribió el poema, sin ninguna duda. Es un poema muy nerudiano, por su riqueza figurativa. Neruda es un poeta de una imaginación sensorial extraordinaria y los cinco sentidos están presentes en este brevísimo texto. Este es Pablo Neruda en pleno”, explicó Rojo.
El soneto Nerudiano dice así:
Robusto vino, tu familia
no llevaba diademas ni diamantes:
sangre y sudor pusieron en su frente
una rosa de púrpura fragante.
Se convirtió la rosa en toro urgente:
la sangre se hizo vino navegante
y el vino se hizo sangre diferente.
Bebamos esta rosa, caminante.
Vino de agricultura con abuelos,
de manos maltratadas y queridas,
toro con corazón de terciopelo.
Tu cornada mortal nos da la vida
y nos deja tendidos en el suelo
respirando y cantando por la herida.