La renuncia de Bernie Sanders a la candidatura de la presidencia a los EE.UU por el partido Demócrata era un hecho previsible: “Mi conciencia no me permite continuar”, dijo luego de evaluar sus posibilidades reales de obtener el triunfo en noviembre. El senador independiente por el estado de Vermount, anunció a sus partidarios que se retira de su postulación en las primarias del Partido Demócrata, luego de que buscó obtener la nominación del partido para las elecciones presidenciales, pero las victorias del exvicepresidente Joe Biden en estados claves limitaron sus posibilidades.
Sanders había ganado en los estados de Nevada y New Hampshire, no obstante, considera mínimas sus opciones de victoria frente a Biden. El octogenario Sanders se inscribe en el ala “izquierdista” del Partido Demócrata y ahora decidió asumir su liderazgo. Esto marca un punto de inflexión en la tienda política norteamericana que enfrenta el reto de definir su posición ahora con un nuevo derrotero. Sanders dijo que termina la campaña pero que «la lucha continuará”.
La disyuntiva está echada para los demócratas que deberán inclinar la balanza de su partido hacia un progresismo que enfrente decididamente a Trump o mantener una línea moderada que definió a Joe Biden, vicepresidente del régimen de Obama que se caracterizó por ser el más guerrerista de los últimos años y que mantuvo a EE.UUen diversos conflictos bélicos de ultramar.
Sanders perdió las primarias contra Hillary Clinton en el 2016, y padeció un infarto al miocardio; hoy se retira de la lucha electoral, luego de que como senador de ideología socialdemócrata tenía buenos resultados en encuestas y consecución de fondos para su campaña entre seguidores de gente joven de origen latino: “La victoria es imposible: aunque ganamos la batalla ideológica, la batalla para la nominación no tendrá éxito”, concluyó Sanders en su retiro.
Trump tomó la renuncia de Sanders con ironía y escribió en su cuenta de Twitter: «¡Bernie Sanders está FUERA! Gracias a Elizabeth Warren. Si no fuera por ella, Bernie habría ganado casi todos los estados en el supermartes! Esto ha terminado como querían los demócratas y el Comité Nacional Demócrata, igual que con el fiasco de Clinton. ¡La gente de Bernie debería venirse al Partido Republicano, INTERCAMBIO!»,
El mandatario estadounidense se enfrenta ahora a un demócrata no radical. Y de cara a las elecciones tendrá al coronavirus como su principal oponente, por el mal manejo que ha hecho de la emergencia en su país. Para distraer mediáticamente de ese hecho al pueblo norteamericano insiste en sus amenazas militares contra el pueblo venezolano.
Los estadunidenses tienen la inmejorable oportunidad de demostrar su grado de sensibilidad social en noviembre cuando elijan un nuevo presidente. Ahí veremos cuánto les enseñó la tragedia de su país.