Un nuevo elemento se evidenció acerca de la corrupción en la red de salud pública del Ecuador que demuestra que el cometimiento de delitos en la compra-venta pública de insumos médicos no es de hoy. La Fiscalía General del Estado, luego de intervenir con auditorías a la Secretaria Nacional de Riesgos, a hospitales del IESS, al Ministerio de Salud de Portoviejo, Manta, Machala, Guayaquil, Ambato, Ibarra en Quito y diversos Municipios en del país, confirma el cometimiento de corrupción con indicios de responsabilidad penal y total indolencia en medio de la emergencia humanitaria del Covid desde hace dos años.
El contralor, Pablo Celi, manifestó a la cadena Ecuavisa que “al país alarma e indigna que en circunstancias en que está en juego la vida de los ecuatorianos se producen actos de corrupción (…) es un crimen execrable contra el interés público”. La Contraloría dice venir revisando la totalidad de contratos que se realizan en el marco de la emergencia, a través de 53 auditorías en GADs provinciales, municipales, empresas públicas y 28 exámenes en la red hospitalarias, 11 en la del IESS y 16 en la red del Ministerio de Salud. El contralor reconoció que después de estas indagaciones “la sociedad ha visto con grave estupor en las condiciones en que se encuentra la red de salud pública del país”. No son problemas solo inmediatos, dice Celi.
La ciudadanía se pregunta por los resultados en las investigaciones hechas a la adquisición de mascarillas, guantes, fundas de cadáveres, insumos incluso adquiridos con un proveedor inscrito para vender servicios de alimentos y bebidas. En el caso del IESS, la Contraloría estableció la irregularidad de que las decisiones fueron tomadas por el Director General de dicha institución “sin contar con la aprobación del Consejo Directivo del IESS”. Es decir, el Director violentó la ley porque no tenía esa competencia. Celi dijo que existió “un conjunto de irregularidades, sobreprecio por ejemplo, entre el 400% y el 9000% en distintos insumos (…), es decir, un contrato absolutamente lesivo al interés público”. Por ejemplo, por concepto de fundas para cadáveres el hospital del IESS Los Ceibos en Guayaquil, pagaba por precio unitario 148 dólares, mientras el hospital Teodoro Maldonado C. pagaba 45 dólares y la Policía Judicial pagaba 11. Además, la Contraloría estableció que las empresas que fueron invitadas a licitar “se encontraban relacionadas entre sí; la empresa adjudicada con el contrato compartía local, dirección y referencias comerciales con otra de las empresas invitadas, todo esto constituye indicio de responsabilidad penal”. Esta situación en la red hospitalaria tiene antecedentes, exámenes previos han venido advirtiendo la situación que atraviesa la red de salud ecuatoriana. Se han aplicado multas por 250 millones de dólares que la Contraloría ha establecido en la red hospitalaria de Salud Pública en un periodo de dos años.
¿Por qué no se conoció antes? Esta omisión demuestra que no ha existido un racional uso de recursos, con la vista gorda por parte del Estado y sus políticas públicas. Y aun dentro de esta grave complicidad estatal, el mismo Estado pretende sacar dinero que no existe en el bolsillo de los trabajadores con leyes “humanitarias” que esconden la implantación de nuevos impuestos. ¿Por qué no recuperan los dineros presuntamente robados por los funcionarios del IESS y del Ministerio de Salud y por las empresas de ladrones que licitaron la compra venta de insumos médicos con sobreprecios? Allí está parte del dinero para capear la emergencia. Y ahora la decisión del Gobierno de concentrar la compra pública en 4 instancias unificadas, corre el riesgo de concentrar también la corrupción y aumentar los montos de lo robado.
Existe una desinteligente duplicidad de funciones existente entre Fiscalía General del Estado, la Contraloría General y la Secretaría Anticorrupción del Ejecutivo, mientras que la gran mayoría de investigaciones arrancan de denuncias que hace la propia ciudadanía. El país se pregunta, ¿para qué está dicha Secretaría si ya hay organismos de control que deben cumplir su función a cabalidad? Se habla de informes de corrupción en el sistema de Salud Pública emitidos por la Contraloría durante dos años, pero no se observan resultados evidentes.
Diversas acciones de la “cirugía mayor” contra la corrupción que anunció Lenin Moreno al comienzo de su mandato, no logran sanear el mórbido sistema de salud pública que el país observa en terapia intensiva, por grave convalecencia y recurrente corrupción en el actual régimen.
Fotografía Sputnik News