El verde interminable de la selva amazónica ecuatoriana es cuna del pueblo Sápara, una de las 11 nacionalidades y pueblos ancestrales originarios de la Amazonía. Ubicada al este de la provincia de Pastaza -al sur colinda con el Perú- la Nación Sápara se extiende sobre aproximadamente 401.006 hectáreas de territorio que alberga a sus 1.600 habitantes. Hombres y mujeres dedicados a la caza, pesca y muy poco a la agricultura de auto subsistencia, reciben el fruto de la Pachamama para el sustento familiar. Hábiles artesanos de manos laboriosas dan forma a hermosas shigras, hamacas y peines. Hijos de Aritiawkus, herederos de una sabiduría milenaria transmitida desde sus abuelos son conocedores del NAKU, morada de los espíritus que les enseñaron a vivir en armonía y respeto con su entorno natural.
Pero hoy la vida del pueblo Sápara está amenazada por un enemigo que llegó por aire de otros lares a sembrar enfermedad y muerte. Habiendo vencido al advenedizo español, sobrevivido a la guerra fronteriza de 1941, ahora la nación Sápara se enfrenta al Covid, el virus foráneo que amenaza a sus comunidades Cuyacocha, Conambo, Pindoyacu, Balsaura, Wiririma, Torimbo, Shiona, Jandiayacu, Llanchama Cocha y Mazaramu.
Nema Grefa, presidenta de la Nación Sápara cuenta que sus abuelos están muriendo, que sus hombres, mujeres y niños son presa de un mal que ya los contagió y los amenaza de muerte. Con su sabiduría en medicina ancestral logran contrarrestar la afección a sus vías respiratorias pero les falta apoyo médico estatal y medicamentos como analgésicos, antirretrovirales, anticoagulantes y antibióticos para salvar sus vidas.
-“Hemos creado un Comité de Emergencia que ha puesto en marcha un Plan de respuesta a la pandemia en territorio que consiste en coordinar con el Ministerio de Salud el ingreso de brigadas médicas, luego de que se declaró el aislamiento del territorio Sápara, hemos activado protocolos establecidos para capacitar a los líderes comunitarios en prevención de contagios a abuelos, jóvenes y niños”, comenta Nema.
Pero no es suficiente. El pueblo Sápara hoy convoca a la Confeniae en ayuda de su gente, al mismo tiempo que exigen al Estado el cumplimiento y garantía de la entrega de fondos de emergencia para afrontar la crisis sanitaria en una comunidad sin subcentros de salud.
-“El Estado nos ha abandonado -denuncia la dirigente Sandra Tukup- pero seguimos en pie de lucha y a nombre del Consejo de Gobierno haremos todo lo posible para salvar la vida de más de 1.609 comuneros enfermos de Covid en la región, de los cuales varios están en Conambo y Pindoyacu”
El territorio ya cuenta 47 fallecidos y 116 casos recuperados, según comenta Cesario Santi, dirigente comunitario quien denuncia que “la situación es muy grave” y se confirma con pruebas PCR que dan positivo a varios habitantes de la nación Sápara. Las necesidades son diversas, mascarillas de protección, agua limpia, medicamentos, alcohol y gel desinfectantes y los recursos son precarios ante la incapacidad del Estado de dar respuesta eficaz a la emergencia.
Cae la tarde en territorio Sápara. Su gente se cobija en el influjo de sus espíritus ancestrales en busca de protección en la morada NAKU. Por sabiduría milenaria saben que la vida siempre prevalece sobre la muerte.