La pandemia Covid-19 ha expandido otro virus tanto o más peligroso que el coronavirus: la desinformación oficial por acción u omisión. Es decir, la falta a la verdad por silenciar hechos, cifras y resultados de la acción gubernamental.
En Ecuador la comunicación oficial nos quiere acostumbrar a escuchar las cadenas de televisión pasivamente para no expandir el pánico. Y a juzgar por la reacción de los voceros oficiales que se muestran molestos ante incómodos cuestionamientos, se concluye en que los ciudadanos estaríamos obligados a oír las “ruedas de prensa virtuales”, emitidas por el canal estatal ECTV, sin la menor posibilidad de exigir coherencia y veracidad en la información.
La pregunta clave y central que el país se hace, ya que hay cosas que no cuadran: ¿por qué los casos de personas contagiadas aumenta día a día de manera exponencial, es decir, crece en forma multiplicativa y constante, si se ha dicho que en el país existen recursos suficientes y se tomaron las medidas oportunas y correctas para enfrentar la emergencia?
Contradicción ministerial
La realidad contradice a la version oficial puesto que Ecuador se sitúa como el segundo país en América Latina -después de Brasil- con el mayor número de contagios y como el territorio más contaminado por el virus en el continente. Oficialmente el reporte al sábado 28 de marzo el número de casos positivos de coronavirus es de 1.627, con 41 pacientes fallecidos. Pero las funerarias están denunciando 167 personas fallecidas cada día. Un reporte internacional de los casos en América Latina señala: “El mayor número de contagiados y fallecidos lo tiene Brasil con 2.915 infectados y 77 fallecidos registrados. Sin embargo, el país con mayor número per cápita de contagios y muertos es Ecuador con 1.403 contagiados y 34 muertos por el coronavirus hasta el jueves pasado”.
La pregunta acerca de la existencia o no de recursos versus el avance de la epidemia en el país, tiene como respuesta una ácida contradicción entre la ministra de Salud saliente y el ministro entrante. La ex ministra denunció la falta de recursos y la contratación de personal sin conocimiento para enfrentar la crisis, y frente a esa realidad no se le dijo la verdad al país. A esto se suma el reclamo en un plantón del gremio de enfermeras en Guayaquil que “claman por equipos de protección necesarios para realizar su trabajo sin riesgo en los hospitales del país”.
Como corolario que corona la crítica realidad se agrega la denuncia de la Alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, en Twitter: “No van a recoger los cadáveres de las personas que por COVID-19 o por cualquier otra razón han fallecido en sus casas. Sus familiares están desesperados. Los dejan en las calles, en las veredas, abandonados en sus casas. !Qué está pasando en Guayaquil. La verdad!”
¿Cuántos muertos realmente existen por causa del coronavirus y cuáles son los protocolos para el entierro de cadáveres, cuando hay núcleos familiares que pasan hasta tres días con un miembro muerto en el domicilio sin que ninguna organización oficial vaya a retirarlos para la respectiva incineración?
Corrupción estatal
A la caótica situación provocada por la falta de información veraz, se suma en las últimas horas una denuncia de corrupción en la compra de mascarillas para el Instituto de Seguridad Social, IESS. Ese implemento médico habría sido negociado con sobreprecio puesto que cada unidad cuesta 4 dólares y el Estado iba a pagar 12 dólares. El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social decidió este sábado 28 de marzo del 2020, suspender las órdenes de compra de mascarillas N95 y otros insumos para la emergencia sanitaria por coronavirus, tras la denuncia. Paul Granda, presidente del Consejo Directivo del IESS, anunció en su red social la suspensión de la orden de compra de mascarillas N95, después de que se detectara que iban a ser adquiridas con sobreprecio a USD 12 cada una. Dice el funcionario que no se había firmado ningún contrato y que se investigará. El Presidente de la República, Lenin Moreno, reconoció el hecho en los siguientes términos en su cuenta de Twitter: “Bien Paul Granda por haber detenido la compra fraudulenta en el IESS. Ahora: ¡a sancionar a los culpables! Gracias a quienes hicieron la denuncia. Por favor, sígannos ayudando. Nadie debe sacar provecho de estos momentos difíciles. ¡Seremos implacables con la corrupción!”
Respuesta oficial
El gobierno ha ensayado una respuesta ante estos graves hechos. La ministra de Gobierno, María Paula Romo, en entrevista para la cadena CNN trató de explicar la engorrosa situación. Ante la pregunta frontal si se tuvieron o no recursos suficientes para enfrentar la crisis dijo: “Se han invertido en el 2019 unos 3 mil millones de dólares anuales en salud. En el plan anual de inversiones entre enero y febrero del 2019 se invirtieron 90 millones. Este año se invierten 135 millones. Pero no es suficiente. Ningún país tiene recursos ni personal suficiente”.
Consultada por qué hay países que sí lograron controlar la propagación del coronavirus con eficiencia y eficacia, y qué los diferencia de Ecuador, Romo respondió: “No hay que mirar solamente la política pública, el sistema de salud, sino que hay que mirar la respuesta de la población. Es difícil comparar la disciplina y la lógica que tiene la población en China o en Corea del Sur y la forma que tienen esas poblaciones de relacionarse con sus gobiernos y lo que pasa en América Latina. Es pronto para hacer evaluaciones”.
La respuesta defensiva de la ministra inculpa a la población del repunte de los casos de contagio ya masivo del coronavirus en el país. Ecuador entró en la tercera fase de contagio comunitario por la indisciplina de su gente, según el gobierno.
Y finalmente se confirma un tema crucial. El gobierno del Ecuador no está sino tratando de desacelerar el ritmo de los contagios y no de erradicarlos. La ministra lo reconoce: “El gobierno decidió un toque de queda, aislamiento social, distancia entre personas y quedarse en casa, eso disminuye la velocidad del contagio. Donde mejor se ha podido enfrentar esta crisis es en aquellos países donde se logra disminuir la velocidad del contagio para que el sistema de salud pueda responder. Todavía es muy temprano para hacer evaluaciones, no se trata solo de comparar el número de casos, se trata de ver en cuántas semanas vamos a poder controlar el crecimiento de esta curva. Esperamos ver resultados en los próximos días y los resultados no va a ser parar los contagios”.
La constante vigilancia ciudadana es, sin lugar a dudas, el mejor antídoto contra el virus de la desinformación, y una buena dosis de periodismo frontal y responsable que formule los cuestionamientos pertinentes para obtener respuestas verdaderas de parte de un Estado que está llamado a responder con eficacia y sensibilidad social ante la emergencia.