El sentido común que se supone debe ser el más común de los sentidos, no obstante, es el más escaso de los sentidos en el Ecuador en crisis. Un elemental sentido común indica que las prioridades en la vida deben apuntar a preservar la vida material y espiritual de las personas.
La disminución “temporal” del presupuesto destinado a la educación superior es una muestra de cómo el régimen establece las prioridades frente a la emergencia. Para enfrentar la actual crisis el gobierno de Ecuador planteó a todas las funciones estatales un recorte de hasta un 15% en sus presupuestos anuales. Como antecedente el presidente Moreno había hecho un llamado a las instituciones públicas y privadas «para sumar esfuerzos» contra la emergencia, tras señalar que tiene el apoyo del Consejo de Seguridad Pública del Estado para hacer una «reingeniería integral» de los presupuestos institucionales. Conforme la proforma presupuestaria general del Estado consolidada para el ejercicio 2020, la cifra del presupuesto es de 35.498.420.637,02. Al momento de establecer la asignación el régimen destinó para la educación 3.817.965.789,41.
De acuerdo a cifras difundidas, 32 universidades y escuelas politécnicas del país reportaron un recorte en sus partidas que bordean los 98’210.19 dólares. La disminución presupuestaria a las universidades corresponde a una decisión del Ejecutivo, luego de que el presidente Lenin Moreno anunció en marzo, por concepto de salarios de empleados públicos, un recorte de 1.400 millones de dólares.
Fuentes universitarias afirmaron que “es preocupante lo que se viene. Como siempre hay reducción en educación. El año pasado fue más o menos USD 105 millones. Pero al Ministerio de Defensa se asigna en la proforma del 2020 USD 1.323 millones, y para el Ministerio del Interior, a través de la Policía Nacional, USD 1.234 millones. Para la educación superior apenas USD 856 millones” La Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional terminó el análisis de la proforma presupuestaria del 2020 enviada por el Ejecutivo, en donde se reduce el prepuesto para las Universidades públicas y se aumenta fondos para el Ministerio de Defensa y la Policía Nacional.
¿Carencia de sentido común?
El sentido común indica que comenzar a “solucionar” la crisis disminuyendo recursos a la educación o meter la mano al bolsillo del sueldo de los maestros es inaudito, porque significa atentar contra el derecho a la educación de miles de estudiantes. Por ejemplo, la Universidad Central ve reducido su presupuesto en $ 10’990.902. Esta casa de estudios superiores de manera obligada suspendió la matriculación estudiantil del periodo 2020-2020, debido a los recortes presupuestarios.
El Artículo 165 de la Constitución dice que no se puede destinar presupuesto de la educación a otros rubros. El gobierno dice que no se están destinando a otros rubros, sino que no hay esos recursos, y la educación es la que primero resulta afectada. Sectores académicos se preguntan, ¿por qué no se recortó primero el presupuesto de armamento para las FF. AA o de recursos destinados a requerimientos militares en épocas de paz? Esta es una pregunta que nadie se hace por temor o por condescendencia. Cosa de sentido común.
Esta ausencia de sentido común tiene precedentes. Por primera vez, desde 2008, el Estado gastó más dinero en el pago de capital e intereses de la deuda pública que en educación y salud. En 2020 se contempla pagar USD 7.615 millones por deuda. En enero de 2020, el Estado ya pagó USD 575,3 millones en capital e intereses de la deuda pública, la cifra más alta en los últimos 12 años. Según registros del Ministerio de Finanzas, esto significa un incremento del 220% en la comparación entre los meses de enero de 2019 y de enero de 2020, o el equivalente a USD 395,6 millones más en la cuenta del mes.
El sentido común indica en épocas críticas, establecer prioridades. Frente a un sacrificio general, los grupos económicos e instituciones deben ser afectados proporcionalmente, sin embargo a algunos no les llega la crisis. Cuestión de sentido común.